SINIESTROS

 


*Por Eliana Valci

Los repudiables acontecimientos respecto de las vacunas contra el Covid-19, les han dado letra suficiente a los paladines de la oscuridad para “autoconvocarse” y sacar a relucir su ética y moral con olor a naftalina.

Indignados se hicieron oír ante la escena de los VIP, desbordados por el Alzheimer que no les permite recordar que meses atrás no querían vacunarse por temor a convertirse en “comunistas”.

El alemán lo tienen bien avanzado (en los aspectos que convienen, claro), ya que ninguno hizo mención al negociado que tiene Larreta con las prepagas en torno al plan de vacunación. Así como también está vedado del recuerdo las vacunas que dejó vencer el secretario de salud Adolfo Rubinstein, durante la gestión de Mauricio Macri. O la afirmación y concreción de los dichos de la ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal: "No voy a abrir hospitales nuevos porque es una estafa a la gente".

Por supuesto que para estos desmemoriados todo esto no implica injusticia, porque es del lado amarillo de la grieta.

A su vez, la mayoría de los representantes de Juntos por el Cambio que fueron entrevistados en el 27F sostuvieron que “la gente se manifestaba en paz”, con el lapsus de que esa memoria frágil los retrotrajo a un tiempo nefasto de nuestro país.

¿Se puede considerar pacífico poner bolsas mortuorias frente a la Casa Rosada? Ante este interrogante la historia nos asiste y podemos decir que ¡no! Por ese tipo de operaciones tenebrosas hoy abuelas y madres siguen buscando a sus nietos e hijos y los hijos continúan a sus padres para recuperar su identidad.

Este tipo de accionar no se resuelve con el repudio del presidente desde su cuenta oficial de Twitter. Si el capitán no toma el timón seguirá a la deriva y ésta no será la única marea que deberá enfrentar.


*Directora Ida & Vuelta Medios

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