LA ESTRELLA FEDERAL: SÍMBOLO DEL FEDERALISMO

 

*Por Pablo A. Vázquez

El 30 de marzo pasado, en el marco de un nuevo aniversario del nacimiento de Juan Manuel de Rosas, se inauguró en Berazategui un monumento a la Estrella Federal. A través de la Secretaría de Obras y de Organizaciones No Gubernamentales de la comuna se llevó adelante dicha obra que contó con el impulso del Prof. Rodolfo Cabral, historiador local y presidente del Instituto Juan Manuel de Rosas de Berazategui y la realización del escultor Tito Ingenieri.


Desde el 2021 hubo una serie de reuniones con el Intendente Dr. Juan José Mussi y el Lic. Pablo Vázquez. Secretario del Instituto Nacional de Investigaciones históricas Juan Manuel de Rosas, quienes evaluaron positivamente dicha iniciativa y le dieron todo su apoyo.


Si bien existe una Estrella Federal al ingreso del municipio de Monte, donde desde hace unos años se celebra la Fiesta Nacional de la Federación, en conmemoración del inicio de la expedición al Desierto de Rosas que inició dicha epopeya en dicha zona, donde estaba su estancia “Los Cerrillos” y estaban asentados “Los Colorados del Monte”, la instalación en Berazategui sería la primera en la zona sur del conurbano bonaerense.


Sumado al busto de Rosas emplazado recientemente en Ministro Rivadavia, partido de Almirante Brown, la presencia del Restaurador en el Conurbano Sur se afianza día a día. Volviendo al acto citado inicialmente, emplazado en las intersecciones de Vergara y 14 de la ciudad de Berazategui, el acto de inauguración contó con las palabras de los citados Rododlfo Cabral, Tito Ingenieri, Pablo Vázquez y Juan José Mussi, destacando los cuatro la importancia del monumento a la Estrella Federal como símbolo vinculado al ideario de Rosas como ejemplo de identidad bonaerense y defensa de nuestra

soberanía.


La estrella federal fue un símbolo que, junto con la divisa punzó, el cintillo y demás elementos identificatorios de la Confederación Argentina, caracterizaron al período que dominó la figura de Juan Manuel de Rosas en nuestro país. Contrariamente a lo que se piensa, la flor de ocho puntas no fue hegemónica en el siglo XIX para identificar al rosismo, como sí la divisa punzó como se observa en la iconografía de la época. Hay una referencia, tomada del texto del Dr. Julio Otaño, publicado en la página web del Instituto Rosas de General San Martín, que refirió: “Juan Manuel de Rosas, en 1836

mantiene una correspondencia con el gobernador de Santiago del Estero, Felipe Ibarra.


Hablan de símbolos, se preocupan por adoptar una reseña y una divisa que logré nuclear a las fuerzas federales frente a sus adversarios los unitarios. Claramente están hablando de un proyecto político, evidentemente tienen una idea de Nación, ambos, Ibarra y Rosas, son además la expresión de las mayorías populares, y esto último es indiscutible tanto para los historiadores de la Academia como para los otros. El historiador Julio Irazusta en su Vida política de Juan Manuel de Rosas. A través de su correspondencia sostiene que es en estas cartas en donde Ibarra le propone a Rosas el uso de la Estrella Federal como insignia para las fuerzas “patrióticas”, ya que simbolizaba con sus ocho puntas, a las ocho provincias que se opusieron a la constitución unitaria promovida por el Buenos Aires en 1819.


Le escribe Juan Manuel de Rosas a Felipe Ibarra: “Esto mismo les digo a los demás amigos que presiden las provincias, porque si queremos ser Nación debemos hacer valer el poder de nuestra República y elevarla al grado de respetabilidad de que es capaz, es preciso que nos esforcemos todos los gobiernos confederados en uniformar nuestra marcha política y nuestros procedimientos en todo lo concerniente a los intereses generales de ellas, sometiéndonos por ahora, a lo que permite la urgencia de nuestras necesidades y el estado naciente del País y dando tiempo al tiempo para que él y el curso de los sucesos nos indiquen lo más conveniente y allanen su ejecución sin violencia, alteración, ni trastorno alguno perjudicial, a fin de que se desengañen los extranjeros de que con sugestiones estudiosas, dirigidas a rivalizar intereses particulares, no han de conseguir lograr predominio sobre nosotros, fraccionando la suma del poder y la respetabilidad que tiene en sí toda la República, y que seguramente es grande obrando de concierto y siempre unidas las diversas Provincias que la componen. De lo contrario, sabe Ud. que nunca seremos nada sino el ludibrio y juguete de los extranjeros que no van más que a su negocio”.


Siguiendo la investigación de Leandro Pankonin: “Los avatares del rosismo y la historia de los usos de la estrella federal (1921 – 1954)”, si bien en la época de Rosas hubo referencias sobre la estrella federal, máxime cuando fue incluida en la simbología militar en la insignia de divisa de coronel de 1813, como la publicación de Cuzco, La Estrella Federal (1836 – 1839) y el periódico tucumano La Estrella Federal del Norte (1841). Pocas referencias a la flor de color punzó en relación al rosismo, hasta que, según Pankonin, fue “en 1920 que Enrique Banchs publicó una poesía titulada “Flor de las flores” en la revista Caras y Caretas donde aludió a la planta en cuestión “Flor de la estrella – federal, en soberano orgullo empurpurada…”. Este es el primer registro de denominación de la planta como estrella federal, que hemos identificado. En 1929 Guillermo Saraví, otro poeta con vasos comunicantes con Banchs por su influencia declarada sobre éste pero también por compartir cierta estética modernista para la época, publicó El supremo entrerriano (poema histórico).” En dicho texto se señaló en un verso que la montonera de Ramírez: “Levantó el solar como divisas un puñado de estrellas federales”.


Pero sería con la novela histórica “La Estrella Federal”, de Julio Cobos Daract, quien dio el impulso definitivo a la difusión del símbolo de la flor como emblema del federalismo. Publicada por la editorial Tor en 1921, con reediciones en 1924 y 1933, siendo esta última la que alcanzó un gran suceso popular, en coincidencia con la revalorización de la figura de Rosas luego de la edición de La Argentina y el Imperialismo Británico de Julio y Rodolfo Irazusta, texto fundante del revisionismo histórico y su maridaje con el nacionalismo de la época.


La novela Estrella federal sería reconocida por Dardo Corvalán de Mendilaharsu y otros autores revisionistas de la primera época como pionera de una mirada positiva sobre el Restaurador. A partir de allí el símbolo de la flor será adoptada en el naciente Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas en 1938 hasta el día de hoy, y su uso se popularizará desde organizaciones políticas de derecha a izquierda, desde sectores conservadores y/o del nacionalismo católico y del nacionalismo revolucionario, como la Alianza Libertadora Nacionalista, Tacuara, y Guardia Restauradora Nacionalista, pasando por el radicalismo de FORJA y el peronismo, en sus diversas vertientes, hasta llegar a los grupos guerrilleros como Uturuncos, FAP y Montoneros. Felicito por la iniciativa del monumento en Berazategui, que nos recuerda que aún hoy que la estrella federal es un símbolo de unión de nuestra Nación y de lucha constante por la defensa de nuestra Soberanía, para sostener una Argentina donde, a pesar de las dificultades que se suman día a día, vale la pena lograr un proyecto colectivo superior para bien de la comunidad.


*Lic. En Ciencia Política; Secretario del Instituto Nacional Juan Manuel de Rosas

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