EL PELIGROSO JUEGO DE LAS PALABRAS: PRIMERA PARTE

 

Imagen tomada de internet

*Por Víctor Leopoldo Martínez

Significantes y significados

Siento que es necesario analizar 3 términos, hoy utilizados con una liviandad exasperante hasta el colmo de alardear vociferando sus significantes, al tiempo que se altera en los hechos sus significados al usarlos en sentido contrario de lo que en principio establecen o representan; así claramente los vacían de contenido. Esto ocurre cuando se recurre a ellos para hacer perversos señalamientos sabiendo que los destinatarios no solo están cultivados en el odio y el resentimiento sino también sumergidos en una total ignorancia que ni siquiera supieron resolver gobiernos auto considerados “progresistas” en este período que ya lleva 40 años y que se encuadran en esta actual “democracia prestada”.

No resulta difícil destacar que esto no fue ni es obra de la “casualidad” sino más bien producto de negligencias y falta de criterios nacionales a la hora de aprovechar los tiempos en materia educativa y por ende cultural (mal que arrastramos hasta hoy, desde hace ya 50 años, y me refiero a la educación “formal, obligatoria, libre y gratuita” que enmarca las instancias primaria, media y universitaria del sistema) para formar buenos argentinos con mirada suramericana a la hora de pensarse y pensar la sociedad que los contiene; y esto incluye la famosa “década ganada”, que hoy puedo considerar -a título personal- que solo fue ganada por el afán de consumismo de los beneficiados.

Esos términos son: anarquía, libertad y casta…

Comienzo:

No voy a referirme ni a William Goldwin como el iniciador (o ideólogo) del anarquismo, ni a Proudhon, o a Kropotkin, o Bakunin o Malatesta como propulsores del mutualismo como propuesta emergente de las ideas anarquistas; ni a sus fundamentos teóricos como sostén filosófico de sus principios. Solo me referiré al sentido que socialmente se le da al término.

La palabra “anarquía” siempre fue asociada a la ausencia de un poder público que decida sobre conductas individuales y sociales ordenando el modo de relacionarse dentro de una comunidad. A ese poder público (Estado), los mencionados anarquistas lo veían como nocivo (de esto se cuelga el delirante e ignorante Milei para argumentar ridículamente sus “teorías económicas PRO defensa de la propiedad privada de los ricos y poderosos y de la libertad para que estos puedan ejercer la explotación del hombre por el hombre, sin impedimento alguno”). Con la excusa que pone Milei de que el “mercado” se regula solo, hoy los argentinos padecen un descontrolado agio practicado anárquicamente por los de siempre (poder económico-oligárquico) que los sumerge más, debajo de lo que ya venían estando.

O sea, una situación anárquica muestra claramente ausencia de gobierno (en algún modo la falta de regulación o reglas de juego fijadas por el Estado que acomoden la convivencia dentro de una sociedad, situación anárquica generalizada que es lo que aprovecha y utiliza hoy el presidente de marras para implementar sus planes. Él no gobierna, impone sus criterios autoritariamente, cagándose lisa y llanamente en libertades ajenas).

Por lo general un estado anárquico (me refiero a esta etapa de desgobierno que es lo que hoy predomina en la gestión Milei, porque en la realidad nadie sabe quién gobierna) por lo general y en primera instancia, genera desconcierto, habilita la incoherencia y por ende el desorden facilitador del caos que se da por confusión individual y social (el perverso instrumento creado para complementar la tarea de generar mayor confusión -las redes sociales- dan cuenta claramente de esto).

Lo anterior, hoy se transformó en realidad y es la base que necesita la ambigüedad que, como utilitario, disfuma el sentido y la razón de lo que puede estar bien o estar mal; para uno y/o para la sociedad.

En un país como el nuestro donde las interpretaciones erróneas dentro del tilingaje pseudo intelectual con formación eurocéntrica y también en el medio pelaje ignorante, siempre estuvieron y están a la orden día -no así en el poder económico que siempre supo aprovechar estas oportunidades-, ver levantar a un psicótico las banderas del “anarco-capitalismo” en diciembre del 2023, estos últimos sintieron que se habilitó el desorden operacional en términos económicos donde el único código a respetar que reapareció de manera torpe y violenta (liberando precios y aumentando descontroladamente las tarifas de servicios) es aquel del “yo me salvo y los demás que se jodan” (conducta aplicada hasta por el almacenero de barrio).

¡Ni que hablar de los banqueros, operadores de bolsa, financistas y hasta los “arbolitos” de la calle Florida tratando de sacar alguna ventaja de la situación!

Que el mismo personaje presidencial cometa el acto delictual de elogiar conductas evasoras contra el fisco por parte de los grandes empresarios hasta el punto de considerarlos héroes por los delitos que comenten, mientras inicia un lento asesinato de trabajadores y jubilados con congelamientos de haberes, al tiempo que los atosiga con impuestos no solo a estos sino también a pequeños empresarios; todo esto y de manera directa habilita a cualquier tilingo –perejil clasemediero- a obrar del mismo modo puteando contra el Estado y sus impuestos, pensándose no solo como víctima sino y peor aún, creyendo ser un “gran contribuyente” cuando en realidad es un pobre medio pelo que apenas vive de un salario.

De ahí las estúpidas justificaciones que se escuchan para con las delirantes y provocadoras medidas mileistas y el pedido de “darle tiempo” (Todo esto puede entrar como característica de ese “estado anárquico” señalado más arriba).

Desde la constitución de 1853, pasando por las reformas de 1949 y de 1994 el pueblo argentino –a través de sus representantes- siempre decidió vivir en un país ordenado; no en un país anárquico.

