*Por Fundación Mercedes Sosa
Una década después, cuando se produjo una suerte de estallido en torno de la música folklórica, meramente consumista, el nombre de Mercedes Sosa ya estaba comprometido con el canto popular como integrante del Movimiento del Nuevo Cancionero, una corriente renovadora del folklore, surgida en la provincia de Mendoza, que proponía dejar de lado las modas pasajeras, para poner el acento en la vida cotidiana del hombre argentino, con sus alegrías y tristezas.
En marzo de 1966, se conoció «Yo no canto por cantar», con una docena de canciones hoy antológicas, entre las que estaban «Canción del derrumbe indio», «Canción para mi América», «Chayita del vidalero», «Los inundados», «Zamba para no morir», «Tonada de Manuel Rodríguez» y «Zamba al zafrero». Tal fue la aceptación de este disco, que apenas siete meses después, en octubre, fue invitada a grabar otro que apareció con el título de «Hermano».
A fines de 1967, La Negra hizo conocer «Para cantarle a mi gente», un disco que acumuló un importante caudal de poesía argentina y latinoamericana.
En abril de ese mismo año, había subyugado al público europeo y de los Estados Unidos con exitosas actuaciones en Miami, Lisboa, Porto, Roma, Varsovia, Leningrado, Kislovo, Sochi, Gagri, Bakú y Tiflis. Durante esa gira conoció a Ariel Ramírez quien le propuso, de inmediato, ser la voz de «Mujeres Argentinas», trabajo que recién se concretaría en 1969, luego de la aparición de «Zamba para no morir», una recopilación con los temas de mayor trascendencia grabados hasta ese momento, y «Con sabor a Mercedes Sosa», en el que registró por primera vez «Al jardín de la República».
Cuando le propusieron grabar «Mujeres Argentinas», el país estaba viviendo bajo el peso de un régimen militar y Mercedes, como muchos argentinos, sufrieron las consecuencias: sus canciones no se podían difundir por Radio Nacional, la emisora gubernamental.
Entre los años 1979 y 1982 hubo de pasar al exilio donde vivió en Europa, primero en París y luego en Madrid.
Década del ´70
En 1970 participó en el filme «El Santo de la Espada», de Leopoldo Torre Nilsson y dio a conocer dos discos importantes en su carrera: «El grito de la tierra» y «Navidad con Mercedes Sosa». En este período grabó, entre otras, «Canción con todos» y «Cuando tenga la tierra», de Ariel Petrocelli y Daniel Toro y la bellísima «La Navidad de Juanito Laguna», del "Cuchi" Leguizamón y Manuel J. Castilla.
En 1971 se conoció «La voz de Mercedes Sosa» y apareció «Homenaje a Violeta Parra», un disco que reúne casi una docena de temas de la gran protagonista del Canto Popular Chileno. Ese año también participó en «Güemes» (La tierra en armas), filme dirigido por Leopoldo Torre Nilsson. En un breve, pero significativo papel, encarnó a la heroína altoperuana Juana Azurduy.
En 1972 se editó «Hasta la victoria», un disco lleno de canciones cargadas de contenido social y político. Eran tiempos en que algunos pocos compositores y también cantores como Mercedes Sosa no permanecían ajenos al compromiso y la militancia con la que querían colaborar para conseguir un mundo más justo y equitativo. También en ese año le puso su voz a la «Cantata Sudamericana», con música de Ariel Ramírez y letra de Félix Luna.
El exilio
En 1979, se editó «Serenata para la tierra de uno». Aún en medio de la violencia que sacudía al país, Mercedes seguía cantándole a la vida. El hostigamiento y el cerco que se fue formando en torno de ella la obligaron a exiliarse. Ese año fue detenida en la ciudad de La Plata junto con todo el público que había ido a verla cantar. Ese mismo año se instaló en París y en 1980 se afincó en Madrid.
En teoría, Mercedes Sosa podía entrar y salir del país, no tenía causa judicial alguna, pero no podía cantar. Fue un castigo doble: para ella y para todos los argentinos. En un país en que la vida humana no tenía valor alguno, y cientos de ellas se perdían en la oscuridad de las mazmorras, los usurpadores del poder pensaban que la canción con contenido era peligrosa. Por eso había que acallar a los cantores, como una manera de silenciar a la gente.
