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Imagen tomada de internet |
*Por Juan Disante
A ver si
se entiende. La política económica que impuso Milei significa el ajuste
indefinido y el achicamiento de la economía.
Este plan
favorece a las más grandes y poderosas empresas y a las multinacionales, que
pueden dejar de producir un tiempo, sin que ellos pierdan las estructuras y
medios de producción, para que puedan ponerlos en funcionamiento después de un
tiempo; es el llamado capital fijo.
Los
grandes perjudicados son los obreros y trabajadores que quedan sin trabajo,
suspendidos o despedidos, que lo único que tienen para ofrecer son sus
brazos y fuerzas de trabajo. Estos, junto a los jubilados pierden
ingresos y entran en una insostenible etapa de hambre y miserias con sus
familias, para acentuar la riesgosa desigualdad social como dignos
argentinos. Pasan a ser objetos usados de la historia nacional, por una
disparatada teoría de una atrasada y ya fracasada economía conservadora.
La
inflación no se modifica a costa del sacrificio del Pueblo trabajador.
El "espíritu absoluto del trabajo" se extiende a todas las esferas de la actividad y sentir de los humanos. Y tiene un significado muy amplio, porque no solo comprende el trabajo en el sentido habitual, sino también en la actividad espiritual de todos los humildes y pobres. Estos conceptos universales y aceptados por todos los países del mundo, son comprendidos pero no aceptados por el osado desequilibrio del Presidente de la Nación Argentina.
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