*Por Diego Carbone
Atentado a Cristina Kirchner: El instante menos pensado pero recontra previsible, sorprendió pero la escalada de violencia lo hacía factible. Las violaciones de derechos que hacen yunta con el discurso de odio. La represión a la ocupación del espacio público: las necedades y astucias de la oposición.
El magnicidio pudo ocurrir a la vista de millones de argentinos. De no ser por fallido del asesino o un milagro, Cristina Fernández de Kirchner habría sido asesinada y la Argentina estaría sumergida en una pelea a sangre y fuego entre Montescos y Capuletos...!!!
Hay que ir muy atrás en la historia nacional para dar con un magnicidio de tal dimensión en nuestro país, tal vez al asesinato en el senado de la Nación, buscado matar a Lisandro de la Torre.
El hecho atroz aconteció en el momento menos pensado, da la impresión, de una falla o relajamiento de la custodia. Hay una investigación del hecho.
Era recontra predecible, factible cuanto menos Se preanunció desde hace años, se escaló desde el alegato del fiscal federal Diego Luciani. Se aceleró cuando el Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta valló las inmediaciones del domicilio de CFK y reprimió con saña a una manifestación pacífica. Le dieron manija sus competidores de Juntos por el Cambio (JpC) que le pidieron más leña, con la ex ministra Patricia Bullrich como abanderada, bajando dos containers con piedras, para que los manifestantes se defendieran de la represión y tener una excusa. Transmutaron un acto de amor en un caso de guerra.
* “No pasarán...”, la consigna de la policía de Larreta. Las comparaciones siempre son imperfectas pero algo semejante pasó en el Puente Pueyrredón, en el río Chubut, en la zona del Lago Mascardi como preludio de masacres perpetradas por fuerzas de seguridad del gobierno de Juntos por el Cambio. Se alecciona a los uniformados a defender el supuesto orden público con violencia, y con proverbial brutalidad el leit motiv que los alienta es * “son ellos o somos nosotros...!!!” Cuando la agresión, siempre la provocan ellos y luego reprimen con dureza.
Arrancan con la detención violenta de algunos manifestantes para calentar el ambiente y provocar la reacción.
Cuentan con el respaldo del “Discurso de odio” desde la dirigencia opositora, con palabras violentas, discriminatorias, despectivas, racistas o misóginas que llegan hasta el pedido de pena de muerte para CFK formulado por un diputado de PRO. y el apoyo mercenario de los medios hegemónicos, fueron el caldo de cultivo de este intento de magnicidio, contra la Vicepresidente, por un asesino solitario.
El presidente Alberto Fernández decretó feriado nacional para el viernes, sumándose a la convocatoria a plazas o espacios públicos de todo el país. Una pausa para elaborar en medio de la conmoción.
Se congregaron multitudes en
numerosas ciudades y pueblos. La Plaza de Mayo se llenó del Pueblo, en apoyo a
Cristina y desprecio a la oposición y a los medios, que iniciaron para que esto
ocurriera. Los gobernadores radicales de Jujuy y Mendoza, desacataron el
feriado.
El acto en Plaza de Mayo congregó cientos de miles de personas. Participaron con alegría, y cánticos. La violencia estuvo ausente, los medios hegemónicos se esforzaron para encontrar algún borracho, o enfrentamiento entre grupos…se quedaron con las manos vacías.
La movida callejera argentina popular es así, tranquila y con alegría, con la participación cuatro generaciones. Quienes tienen más años rememoran viejos, terrores, dolores y vivencias del pasado y ruegan al cielo que no vuelvan esos tiempos que la oposición añora.
En la sesión de repudio en el Congreso de la Nación, en diputados, la mayoría de los referentes de JxC “repudió” solo el grupo duro de la ultra-derecha, mostro su enojo y oposición al desagravio.
Apenas un puñadito de comunicaciones telefónicas personales con Cristina, entre personas que se conocen desde hace años y practican la misma actividad dejo una sensación de insuficiente.
La patética sesión de Diputados naufragó sin conseguir unanimidad o mayoría aplastante para un sincero repudio a un hecho descomunal.
Nada nos sorprende: es lo que hay. La posición de la oposición sigue siendo la de agigantar la grieta y poniendo gobernabilidad en jaque.
La clase trabajadora porfía en reclamar sus derechos día tras día, a través de la acción directa. A menudo se han obtenido o defendido conquistas. El sistema democrático no existiría o sería menos equitativo sin “la gente en la calle”.
No hay violencia solo quieren vivir en paz, dignamente. Si se los observara con detenimiento queda comprobado que los pobres son muchos. Se remarca menos que son trabajadores. Que las familias quieren que los hijos vayan a las escuelas, aspiran a que los chicos lleguen a niveles de enseñanza superiores a ellos, dan y piden respeto. Laburan muchas horas para recibir retribuciones insuficientes.
Las clases dominantes buscan el enfrentamiento, saben que en ese terreno las correlaciones de fuerzas son más equitativas que en la mesa de negociaciones y por eso, reprimen por odio y para mantener al Pueblo sojuzgado.
“¿Qué hubiera pasado si la vicepresidente hubiese resultado muerta?” es una pregunta que ayuda a repensar, a entender que no todo está escrito de antemano y que todo puede fallar.
Buscan la diáspora y les salió el tiro por la culata. Unieron al Pueblo más que nunca y fortalecieron al oficialismo, y se complicaron el escenario de las elecciones presidenciales del 2023 que creían tener en el bolsillo.
El Pueblo les tiro el bochín al fondo y les complico la jugada triunfal, eliminar al mejor jugador del partido gobernante y cambia todo el escenario con el Pueblo en las calles.
Las injusticias económicas y sociales
que ellos mismos provocan, siguen en pie, la inflación no se detiene y los
formadores de precios continúan con la maquinita de remarcarlos.
Ahora apostaron a la violencia y el
Pueblo los dejó fuera de la jugada yéndose al maso.
HAY QUE ESTAR CON LOS OJOS MUY ABIERTOS, PORQUE BUSCAN EL ENFRENTAMIENTO
Y QUE CORRA SANGRE, PARA VOLVER A ENCUMBRARSE EN EL PODER, SIN IMPORTAR LA
MANERA DE LLEGAR...!!!
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