El regreso
"La Negra" recién pudo regresar a un escenario argentino el 18 de febrero de 1982, un par de meses antes que la dictadura se embarcara en la Guerra de Malvinas. El régimen militar que desde poco más de un lustro atrás sometía al país, había comenzado a agonizar. En el Teatro Opera de Buenos Aires realizó más de una docena de conciertos.
Con estas actuaciones tan esperadas, Mercedes no sólo se reencontró con su público de siempre, sino que allí la vieron por primera vez miles de jóvenes que desde entonces la convirtieron, también, en «su ídola». De esos trece recitales en el Teatro Opera quedó el LP. doble «Mercedes Sosa en Argentina», en el que también intervinieron sus compañeros de aquellas noches: León Gieco, Charly García, Antonio Tarragó Ros, Rodolfo Mederos, Raúl Barboza y Ariel Ramírez.
Al cabo del ciclo en el Teatro Opera, Mercedes regresó a España, donde estaba radicada, volvió a mediados de año a América para presentar su disco «Gente humilde» y para realizar una serie de conciertos en las principales ciudades del Brasil. Poco tiempo después regresó definitivamente a la Argentina. Ese mismo año hizo conocer «Como un pájaro libre», un hermoso disco que incluyó temas de autores tradicionales y otros más jóvenes.
La cantante continuó con sus giras por los países más diversos del planeta, actuando siempre en los escenarios más grandes y prestigiosos, como el Lincoln Center, el Carnegie Hall, en los Estados Unidos, o el Mogador de París.
En el último trimestre de 1983, se conoció «Mercedes Sosa», un disco en el que registró varias canciones que serían algunos de sus grandes éxitos: «Un son para Portinari» y «María María». También en esa recordada placa grabó: «Inconsciente colectivo», de Charly García, «La maza» y «Unicornio», de Silvio Rodríguez, «Corazón maldito», de Violeta Parra y «Me voy pa’l mollar», junto con la recordada cantante Margarita Palacios.
Democracia
En 1984 se vivía la euforia del regreso a la Democracia, luego de una dictadura y una guerra. Mercedes regresó al disco con «¿Será posible el sur?», en el que se entremezclan las canciones esperanzadas, los ritmos folklóricos y el canto latinoamericano. El 21 de diciembre, junto con Milton Nascimento y León Gieco, protagonizó el espectáculo denominado «Corazón americano», que convocó a una multitud pocas veces congregada.
1985 fue un año doblemente importante. Desde el punto de vista discográfico, Mercedes dio una vez más un espaldarazo a los compositores argentinos con «Vengo a ofrecer mi corazón», en el que registra canciones trascendentales como la de Fito Páez que le da título al trabajo, pero también «Razón de vivir» y «Madre de madres», de Víctor Heredia, «Entre a mi pago sin golpear», de Carlos Carabajal y Pablo Raúl Trullenque, «Canción para Carito», de Antonio Tarragó Ros y León Gieco.
Aparece «Mercedes Sosa ’87» en el que incluyó una decena de canciones y contó con la participación de Pablo Milanés, Teresa Parodi, Víctor Heredia y Fito Páez. Ese mismo año, durante dos meses y medio realizó una gira por Suiza, Alemania Federal, Noruega, Suecia, Holanda, Estados Unidos, Puerto Rico, República Dominicana y México. Las actuaciones más importantes fueron, sin dudas, en el Concertgebouw, de Amsterdam y en el Carnegie Hall, de Nueva York, donde su actuación fue saludada con una ovación de diez minutos.
En 1988 intervino en el ciclo «Los grandes en vivo». Se publicó «Amigos míos», un disco compilado de Mercedes Sosa cantando con Milton Nascimento, Pablo Milanés, Teresa Parodi, Charly García, Fito Páez y Raimundo Fagner, entre otros.
Como productora, organizó uno de los espectáculos más importantes ya presentados en la Argentina: «Sin Fronteras», que reunió en el estadio Luna Park de Buenos Aires, a siete cantantes latinoamericanas: las argentinas Teresa Parodi y Silvina Garré, la colombiana Leonor González Mina, la venezolana Lilia Vera, la brasileña Beth Carvalho y la mexicana Amparo Ochoa, además de la propia Mercedes.
A fines de julio de 1989, "La Negra" recibió de manos de Pierre Décamps, embajador de Francia en la Argentina la medalla de la Orden del Comendador de las Artes y las Letras, otorgado por el Ministerio de Cultura de la República Francesa.
