*Por Red de Mujeres con Cristina
Pensar la política es trabajoso, requiere tiempo y paciencia. Saber escuchar, hablar y debatir, bajar el volumen de los micrófonos para escuchar lo que se habla en voz más baja requiere de un gran ejercicio, muy recomendable para dejar los deseos individuales y los yoismos a un costado. Además, nos enseña mucho a pensar colectivamente. Confundir los deseos con la realidad es un error político, no saber leer la realidad también, por eso pensar y reflexionar la política nos ayuda a encontrar y a descubrir el momento y la palabra política adecuada.
Nuestra referente es Cristina Fernández y pensándola nos preguntamos (seguramente muches lo hacen) ¿Por qué Cristina nos propuso a Alberto Fernández para que sea el presidente de nuestra Nación Argentina? ¿Qué la motivó a dar ese paso a un costado? La respuesta, sin dudar, es porque tiene un gran sentido de la responsabilidad política, interpretó el momento, leyó la realidad y comprendió que era lo mejor para el pueblo que ella no fuera por tercera vez candidata a Presidenta. Así se lo manifestó a Alberto y nosotras confiamos en su gran sentido de la razón política.
Entonces, cuando vemos que además de la difícil situación económica que nos dejó el Gobierno anterior, cuando advertimos que nos está atravesando una pandemia a nivel mundial que está causando grandes destrozos, no sólo en pérdidas de vida sino también en las economías de los países, podríamos decir que es una situación por demás complicada para gobernar. Por momentos pensamos que no se percibe claramente la gravedad de la situación.
Vemos y oímos muchas críticas al Gobierno y esto nos sorprende. ¿Por qué decimos esto? Porque estamos escuchando algunas opiniones y leyendo artículos que se publican criticando fuertemente a este Gobierno y nos preguntamos: ¿de la oposición vienen esas críticas tan desubicadas? Muchas vienen de la oposición, es esperable, pero también vienen de integrantes que formamos esta gran coalición política y que gracias al entendimiento y consenso que logramos ganamos las elecciones de octubre del 2019.
Qué poco sentido de la oportunidad política, nos decimos. Algunes militantes del FdT invitando a un ruidazo para apoyar a nuestro Presidente. ¿Es en serio eso?, otros comunicadores que creen que ayudan al gobierno saliendo con los tapones de punta insultando a los gritos al gobierno anterior. ¿Creen que eso ayuda a convencer al pueblo para que nos apoyen o acompañen las políticas de gobierno? Otros diciéndole a nuestro Presidente lo que tiene que hacer para gobernar y nos vaya bien, todes opinólogues. Comunicadores hablando de lo que ellos piensan. ¿Se postulan para algo? Nosotres queremos que nos informen de lo que la gente dice y siente, no sólo de lo que ellos piensan. Otro que afirma que Alberto no tiene “épica”. ¿Qué sería eso? Según hemos aprendido la épica es un género narrativo de hechos legendarios, de hazañas o epopeyas. Visto desde una perspectiva política es como pretender que nos gobiernen héroes o dioses y no seres humanos, y la política no es de dioses, ni de héroes, es entre seres humanos. La consideración de Alberto como héroe se lo dejaremos a la historia.
Nosotras queremos que nos gobiernen seres humanos, aquí y ahora, tanto el presidente, la vicepresidenta y el gobierno, seres humanos que puedan escuchar al pueblo, que reconozcan sus necesidades y que gobiernen para que podamos vivir con más derechos y felicidad pública y colectiva. Creemos que la política es convencer, no imponer. Esto estaría dentro de los atributos que deseamos tengan los dirigentes políticos.
Nuestro presidente, Alberto Fernández, al asumir su mandato el 10 de diciembre de 2019 dijo: “Superar los muros emocionales, significa que todas y todos seamos capaces de convivir en la diferencia y que reconozcamos que nadie sobra en nuestra Nación, ni en su opinión, ni en sus ideas, ni en sus manifestaciones”. Cristina Fernández, nuestra ex presidenta, ha dicho muchas veces, "La Patria es el Otro".
El gran pensador italiano Antonio Gramsci dice que
para la política hay que ganar la hegemonía de la sociedad sumando voluntades,
consensos, construyendo autoridad intelectual y moral. Gramsci nos propone “un
intelectual orgánico” que es aquel que actúa, piensa y es pensado por el
pueblo. Por ello, estamos convencidas de que la visibilidad de la política requiere
del esfuerzo de todes, de mucha palabra, de mucha conversación, convencidas que
debemos cuidar lo que decimos y tener en cuenta sus efectos. Como militantes
políticas/os, como dirigentas/es, debemos ser responsables. Estamos
construyendo futuro, estamos construyendo Patria entre todes. Es imprescindible
cuidar esta construcción colectiva para las generaciones que vienen.
Comentarios