Entonces que alguien hable y se identifique con el “anarco-capitalismo” (algo de por si contradictorio ya que el propio “capitalismo” siempre demandó cierto “orden” –lógicamente desordenando sociedades enteras- que facilite sus fines de acumulación). Entonces el “capitalismo” mal puede comulgar con alguna forma de “anarquismo” –y menos aplicado entre “capitalistas” que ya de por sí y en la periferia global, pueden fagocitarse libremente entre ellos a través de las desregulaciones que imponen los países centrales vía FMI a los países subdesarrollados y/o en vías de desarrollo y que permite a las multinacionales la monopolización y control de actividades de producción y comercialización. Pero hasta para eso, los capitalistas requieren de una norma habilitante, o el suficiente poder para imponerlo de facto. Básicamente porque entre bomberos JAMÁS se pisan la manguera. (Ya se conoció en nuestro país un gran quilombo entre empresas norteamericanas por las coimas que pagó IBM a intermediarios estatales para conseguir contratos con el Estado en detrimento de competidoras de su propio país).

Como ya dije en otra oportunidad, “anarco-capitalismo” suena más a oxímoron puesto que el capitalismo puede usufructuar con mayor facilidad de situaciones sociales anárquicas o aprovechar el descontrol que pueda existir en un estado manejado anárquicamente (como es hoy nuestro caso) pero no ser en modo alguno un capitalismo anárquico porque resulta difícil imaginarlo suicida como sistema.

Milei enunció su “anarco-capitalismo” anunciando su significante pomposamente (como Macri lo hizo en su momento con sus globos amarillos) y sin blanquear la manera poco original de su propuesta ya que la extrajo de otras experimentales que se dieron en EEUU y que originaron lo que desde la década de los “70” del siglo pasado y hoy se conoce como neoliberalismo (con Milton Friedman y su escuela de Chicago –que incluyeron sus réplicas en la Chile Pinochetista- y las locales de la mano de Martínez de Hoz junto a la sangrienta última dictadura militar).

Por esos años se forjó la camada de “Chicago  Boys” en nuestro país a través de la Fundación Mediterránea conducida por Domingo Felipe Cavallo). Luego el propio Domingo Cavallo -que también fue Presidente del Banco Central de aquella dictadura bajo el gobierno del Gral. Bignone que tenía como ministro de economía a Jorge Webbe-, estatizó todas las deudas de los privados (incluida la de los Macri) que terminó pagando el pueblo argentino. Posteriormente se transformó en el superministro de Menem con una engañosa “dolarización” (1$=1u$s); y luego en el hombre fuerte de la economía con De la Rúa que desembocó en un "corralito” (confiscador de ahorros en verdes de argentinos para luego fugarlos) y el trágico diciembre negro del 2001 (algo que las nuevas generaciones desconocen por no haberlo vivido y menos aprendido en la educación formal).

Milei también acude para sostener sus delirios a la escuela austriaca de Mises y/o Rothbard que reaparecen también de la mano nuevamente del cavallismo y un Sturzenegger con tétrico pasado en materia de gestión entre otras con la Alianza Delarruista y por último con la experiencia macrista del 2016/19 con al “10 de la champion league” –hoy ministro mileista. “Toto” Caputo-, endeudador serial del país.

Pero la ignorancia -o perversión- política de Milei termina siendo más fuerte y hoy el actual presidente ¿mal interpreta y peor emplea dichas teorías? O… ¿sigue a pies juntilla directivas foráneas?

Por otro lado que el mencionado delirante y hoy presidente de los argentinos haya elegido para ser ministra de seguridad de su gestión a alguien a la que previamente había señalado como una terrorista ponedora de bombas en jardines de infante –Patricia Bullrich-; autora de celebres frases como “El que quiera andar armado que ande armado”, responsable directa del suicidio del Fiscal Nisman por presionarlo para alcanzar sus perversos propósitos; responsable también de los asesinatos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel; o que Milei hoy elogie a Caputo a quien acusó anteriormente –junto a Sturzenegger- de delincuentes por haberse fumado 15 mil millones de u$s durante la gestión Macri y hoy sean para él “intocables”, no pueden asombrar a nadie.

Hoy la mencionada personaje –puesta en el cargo por su denostador- hay que señalarlo sin titubeos, no ignora lo que establece la constitución nacional de su país, pero la viola con total impunidad actuando y sometiendo discrecionalmente a todos los habitantes de nuestro suelo que no quieran “ajustarse” a los perversos designios de su mandante.

Avasalla todas las libertades posibles y existentes con su siniestro “protocolo”; personajes inescrupuloso si los hay.

Pero por falta de personal para gestionar en las filas Mileistas, la “cosa” macrista como parte de la “casta macrista” pasó a conformar la nueva “casta Mileista”.

Este personaje –Bullrich- ordena a sus energúmenos represores (Policías Federales, de la C.A.B.A., gendarmes y prefectos) a que actúen contra los ciudadanos –y hasta contra legisladores nacionales que ella no ignora son poseedores de fueros, no solo por ser legisladores sino por y para una sucesión constitucional que les otorga “rango presidencial”- días pasados en las inmediaciones del parlamento legislativo nacional. Se encargó de enviar de manera violenta un mensaje claro, conciso y a puro palo, gas pimienta y balas de goma: “La libertad es solo para los que tenemos hoy el poder y lo ejercemos subidos al CARAJO” de esta nave incontrolable que esta punto de colapsar.

Entonces y en nuestro caso, todo se torna anárquico y con el tiempo se vuelve incontrolable. Es el momento donde entra en escena la otra palabrita.

*Escritor, docente, investigador, documentalista y periodista.

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