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| Imagen tomada de internet |
*Por Eliana Valci
Con cara de ángel y alma de demonio dice administrar el hambre del prójimo.
Hace bandera de la limosna, como hicieron antaño las damas de los barrios altos.
Si los grasas se acercan demasiado, están garantizados los gases y los palos.
Esto no es humanidad, es el capital que vino a hambrear a la sociedad.
Es el lobo disfrazado de cordero que se lleva puesto a un país entero, para tener contentos a sus amigos extranjeros.
Es la trampa de la semántica meritocrática, que pondera al individuo por oposición a lo colectivo.
Chupa cirios para expiar el castigo por los pecados cometidos. Eso no borra el desprecio, el maltrato y la violencia ejercida sobre las familias que reclaman un plato de comida.
Des-humanizar es la tarea, para que esto se convierta en un ¡sálvese quien pueda!
*Directora Ida & Vuelta Medios
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