CONDENAN A SEIS REPRESORES POR LOS CRÍMENES EN LA QUINTA DE “LA PASTORIL” OCURRIDOS A DÍAS DEL GOLPE DEL ´76
*Por Gerardo Aranguren
El juicio por
homicidios y secuestros en una reunión del comité central del PRT en Moreno
finalizó con la condena a prisión perpetua para los ex miembros del Ejército
Eduardo Sakamoto, Héctor Raffo, Juan Jöcker y Juan Giraud. Los expolicías Julio
Pérez y Juan José Ruiz recibieron 19 y 20 años de prisión y el exmilitar Carlos
Alberto Guardiola fue absuelto.
Tras 46 años, este jueves
se rompió con la impunidad que había sobre la masacre de la quinta La Pastoril,
el ataque de fuerzas conjuntas durante una reunión del Comité Central del PRT
en la localidad bonaerense de Moreno el 29 de marzo de 1976. Los jueces Matías
Mancini y Esteban Rodríguez Eggers y la jueza María Morgese Martín, del
Tribunal Oral Federal 5 de San Martín, condenaron a seis de los siete acusados
por crímenes de lesa humanidad cometidos contra 15 militantes políticos cinco
días después del golpe.
Recibieron penas de
prisión perpetua como coautores de homicidios y secuestros los exmilitares
Eduardo Sakamoto, Héctor Alberto Raffo, Juan Carlos Jöcker y Juan Manuel
Giraud, quienes integraron como oficiales y suboficiales las compañías que
participaron del operativo represivo.
Los ex policías
bonaerense Juan José Ruiz y Julio Alejandro Pérez recibieron penas de 19 y 20
años de prisión. Ambos eran suboficiales de la Comisaría 1° de Moreno de la
Policía Bonaerense, donde fueron llevadas personas secuestradas y algunos de los
cuerpos que luego fueron enterrados como NN. El Tribunal los consideró
partícipes secundarios de homicidios y secuestros.
El único absuelto
resultó el exmilitar Carlos Alberto Guardiola, de la Compañía de Ingenieros de
Pablo Podestá. La querella de familiares, representada por Pablo Llonto, había
solicitado una condena a prisión perpetua para él mientras que la fiscalía
había pedido la absolución, por entender que no quedó probado en el debate su
participación en el operativo.
Más allá de las penas,
el Tribunal ordenó al Cuerpo Médico Forense que realice informes médicos a los
condenados para analizar si se encuentran en condiciones de cumplir la pena en
cárcel común, como solicitaron la querella y la fiscalía.
También resolvió que se
amplíe la investigación a partir de pruebas y testimonios que surgieron durante
el debate, como los delitos cometidos contra dos niñas y un niño de entre 4
años y 6 meses que estaban junto a sus padres ese día, y las posibles nuevas
víctimas que aparecen en documentos de inteligencia de la época.
Los jueces, además,
hicieron lugar al pedido de la querella y mencionaron en el veredicto a los
tres acusados que murieron impunes en diferentes etapas de la causa, como el
mayor Miguel Ángel Armúa, jefe de la Compañía de Ingenieros 10 de Pablo
Podestá, el excomisario Omar Hernández y el expolicía Julio Salvetti.
Este fue un juicio
particular, ya que, a diferencia de la mayoría de las causas de lesa humanidad,
no se trataba de crímenes alrededor de un centro clandestino de detención sino
que ocurrieron en una casa quinta que el PRT había alquilado para una reunión
secreta de su Comité Central y de algunas organizaciones aliadas, como el MIR
de Chile y de Tupamaros de Uruguay.
La mayoría de los
líderes del PRT lograron escapar, como Mario Roberto Santucho, Benito Urteaga y
Domingo Menna. Sin embargo, cuatro militantes de la organización fueron
asesinados en el lugar, María Elena Amadío, Emilia Susana Gaggero, Víctor Hugo
González y Ruperto Méndez, y otros 3 en los alrededores, cuando escapaban en un
auto, Juan Mangini, Nelson Agorio y Héctor Chávez.
Al menos otras ocho
personas más fueron secuestradas y llevadas a diferentes centros clandestinos
de detención, como Puente 12 y la Comisaría 1° de Moreno, y sólo cuatro
recuperaron la libertad.
Los hechos lograron ser
ocultados durante más de 40 años, pero el impulso de las familias de las
víctimas logró condenas históricas y la visibilización de una masacre que había
sido silenciada. Después del veredicto, la causa continuará para saber si hubo
más víctimas y más victimarios que llevar a la justicia.
Fuente: Resumen Latinoamericano
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