ACCIÓN Y REACCIÓN

 


*Por Eliana Valci

Homenajeamos y honramos la memoria de Juan Domingo Perón. No desde un fanatismo ciego y mucho menos de la autopercepción de un “peronismo” vacío de contenido y acciones conducentes. Sino conscientes de que hacemos lo que decimos y decimos lo que pensamos.

No siempre pensar, decir y hacer fue una actividad de riesgo. No al menos, durante la administración de Perón. Fue él quien sostuvo: "mejor que decir es hacer, y mejor que prometer es realizar".

Su objetivo siempre fue la felicidad del Pueblo y la grandeza de la Nación. Esto quedó materializado no solo por su conducción, sino también por la labor de María Eva Duarte de Perón -nombrada post Mortem Jefa Espiritual de la Nación - en materia de políticas sociales.

No vamos a caer en frases hechas como: "todo tiempo pasado fue mejor". Pero sí, vamos a decir que no es casual que quieran insistentemente anular la memoria de nuestro Pueblo (propios -en algunos casos- y extraños).

Es conveniente tener al rebaño estupidizado con noticias y datos falsos con el fin de promover y asentar las bases del odio, porque saben y temen que una vez hubo un proyecto de Nación, que soñó y concretó en la realidad efectiva, el Gral. Perón.

Nos odian porque todo está escrito. Perón nos legó su doctrina política, social, filosófica y ambiental. ¡No hay nada que inventar!...Y aunque la autodenominada Revolución Libertadora -si el nombre les suena familiar no es coincidencia-  a través del decreto-ley  N° 4161/56  pretendió borrar al peronismo violentamente de la historia, logró renacer como el fénix desde sus propias cenizas.

En realidad, para los que se creen superiores y reniegan del olor a Pueblo, hay mucho que esconder bajo la alfombra. Sino, ¿por qué tanta saña?... La respuesta se denomina derechos sociales. Y esos, también los heredamos del peronismo. En marzo de 1949, la Argentina tiene su primera constitución social, más conocida como “Constitución del ‘49”, donde el ser humano es el centro y el Estado el garante y protector del mismo. Sin embargo, la libertad disfrazada con botas y uniforme, vino a poner fin a ésta, que fue una de las primeras constituciones sociales del mundo.

No hay nada nuevo bajo el sol. Lo que proponen como “revolución”, “cambio”, “fin de la casta”, etc., es más de lo mismo, pero siempre en términos violentos. Se resume a menos derechos y más negociados. A estas alturas ya le pusieron la bandera de remate a lo que todavía hoy conocemos como República Argentina. Gran parte de la ciudadanía voto en su contra de sus propios intereses, comprando el discurso de un panelista de cuarta, que hoy es el presidente de todos los argentinos.

Cuando se actúa contrariamente al mayor bien de la Nación, volvemos a Perón y rescatamos –casi como una plegaria- su sabiduría al decir: “Ahora espero que el Pueblo sepa defender lo conquistado contra la codicia de sus falsos libertadores. El Pueblo conoce a sus verdaderos enemigos. Si es tan tonto que se deja engañar y despojar, suya será la culpa y suyo será el castigo”.


*Directora Ida & Vuelta Medios

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