LAS FUERZAS DEL AULA VS. LAS FUERZAS DEL CIELO

 

Imagen tomada de internet

*Por Florencia Bravo Heller

El pasado 23 de Abril y a casi cinco meses de asumir, el actual Gobierno se enfrentó a la mayor Movilización Federal de los últimos años, marcando así un precedente generacional.

En ese sentido, como en el Cordobazo, el martes se vivió un hito fundacional, nuevamente con las Masas Obreras y los Movimientos Estudiantiles como protagonistas, con los jóvenes retomando ese camino y herencia de lucha, muchos encontrándose quizá, con su primer sentido de politización.

Retrospectivamente, resulta lógico así imaginar que a cada gobierno le correspondería un detonante, del mismo modo que Néstor tuvo su Blumberg, Cristina su 125, Milei tuvo y tiene a los Universitarios.

Una marcha política en su esencia, como toda interacción social que alberga intereses colectivos, pero libre de partidismos, encolumnados detrás de los estudiantes, en absoluta consonancia con gente con la que probablemente disentimos el resto del año, porque comprendemos que más allá de la polarización que nos enfrenta, nos hermana el valor de la Educación Pública, Gratuita y de Calidad.

Y si se quiere, desde una perspectiva más general, frente a la indiferencia y orfandad dirigencial, y tanto individualismo, las calles sí supieron responder con pleno consenso.

Es innegable no reconocer que este Gobierno ha tocado una fibra muy sensible de la sociedad, el patrimonio público, la identidad cultural, incluso de la sociedad pre Peronista. Arremetieron con la promesa histórica hecha realidad de la clase media, de la movilidad social ascendente, de aquellos relatos individuales que emocionan y que en la marcha se tornaron plurales.

Bajo ese marco, un dato llamativo gratamente a destacar, es la gran presencia y Conducción Estudiantil Femenina, como es el caso de Piera Fernández de Piccoli, Presidenta de la Federación Universitaria Argentina y la encargada de cerrar el discurso del día, así como la heterogeneidad y la presencia de carteles artesanales de una movilización policlasista que marcó un indiscutido punto de inflexión, en donde confluyeron hasta votantes del propio Gobierno y aquí me detengo. Aquí la señal de alerta es clara; la bala esta vez sí entró. Las manifestaciones anteriores supieron ser partidarias, en esta, sus adherentes también estuvieron detrás del reclamo. ¿Por qué? porque las Universidades sostienen los lazos sociales, más allá de la formación, representan una comunidad, una herramienta de fortalecimiento personal en cuanto a la concientización de la dignidad como principio irrenunciable e independiente de la posición social o de origen; una clara muestra que los derechos adquiridos deben ser no solo defendidos, sino sobre todo, respetados.

Como contrapartida, a los argumentos banales para bajarle el precio a una inmensa movilización, popular y convocante, se esgrime la presencia de no Universitarios, como si la historia no nos hubiese demostrado incontables veces que no necesitamos ser la lucha para salir a defenderla, y que no nos movilizamos solo por las causas que nos vinculan individual y directamente, pero sí por todas aquellas que nos interpelan. De la misma manera, es preciso marcar la diferencia con sectores que fagocitados por un Gobierno que capitaliza la xenofobia y la aporofobia, hace apología al mérito, a ese sector que hoy goza de un determinado status se le recordó que a sus abuelos y bisabuelos extranjeros, también les pagamos la universidad, entonces habría que empezar a cortar con esa línea insensible, egoísta y discriminatoria. Es prioritario terminar por entender que ser inmigrante no es un delito, ser pobre no es un estigma, y la posición socioeconómica es un condicionante sí pero nunca debe ser motivo de vergüenza alguna ni frente al más poderoso.

Inclusive, aunque con el inicio de esta gestión, se haya resucitado a ciertos sectores clasistas y representantes de derecha que consideran dispendiosa la inversión pública, es menester aclarar que desfinanciar el aparato educativo, lo que nos engrandece como Nación, nunca va a ser la respuesta. La Educación Pública y Gratuita lejos de ser un gasto, es la garantía de todas las generaciones venideras de continuar con la movilidad social ascendente que nos enorgullece, y nos posibilita el progreso, entendiendo que esto se logra con igualdad de oportunidades que solo genera la Universidad Pública, para que el origen social no determine el futuro de nuestros hijos. Esta es la libertad que queremos.

En el país que una vez supo ser pionero en igualdad de oportunidades, es irrisorio tener que aclarar la importancia de la existencia de Universidades Públicas a lo largo y a lo ancho de nuestro país, y lo que eso, consecuentemente, puede generar en nuestra economía interna. Del mismo modo que resulta bufo explicar que las auditorias, independientemente de los gobiernos, funcionaron siempre.

Por último y para concluir, el verdadero interrogante es, en términos pragmáticos, ¿Sirvió la marcha? ¿Cuál es el límite del Gobierno? ¿Tendremos que salir nuevamente a defender otro derecho conquistado? Habrá eclipsado la Marcha Federal Universitaria la agenda? Y finalmente, ¿El Presidente dejará su postura confrontativa y cederá a la demanda? Porque en definitiva, la discusión sobre la Educación, engloba algo más grande. Cada movilización, manifiesta el modelo de país que queremos. En la región sobradas muestras tenemos de lo que sucede cuando el mercado se encarga de la educación, ya lo aprendió López Murphi, esperemos que no tenga que aprenderlo Caputo.

Este martes fue un termómetro y una primera pista de una gran encrucijada, dejando claro que la gratuidad no es el techo que debemos alcanzar, sino el piso sobre el que debemos construir condiciones que habiliten trayectorias académicas de calidad, significativas y relevantes.

Recordarnos además que como sociedad, somos muchas cosas, nunca indolentes. Primó como en cada manifestación, la sensación de lo colectivo, de no estar solos ante un escenario adverso de ajuste económico, de negacionismo y discursos de odio.

Fueron las fuerzas del aula contra las fuerzas del cielo.


*Analista política

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