LA TRASLACIÓN DE LA CULPA NO RESUELVE EL PROBLEMA

 



*Por Eliana Valci


Si observamos la conducta de las personas desde su aspecto psicológico en lo que respecta a asumir los errores cometidos, casi siempre tenderán a endilgar a otro esa responsabilidad, porque es más sencillo apuntar con el dedo que hacerse cargo.


Venimos de casi dos años de escuchar: ah, pero Macri!...y a eso sumémosle en el contexto actual el: ah, pero la Pandemia! Que la oposición ha hecho mal las cosas…sí, lo sabemos. También estamos al tanto que el mundo fue azotado por lo menos pensado.


Todo lo mencionado no sirve para justificar errores u omisiones. Lo más responsable sería buscar la solución a los problemas, no los culpables.


Por lo tanto, que la portavoz del Gobierno (Gabriela Cerruti), apunte a la gestión de Cambiemos o de Juntos por el Cambio (o como sea que se llamen) como los responsables de la desinversión en educación porque de acuerdo al informe de la Unesco hemos llegado a un “piso histórico” desde 2019, es por lo menos deplorable.


La solución a todos los problemas reside en la educación. Si nuestro país ha sido generalmente considerado uno de los más cultos de Latinoamérica, ¿por qué no explotar ese recurso?


Es bien sabido que la información es poder, y que aquel que tenga conocimiento suficiente no podrá ser llevado de las narices, destacará entre la masa que consume lo que el capitalismo le imponga.


Entonces, ¿hay una real preocupación por el déficit educativo? O ¿en esta teoría de la culpa se hacen todos los distraídos para pasarla bien?


Mejor que decir es hacer... y hasta el momento no se ven hechos concretos. La educación sigue apuntando a los países del norte, no se hace hincapié en el ser nacional y nuestra historia. Nos hacen creer que carecemos de identidad, pero la tenemos!!!.


Después nos “sorprendemos” si el pueblo toma decisiones contradictorias o en contra de sus propios intereses. La educación es necesaria para saber quiénes somos, qué queremos y hacia dónde vamos.


Mientras no asimilemos esto seguiremos viviendo en un eterno “sálvese quien pueda”, emulando la serpiente que se come la cola, fin del principio y el principio del fin.




*Directora Ida & Vuelta Medios

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