LO ESENCIAL ES INVISIBLE A LOS OJOS

 





*Por Eliana Valci

En tiempos de pandemia se habla mucho de lo imprescindible, pero creo que no siempre ni en todos los estratos se toma el sentido literal de la palabra.


Todos sabemos cuáles son las actividades laborales más importantes en estos momentos, sin embargo hay empresarios, incluso sindicalistas, que hacen la vista gorda ante reclamos tan básicos como la exigencia de los instrumentos necesarios para el cuidado de la salud propia y de terceros. Hay personas que discriminan a los trabajadores que están altamente expuestos, por temor a ser "contagiados"; pero no piensan que de contraer el virus serían quienes los asistieran ante esas terrible circunstancia.


Por otra parte, vivir, comer y tener un techo donde protegerse es un derecho constitucional de todo ciudadano. Pero en este punto ya nos tornamos ciegos directamente, y la responsabilidad no es del virus.


¡Qué grande les queda a algunos la palabra solidaridad!, y ni hablar del amor al prójimo.


Los poderosos entienden o mejor dicho atienden sus propios intereses, el resto ¡no existe!. Sólo un ciudadano con conciencia social es capaz de tenderle la mano al otro, al más necesitado, al que está en inferioridad de condiciones; aunque como dije previamente entre los ciudadanos comunes también se encuentra el hombre mediocre.


Qué complicado es para algunos comprender conceptos tan simples y llevarlos a la práctica. No obstante, no creo que sean faltos de conocimiento, sino de corazón. Tenes que tener envenenada el alma para no sensibilizarte ante un pobre desvalido o un trabajador desprotegido.


La realidad no necesariamente tiene que ser material ni palpable para actuar en consecuencia. Los justos no tienen porque pagar por los pecadores.


*Directora Ida & Vuelta Medios


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