EL PELIGROSO JUEGO DE LAS PALABRAS: SEGUNDA PARTE

 

*Por Víctor Leopoldo Martínez

 

Significantes y significados


El término “libertad” es el otro caso. Se denomina de esta forma a la facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera -o de otra, o de no obrar-, por lo que es responsable de sus actos. Por partir de la voluntad de ejercer ese derecho también se asocia el término a la autodeterminación. En síntesis, sería el estado o condición de quien no es esclavo y goza de su liberación.

Pero resulta que el “libertario” presidente que hoy nos gobierna, que dice defender las ideas “liberales”, que se llena la boca hablando de Alberdi (choreándole ideas y acomodándolas al siniestro pensamiento que rige sus delirantes y espurios planes), que como presidente de un Estado se la pasa gritando “viva la libertad carajo”, pero califica al Estado de “delincuente” por imponer “impuestos confiscatorios -según él- contra la propiedad privada” (de los ricos); que de manera “terrorista” y actuando como un topo manifiesta y promete destruir al Estado desde adentro porque ama hacerlo; que conculca la libertad de todo aquel que lo contradiga, que vive quebrantando la ley, que atenta y reprime de manera violenta la libertad de los trabajadores y ciudadanos por defender la propiedad de sus derechos conquistados a fuerza de lucha y que consiguieron tengan rango constitucional; que violenta –con insultos de por medio- cualquier norma preexistente, que incumple sus deberes de funcionario público privando a la gente más necesitada de saciar su hambre y a los mayores y enfermos terminales acceder a sus remedios básicos; que prometió cortarse un brazo antes de poner un impuesto y con sus dos brazos hasta hoy intactos, llenó de impuestos a la ciudadanía que decía no iba a pagar el costo de su ajuste y termina pagándolo; que decía y responsabilizaba al Banco Central por la emisión monetaria generadora de inflación y déficit fiscal y termina cuadruplicando la emisión monetaria y duplicando el endeudamiento estatal de la mano de los “bonos Caputo”; hoy en pleno ejercicio del gobierno nacional muestra que sus promesas preelectorales fueron una farsa. Hoy mata al pueblo con impuestos, elimina de su pago solo a los ricos y poderosos. Y como el mitómano anterior (Macri) se cree líder mundial.

¿Pero Milei es el único responsable de esta lamentable realidad que padecen los argentinos? ¡¡¡NOOO!!!

Hoy ya no se puede dudar. Actualmente tenemos (no sé si todos) en claro que la tergiversación que sufrieron estos dos primeros términos en su aplicación político-social en nuestro país y en los últimos 48 años posibilitó la entrega como resultado de este desgraciado presente de desorden social en cuanto al manejo de elementales valores que posibilitan una convivencia armónica.

Desde hace por lo menos 15 años se alardea con la existencia de “la grieta”. Día a día la fueron ensanchando. La derecha oligárquica –creadora en el siglo XIX de la misma- festeja su existencia y una izquierda socialdemócrata en experiencias de gobierno no supo ni sabe cómo cerrarla; y menos aún que haría con las diferencias que aún cerrada se mantendrían,

Las falsas promesas políticas –todas incumplidas por las diferentes gestiones- y las improvisadas e incoherentes decisiones de los diferentes gobiernos desde el regreso de la democracia, fueron haciendo realidad para el habitante de este suelo la convivencia cotidiana con improvisadas y anárquicas decisiones tomadas por politiqueros de cuarta, que fueron alterando su normal vivir y lastimosamente internalizando su fatal instalación como un hecho imposible de revertir; o peor aún, con la sensación de que con ellas habrá que convivir eternamente.

El salto hacia el vacío eligiendo “cualquier gobierno”, en aquella altura del partido (noviembre de 2023), terminó siendo tan válido como nefasto. La situación que terminó operando como colofón de una nueva frustración fue la anarquía instalada por el desgobierno de la gestión anterior (FdT). Entonces, para gran parte de la sociedad clasemediera argentina no fue una difícil decisión dar el salto al vacío.

Que en medio de esa anarquía político-institucional con hipócrita fachada legal y democrática con la que una clase politiquera comenzó a degradar el término POLÍTICA bastardeando su sentido social como herramienta para solucionar conflictos, aparezca un psicótico que al grito de “¡Viva la libertad carajo!” avasalle y se lleve puesta todas las libertades ajenas (especialmente las de los laburantes) frente a la indiferencia social, no deja de ser un síntoma más de la anárquica descomposición social de valores elementales.