Una nueva etapa
El 20 de diciembre de 1991, luego de casi diez años de no cantar en un estadio abierto, Mercedes se reencontró con la multitud en Ferro Carril Oeste. La acompañaron Fito Páez, Julia Zenko, Nito Mestre, Piero, Celeste Carballo, los Illya Kuryaki, León Gieco, Charly García, Víctor Heredia, Mariano Mores, Facundo Ramírez, Horacio Molina, Coqui y Claudio Sosa y Hamlet Lima Quintana. 15.000 personas deliraron durante poco más de dos horas y media de show.
También editó «Sino», una placa en la que compartió la producción artística con Fito Páez y participó en la banda sonora del filme «Convivencia», cantando un tema con Pablo Milanés y otro con el ya desaparecido Roberto Goyeneche. En noviembre de ese año se publicó una compilación, titulada «Mercedes Sosa, 30 años», que reunió una veintena de temas grabados en diversas épocas por «La Negra».
En noviembre de 1994 apareció «Gestos de amor», muy bien recibido por el público, que rápidamente le valió ser distinguida con el Disco de Platino.
A mediados del mes siguiente, representó a las voces de la Argentina y América, en el Segundo Concierto de Navidad realizado en la Sala Nervi del Vaticano. Fue la más aplaudida en ese espectáculo realizado para el Vicariato de Roma, del que participaron, entre otros, el tenor español Alfredo Kraus y la soprano Renata Scotto.
Unos días antes, en dos inolvidables jornadas, fue la solista de la «Misa Criolla», que se presentó, con un coro de casi 600 almas, en el imponente Anfiteatro Frank Romero Day, de la ciudad de Mendoza y que fue presenciado por cerca de 30.000 espectadores. Cerró el año con dos actuaciones en el Luna Park.
En enero de 1995, luego de participar en el Festival Internacional de Mar del Plata intervino en el «Americanto» realizado en Mendoza. A mediados de año visitó Chile, comenzando una «tournée» que la llevaría a Costa Rica, El Salvador, Honduras, Panamá y Uruguay.
En agosto de ese año, cerca de dos mil personas respondieron a la convocatoria del ciclo «Maestros del Alma» para brindar un cálido homenaje a Mercedes Sosa quien aquella noche recibió el testimonio del siempre creciente afecto del público y el canto de sus compañeros músicos como Julia Zenko, Peteco Carabajal y Víctor Heredia, entre varios otros. Más adelante, realizó una gira por varias ciudades del Brasil, entre ellas, San Pablo, Belo Horizonte, Florianópolis y Porto Alegre.
Un tiempo después hizo dos exitosas actuaciones en San Juan de Puerto Rico, que fueron el prólogo de una extensa gira por los Estados Unidos realizada en noviembre último y que comenzó en el Zellenbach Hall – Cal Perfomance Arts Center de Berkeley, San Francisco. Luego siguió con dos conciertos consecutivos en el Wadsworth Theater – UCLA de Los Ángeles, California y presentaciones en el Bass Concert Hall, de Austin, Texas; en el Jackie Gleason Theater for the Performing Arts de Miami, Florida; en el Kennedy Center for the Performing Arts, de Washington; en el Avery Fisher Hall – Lincoln Center de New York; en el Symphony Hall de Boston, Massachusetts y en el Queen Elizabeth de Vancouver, en la Columbia Británica. Luego actuó en Lima y al cabo de ese concierto realizó otros dos en La Paz, Bolivia.
En un año de mucha actividad artística como 1995, no le faltó tiempo para estar cerca de sus compañeros músicos. Solidaria, no sólo preconiza la necesidad de unión de los músicos argentinos, sino que pregona con el ejemplo. Intervino con su voz en las grabaciones de los discos de María Graña, Peteco Carabajal, Los Trovadores, Alejandro Dolina, Lito Vitale, Víctor Heredia y Eduardo Lagos. También cantó en vivo en las presentaciones teatrales de Coqui y Pajarín Saavedra, Víctor Heredia, Liliana Herrero y Peteco Carabajal.
En 1996, «La Negra», reconocida unánimemente como la dueña de una de las voces más importantes del mundo, desplegó una intensa actividad profesional. En los primeros meses realizó una gira que la llevó a recorrer escenarios de varias provincias argentinas, en festivales de ciudades como Diamante (Entre Ríos); Villa María y Villa Allende (Córdoba) para luego de una actuación en Concepción (Chile), culminar el mes de enero con aquella inolvidable noche de clausura del XXXVIº Festival Nacional de Folklore de Cosquín. Una noche que aún perdura en la memoria de muchos, que vibraron con el canto de nuestra tucumana.
