*Por María Silvina Silvestre
No hay mejor ciego que el que no quiere ver, ni mejor sordo que el que no quiere oír, decía mi abuela.
En esta semana tuvimos
dos oportunidades de escuchar por un lado la campana del gobierno en la voz del
secretario de cultura de la nación quien se refiriera a la hambreada situación
de nuestra sociedad como inexistente. Claro está que esto refiere a la negación
de la realidad, la cual es producción directa de gestión y de sus jefes
políticos.
Quienes deben
administrar cultura deben conocer a sus pueblos y sus necesidades, eso es
condición elemental para poder delinear políticas culturales que los identifiquen.
En tanto en boca de Avelluto, tuvimos que escuchar "Ahora, que alguien me diga exactamente qué es emergencia alimentaria, qué es lo que quiere decir técnicamente y prácticamente. Porque parece que en Argentina medio país se estuviera muriendo de hambre y eso es mentira”, dijo el funcionario" es que este funcionario
carece de sentido común cuanto menos; por no decir que es un irrespetuoso e
ignorante. Un negador de la realidad. ¿O es que el mismo no sabe que es la
emergencia y la alimentación? Si algo queda al descubierto es que no solo medio
país paga y pagara por cien años la fiesta con globitos incluidos.
Estamos frente a una gestión de psicópatas, negadores e inmorales. En
tanto nos empobrecen y hambrean, escuchamos en conferencia proselitista
"lo bien que estamos y los esfuerzos que tenemos que hacer para que
aquellos que ni tienen registro del hambre, ni del prójimo nos den cátedra
de ética y moral.
Entre tanto y tanta desidia actual en un encuentro por la cultura y el
deporte del que tuvimos el placer de participar, pudimos escuchar la otra
campana, la de la integridad del ser humano; claro! es que quienes emitían las
palabras ya han transitado el camino del bien común. De entraña peronista uno
de los oradores, el reconocido compañero Jorge Coscia, el ex Secretario de
Cultura de la Nación en mandato de CFK, se remitía a la cultura como algo
integral de la sociedad, como una propuesta de bienestar integradora del
individuo dentro de ella. En esta actividad de unidad y creatividad Coscia y el
conocido político Pato Galmarini plantearon una sociedad más justa con disfrute
de la vida, la cobertura de las necesidades básicas y la interacción de nuevas
políticas inclusivas en la gestión que vendrá.
Desde la cultura y el deporte se confeccionó un documento que se llama
Declaración de la Cultura y el Deporte que vale la pena conocer. Un aire fresco
de esperanza para reincorporarnos como pueblo después de tanto destrato. Una
caricia al alma de la cual todos podemos ser participes; de un proyecto nuevo
de país del que podamos ser participes.
Ahora, ves por que Macrisis cultural vs futuro? La diferencia se nota
cuando la piensan los notables (valga la redundancia, decía mi abuela)
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