Es de imaginar que ni Milei ni Bullrich (ambos fueron legisladores nacionales) desconocen el artículo 14 de la Constitución Nacional Argentina que establece los derechos civiles. Los habitantes de este país tenemos derecho a hacer pedidos a los gobernantes, andar con libertad por todo el país, decir y publicar lo que pensamos, usar y decidir qué hacer con nuestras cosas, asociarnos para hacer cosas buenas y útiles. Nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo; ni arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad competente.

Evidentemente la cacería –con arrestos incluidos- de gente que pretendía expresar su disconformidad “LIBREMENTE” tratando de evitar ser privada de derechos ya adquiridos, desatada días atrás en las inmediaciones del Congreso Nacional parece materia fecal tirada por la propia ministra contra la Constitución Nacional; la misma Constitución que juró respetar y hacer respetar al asumir como ministra. Quedó en evidencia que ese “Viva la libertada carajo” -expresado por el hoy psicótico presidente- siempre fue un miserable panfleto que escondía la repetición de harto conocidas -por siniestras- formulaciones económicas que solo habilitan y justifican un nuevo saqueo.

Si el artículo 37 de nuestra Constitución establece que “garantiza el pleno ejercicio de los derechos políticos, con arreglo al principio de la soberanía popular…” ¿Cómo no estar padeciendo una situación anárquica si un psicótico gritón que recita como letanía su “Viva la libertad Carajo” en cada oportunidad que puede, persigue al que osa usar esa libertad para expresar su disconformidad contra sus bestiales medidas? Milei no es otra cosa que un triste y perverso simpatizante de aquellos viejos y mal recordados dictadores militares, practicantes del Terrorismo de Estado. El calificar rápidamente a los que se oponen a sus locuras de “terrorista” da cuenta de esto.

¿Quién puede ser más terrorista que aquel que a los gritos manifiesta: “Amo ser topo y destruir el Estado desde adentro”?

A esta apología del terrorismo, la Corte Suprema… ¿No la ve peligrosa para la Republica (o el régimen republicano) y sus instituciones? Esta justicia hoy en “inacción” ¿No está habilitando la generalización de situaciones anárquicas?

El fiscal Stornelli vuelve a la escena política con la impunidad de un delincuente que recibe protección del poder económico-mediático. En su momento fue imputado por extorsión y asociación ilícita a cambio de "limpiar nombres" en expedientes sensiblemente “truchos” relacionados a la causa de los famosos y truchados “cuadernos”. Formó parte -junto al delincuente prófugo “Pepín Rodríguez Simón, hoy sobreseído- de una verdadera industria del Juicio; exigía coimas millonarias a empresarios contratistas para no imputarlos incluyéndolos en la lista de supuestos “corruptos”. También fue acusado de espionaje ilegal sobre el abogado defensor José Manuel Ubeira. Tiene cargos por “desacato” al no presentarse ante la justicia como imputado de los graves delitos mencionados más arriba y que no asistió cada vez que se lo citó. En sus más de 30 años como fiscal federal, Stornelli demostró ser el más corrupto de los fiscales; siempre al servicio de la “casta judicial” que en los últimos años operó en conjunto con el capo mafia propietario del multimedios CLARIN, Magnetto. Paseó tanto por menemismo como por el kirchnerismo, para terminar aliado a Mauricio Macri y hoy al servicio de la “casta Mileista”. Si lo anterior no formó parte de un estado anárquico en materia institucional… ¿Cómo no lo iba aprovechar un pobre panelista televisivo con delirios de “sabelotodo” en materia económica y aspiraciones presidenciales como Milei?

Con semejante cuadro anárquico en lo político que viene soportando nuestro pueblo en las 4 décadas señaladas… Entonces… “Milei rugió Sancho –dijera don Quijote-, señal que los políticos volvieron a meter la pata”.

¿Se puede esperar algo de la clase política (a la que Milei califica de “casta” o “ratas”), hoy representada solo por legisladores de dudosa ética y peor moral que a la hora de votar los terroríficos envíos del ejecutivo en formato “ley base” o “DNU” acompañan con su “voto positivo”? El que hayan pasado por alto el artículo 29 de nuestra constitución que dice: “El poder legislativo no puede darle al presidente más poder del que ya tiene”.

¡¡¡Y SE LO DIERON!!!

¿Cómo sigue -termina, o finaliza algo que no será casualmente corto- esta historia?... Es la gran duda que acompaña a gran parte de los argentinos con corazón patriota.

 

*Escritor, docente, investigador, documentalista y periodista.

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