A Cosquín le siguieron, durante febrero y marzo, presentaciones en Rosario (Santa Fe); Puán, Baradero y Mar del Plata (Provincia de Buenos Aires); Villa Carlos Paz y Leones (Córdoba); Tunuyán (Mendoza), Chilecito (La Rioja), Punta Arenas y Santiago (Chile). La gira estival concluyó con dos actuaciones en Asunción (Paraguay), con la presencia del compositor e intérprete Charly García como artista invitado.
A comienzos de abril volvió a los estudios para grabar «Escondido en mi país», su nuevo disco, con un repertorio netamente folklórico, de gran repercusión en el público. Unos días después de finalizado su trabajo en Buenos Aires, realizó un exitoso concierto en las Islas Canarias. A mediados de año le siguieron conciertos en el Brasil y más adelante, actuaciones en Ecuador, Uruguay y en algunas ciudades de los Estados Unidos y Canadá.
En el segundo semestre de 1996 hizo la presentación en el Teatro Opera de Buenos Aires de los temas de su disco «Escondido en mi país». Cinco conciertos a sala llena con un público entusiasmado por este «baño de folklore», como dijeron algunos críticos. Poco después concretó una serie de actuaciones por Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico, donde el 20 de octubre realizó un concierto memorable. Luego de ese fatigoso viaje se puso a trabajar de lleno en el disco que grabó con temas de Charly García.
Iniciado el año 1997 participó en el XXXVIIº Festival Nacional de Folklore de Cosquín, llevando como invitado a Charly García. Fue un verdadero acontecimiento musical que marcó un hito en la historia de este popular evento.
Luego MERCEDES SOSA viajó a la ciudad de Bogotá, Colombia, para intervenir, junto con Charly García y Fito Paéz en un multitudinario espectáculo realizado en el estadio El Campín.
Tras muchos meses de labor el disco quedó terminado. Grabado en Madrid, Nueva York y Buenos Aires, «Alta Fidelidad. Mercedes Sosa canta Charly García» reúne una docena de canciones: «Cuchillo», «Promesas sobre el bidet», «Rezo por vos», «Como mata el viento norte», «Cuando ya me empiece a quedar solo», «Hablando a tu corazón», «Los sobrevivientes», «El tuerto y los ciegos», «De mí», «Cerca de la revolución», «Siempre puedes olvidar» y «Plateado sobre plateado (huellas en el mar)», creadas por el talentoso músico del bigote bicolor, salvo «Rezo por vos», compuesta junto con Luis Alberto Spinetta y «Siempre puedes olvidar», con Fabiana Cantilo.
En este trabajo de excepción han trabajado músicos notables como: Pedro Aznar, Bernardo Baraj, Juan Bellia, Andrés Calamaro, Alejandro De Raco, Erica Di Salvo, Ulises Di Salvo, Ciro Fogliatta, María Gabriela Epumer, Rubén Georgis, Pablo Guadalupe, Belén Guerra, Juanse, Rubén Lobo, Nito Mestre, Migue, Rinaldo Rafanelli, Rodolfo Ruiz, Gabriel Said, Mario Serra y el gran actor argentino Alfredo Alcón que puso su voz en «Los sobrevivientes».
A lo largo de su brillante trayectoria artística, además de las distinciones mencionadas, Mercedes Sosa fue declarada Ciudadana ilustre de Tucumán, recibió la Orden del Mérito de la República Federal de Alemania; la Medalla al Mérito Cultural del Ecuador; la Placa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú, en reconocimiento a sus 30 años de difusión del canto latinoamericano; el Premio ACE 1993, por su LP. «Sino» y el Martín Fierro 1994 al mejor show musical en televisión.
Durante 1995 Mercedes Sosa recibió varios premios y distinciones. Entre ellos, el Gran Premio CAMU-UNESCO 1995, otorgado por el Consejo Argentino de la Música y por la Secretaría Regional para América Latina y el Caribe, del Consejo Internacional de la Música de la UNESCO; el Premio de la UNIFEM, organismo de las Naciones Unidas que la distinguió, poco antes de su actuación en el Lincoln Center de New York, por su labor en defensa de los derechos de la mujer; Konex de Platino 1995 a la Mejor Cantante Femenina de Folklore y Konex de Brillante a la Mejor Artista Popular de la Década. También ese año recibió el halago de ser incluida por la Secretary-General United Nations Politic World Conference on Women, en la colección discográfica denominada «Global Divas».
