LA CIDH CITA EN SU INFORME AL GRUPO PARAMILITAR RESISTENCIA JUVENIAL COCHALA Y CATALOGA DE MASACRE A LOS HECHOS SUSCITADOS EN SACABA Y SENKATA

Fotografia de la RJC tomada la noche del 11 de diciembre en Quillacollo, Cochabmba

La CIDH estuvo de visita en Bolivia entre el 22 y 25 de noviembre del presente año y en su informe preliminar cataloga de masacre a los hechos violentos que acabaron con la vida de más de dieciséis personas por impacto de bala en estos dos lugares. Según la comisión “estos hechos se pueden catalogar como Masacre debido al número de personas que perdieron la vida, de un mismo modo, tiempo y lugar, y que se cometieron en contra de un grupo específico de personas”.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos condena de manera enfática las masacres de Sacaba y de Senkata, en las que se habría incurrido en graves violaciones de los derechos humanos”, se lee en el reporte que difundió la CIDH, el pasado 11 de diciembre.

El informe da cuenta que nueve personas habrían sido asesinadas en la zona de Huyllani (Sacaba) y otras nueve en Senkata (La paz) por impacto de bala.

La comisión resalta en su informe que el decreto 4078 promulgado por la presidenta transitoria Jeanine Añez estuvo vigente durante estas masacres y no puede por ningún motivo existir algún tipo de amnistía o exención de responsabilidades para los agentes del Estado.

La CIDH apunta que también recibieron denuncias públicas sobre la desaparición de cuerpos de las personas que habrían sido asesinadas durante la masacre de Sacaba y, además, las víctimas de esta brutal represión denunciaron que fueron muchos más las personas asesinadas de los que se reportaron hasta la fecha. La comisión no da cuenta del número exacto de personas heridas durante este conflicto, pero da afirma que superan las 800 personas.

Sobre la resistencia juvenil Cochala y otros grupos armados

La CIDH cita al grupo resistencia juvenil Cochala (RJC) como un grupo armado y motorizado al que, como otros, debería ser desarmado. Recordemos que los días anteriores y posteriores a la renuncia de Evo Morales, se observó a este grupo y la policía disparar sus armas de fuego en plena plaza de las banderas, hacer redadas, organizarse dentro el comando policial y actuar coordinadamente con grupos de policías “amotinados” en la ciudad de Cochabamba.

En nuestra cobertura a la zona sur de esta ciudad los días posteriores a la renuncia de Evo Morales, lxs vecinxs denunciaban a este grupo por amenazas y quemas de obras que el ex presidente habría ejecutado en estos barrios periurbanos de Cochabamba. Además de denunciar haber sido golpeados por este grupo, la policía y los militares en su intento de movilización en defensa de la mujer de pollera y la Whipala, que días anterior había sido quemada. El informe preliminar de la CIDH señala que “personas entrevistadas por la delegación de la Comisión reportaron la participación directa en la violencia de grupos privados de diferente tamaño y con distintos niveles de armamento

En sus conclusiones, la CIDH recomienda “desmantelar” los grupos armados particulares, “del bando que sean”, que ejercieron violencia contra la población civil.


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