Este trabajo, que incluye «Gracias a la vida» cantado por Mercedes Sosa, de distribución internacional, reunió a algunas de las voces más importantes del mundo de todos los tiempos, entre las que están Edith Piaff, Marlene Dietrich, Amalia Rodrigues, Lucha Reyes, Miriam Makeba, Celina González, Marian Anderson, Aretha Franklin, Elis Regina, Maria Bethânia y Gal Costa.
En julio de 1996 en Porto Alegre, Brasil, el Gobierno del Estado de Rio Grande do Sul le otorgó la Medalla Simöes Lopes Neto en honor a sus méritos artísticos y personales puestos al servicio de la unidad de los pueblos.
El 4 de octubre de 1996, en la ciudad alemana de Aix-la-Chapelle, recibió el Premio CIM-UNESCO 1996 del Conseil International de la Musique – UNESCO, con sede en la ciudad de París, Francia, destinado a músicos de todo el mundo, que se han destacado personal y profesionalmente.
Este Premio, creado en 1975, está destinado a recompensar a los músicos e instituciones musicales que con sus obras o actividad han contribuido al enriquecimiento y desarrollo de la música y servido a la paz, a la comprensión entre los pueblos, la cooperación internacional y a los otros fines proclamados por la Carta de las Naciones Unidas y el Acta Constitutiva de la UNESCO.
En el caso de la cantante Mercedes Sosa, expresó en su comunicación el Consejo Internacional de la Música, «El Jurado ha decidido el otorgamiento de este Premio no sólo por su brillante carrera sino también en reconocimiento de sus grandes valores éticos y morales de los cuales ha dado prueba durante los sombríos años que conoció la Argentina, por la preocupación que ha tenido de promover constantemente la defensa de los derechos humanos».
Unos días antes, en la Sede del Consulado General de la República Argentina en Nueva York, Mercedes Sosa recibió otra distinción, esta vez del Consejo Interamericano de Música de la Organización de los Estados Americanos (OEA). Ante representantes de todos los países latinoamericanos, recibió un Diploma de Honor en reconocimiento a su trayectoria.
El 9 de diciembre de 1996 en el Congreso Nacional, el pueblo de todo el país, a través de sus legisladores, le rindió un homenaje, en su calidad de «personalidad de la cultura nacional, por su valiosa trayectoria artística en defensa de la música popular». Aquella tarde un grupo de músicos populares argentinos se sumó con el aporte de su arte al gesto de los diputados. Actuaron y ofrecieron lo mejor de cada uno de ellos: Peteco Carabajal, Verónica Condomí, Coqui, Claudio y Pocho Sosa, Liliana Vitale, Rodolfo Mederos, Federico de la Vega, Chango Farías Gómez, Víctor Heredia, León Gieco y Charly García que interpretó su creativa versión del Himno Nacional Argentino con lo que hizo vivir un momento de profunda emoción, no sólo a Mercedes y a los presentes, sino también a quienes siguieron el acto a través de la radio y la televisión.
A principios del mes de marzo de 1997, recibió por su disco «Escondido en mi país», el Premio ACE (Asociación de Cronistas del Espectáculo) al Mejor Disco de Folklore.
Últimos diez años
En el año 2000 Mercedes finaliza un proyecto largamente anhelado: la interpretación y grabación de la «Misa Criolla», la obra cumbre del folklore argentino. Mercedes logra una versión de una profundidad, exquisitez y belleza sin igual. El mundo musical recibe esta creación con excelentes críticas y comentarios. La trascendencia de las misma logra llegar al plano internacional con tal fuerza y adhesión que comienza a cosechar premios y reconocimientos importantísimos como la entrega del premio Grammy Latino a la mejor Interpretación de una obra musical. Todo un logro, teniendo en cuenta que llegan a las instancias finales del mismo, importantísimos artistas de talla internacional.
En el año 2001 Mercedes ofrece una serie de recitales en vivo en el teatro Gran Rex de Bs. As. denominados «Acústico», obteniendo una vez más enorme repercusión en el medio artístico. Estos emotivos recitales quedaron plasmados en la edición de un disco doble que lleva el mismo nombre del espectáculo: «Acústico». En él se pueden apreciar versiones remozadas de canciones inolvidables y clásicas del repertorio de Mercedes, con un sonido acústico, interpretados excepcionalmente por su banda de músicos.
Con Acústico emprende una vez más, giras por el interior del país y por el exterior: Europa, Latinoamérica, Centroamérica y Norteamérica. En noviembre obtiene su segundo Grammy Latino.
A fines del 2002 se produce uno de los encuentros quizás más esperados por los seguidores y amantes de la música popular de nuestra tierra: Mercedes Sosa – Víctor Heredia y León Gieco. Juntos inician un proyecto artístico musical denominado «Argentina quiere cantar». El éxito enorme de estos shows se ve momentáneamente interrumpido por problemas de salud de Mercedes, pero en el mes de abril de 2.003 reinician los mismos con grandes expectativas.
Luego de dos años de ausencia de los escenarios, en septiembre de 2005, Mercedes Sosa puso lo mejor de su empeño para superar algunas adversidades médicas.
Se presentó en el ciclo de conciertos Música en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno de Argentina, ante una platea de 150 personas, pero con una audiencia televisiva de un millón de espectadores.
Luego, en noviembre, se presenta en la apertura del Encuentro de Música de Provincias, un concierto al aire libre y ante 8.000 espectadores.
Este nuevo trabajo discográfico recibió los más enfáticos elogios de la crítica especializada, la Revista Rolling Stone lo eligió como el Mejor disco folklórico del año publicado en Argentina, el 19 de diciembre recibió el Premio Clarín como La Figura Folklórica del Año. Corazón libre recibió el Premio Carlos Gardel 2006 en la Categoría Mejor Álbum Artista Femenina de Folklore y se postula para los Grammys Latinos en las categorías Mejor Álbum Folk y Mejor Disco del Año. Obtiene su tercer Grammy Latino en Mejor Álbum Folklórico.
Los conciertos realizados a lo largo del 2006 han tenido la característica de una Mercedes Sosa impecable en su interpretación y caudal vocal; junto a una maravillosa calidad interpretativa… estos conciertos la llevaron a Punta del Este, Mar del Plata, el Festival Nacional del Folklore de Cosquín, a la Fiesta Nacional de la Tonada en Tunuyán (Mendoza), al multitudinario concierto organizado por Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en Palermo el 18 de febrero, al concierto de apertura de Córdoba-Capital de la Cultura de América en la ciudad de Córdoba, al Festival de la Guitarra de Dolores (Provincia de Buenos Aires).
El público de la ciudad de Rosario celebró alborozada sus conciertos en el Teatro El Círculo, en el Acto por del Día del Trabajador frente al Monumento a la Bandera ante 50.000 espectadores, y en el 3° Encuentro de Músicos Populares.
El 25 de mayo cantó en el Acto de los festejos de la fecha patria en la Plaza de Mayo, siendo celebrada su interpretación por cientos de miles de personas presentes en la Plaza y a través de la televisión y la radio.
Durante todo 2007, estuvo abocada a cumplir con compromisos de actuaciones en Latinoamérica y Estados Unidos. En Buenos Aires, cierra su año de conciertos acompañando a Julio Bocca en su despedida de los escenarios; a la vez que presenta dos conciertos junto a Folkloristas, el espectáculo pensado para promover nuevos valores.
Alternando con las giras, el estudio de grabación se convierte en su segundo hogar, y va llenando su corazón de la alegría de encontrarse con sus compañeros artistas.
Ya 2009 la encuentra con algunos problemas de salud, pero a la vez con la inmediatez de tener que concluir los compromisos de grabación, producción fotográfica y registro de filmaciones.
Como si fuera un anuncio, este año solamente se presenta en tres conciertos. El 29 de Enero en Villa Dolores, Córdoba; y el 31 de Enero en Carhué, Provincia de Buenos Aires.
La última vez que estuvo con su público fue en la ciudad que la vio nacer intelectualmente, donde nació al amor, donde redactó el documento guía de su vida; el Manifiesto del Nuevo Cancionero. Fue en Guaymallén, Mendoza.
Su salud no le permitió presentar en persona el lanzamiento de “Cantora 1” el 31 de Marzo.
Sin embargo, Cantora seguía necesitando de ella, y ella feliz pensando en más producciones discográficas.
En noviembre de 2009, “Cantora 1” fue merecedor del Grammy Latino, así como también “Deja la vida volar" en 2011.
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