DURAN BARBA, ENTRE EL ARTE DE MANIPULAR Y LA NEGACIÓN DE SU SIGNIFICANTE.

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*Por Pedro del Arrabal (para EL EMILIO)


Duran Barba estuvo en Catamarca para brindar lecciones sobre las nuevas formas de hacer política y por si fuera poco, “publicitar” políticos, algo que lo vende como de su creación y que –según él- resulta cautivante, atrayente para enganchar a una muy particular “opinión publica” que la presenta como ultra dependiente de la tecnología de las comunicaciones. Lo sorprendente: Este último detalle -en su llamativo parecer- impide cualquier “manipulación”.

Todo suena muy disparatado pero evidentemente y desde el punto de vista Lacaniano donde palabras, objetos, relaciones y síntomas jugarían de manera interactiva dentro del significante de “manipular”, el hombre, al mejor estilo psicopateador, se mostró muy seguro de sus dichos frente a una audiencia que perpleja escuchaba y se veía imposibilitada de preguntar, cuestionar o reaccionar.

Además el hombre “cobra ($, o u$s)”… ¡Y vaya cómo!!! No se podía perder tiempo con preguntas cuyas respuestas, presiento, serían obvias!!!

Según el matutino ELESQUIU,COM del 10 de septiembre pasado: “la charla se realizó en el marco de la jornada denominada “Pensando Argentina 2030”, organizada por Hugo Diamante, de la que también participaron en calidad de expositores el filósofo oficialista Alejandro Rozitchner, el consultor Manuel Mora y Araujo, el subsecretario de Asuntos Municipales de la Nación Lucas Delfino, los intendentes de la Capital Catamarqueña, Raúl Jalil,…” entre otros figurones nacionales

Evidentemente la disertación de Durán Barba fue el plato fuerte para aquel salón colmado del Hotel Casino catamarqueño que reunió a dirigentes políticos, funcionarios y empresarios de la provincia para quienes pareciera fueron brillantes las palabras del gurú Ecuatoriano; y quizá en esto radique la gravedad de la cuestión y la clave de otra andanada manipuladora dentro de un construcción discursiva paradójica que sostiene “hoy con las nuevas tecnologías, la manipulación no es posible”. ¡Realmente fantástico! Públicamente no hubo comentarios posteriores por parte de los concurrentes ni a favor ni en contra y en este caso los “silencios otorgan”.

La falacia aparece como muy clara, ¿no? Omite que a dicha dependencia tecnológica se llegó por manipulación mediática (la publicidad es generadora de necesidades y manipuladora de estas hasta imponer la creencia que ciertos objetos son “imprescindibles” para la vida¿?).

Barba, para fundamentar su teoría, en algún momento de su disertación manifestó: “Ahora, incluso en esta reunión, ustedes están recibiendo mensajes, música, cazan pokemones… bueno ésa es la opinión pública actual”.

Más que una ironía sonó a una mezcla de sorna para con su audiencia en un claro menoscabo sobre la capacidad intelectual de ella, pero a la vez le salió en formato de fallido freudiano asentado en lo anterior. Por lo rescatado de la crónica, a ninguno de los presentes se le ocurrió ni siquiera insinuar: “este me está tratando de imbécil”.

Barba fue brutalmente sincero al poner en evidencia la transculturación padecida por nuestra sociedad, algo que los medios de comunicación hicieron posible en esta “era global”, y que evidentemente está denigrando a la educación formal al cumplimiento de un simple ritual a todas luces inservible: “Pensemos que la opinión pública, todo lo que se comunica, es 100. ¿Cuánto es lo político?, apenas un 5%, tal vez un 10% en los momentos de mayor politización. ¿Cuántos hablan de los youtubers y cuántos de las obras de Marx?

La pregunta surge naturalmente ¿A ninguno de los presentes se le ocurrió decir? “Oiga maestro, ¿qué esta diciendo? Solo a un tarado se le ocurriría intercambiar opiniones medianamente serías sobre el “Capital” por un celular o en facebook. Además los youtubers son otro producto de mercado y también víctimas de ese mismo mercado al ser manipulados y usados para manipular a otros estupidizándolos; y por carácter transitivo a los adultos también. Perdón Ud. ¿está de acuerdo con esta apreciación?” ¡No! Se deduce que hubo silencio en la sala porque hablaba un “mano santa” (un clon de Alberto Olmedo pero que a diferencia del otro este hablaba supuestamente en serio) de las comunicaciones con titulo de “magister”; y parece que lo que decía era palabra santa. Patético.

Sigamos. ¿A qué llama Barba “opinión pública” hoy?: ”La opinión pública no es más que aquello de lo que conversan los ciudadanos de un país en un momento determinado. Si queremos saber cuál es la opinión pública argentina, deberíamos ver de qué hablaron los argentinos, sobre qué se comunicaron”. Ante tamaña, berreta y menoscabante afirmación donde manipuladoramente eludió mencionar el papel de los medios de comunicación de masas, en este caso la TV, tampoco hubo reacción.

Es pública y notoria la manipulación y fijación de agendas temáticas que hicieron -y hacen- los medios “dominantes” (las convocatorias de las marchas antikernerista se manejaban desde la tele y se las instrumentaba a través de sms y wasap de celulares), entonces no se entiende a qué se refiere Barba cuando habla de “imposibilidad de manipular”; o en todo caso suena a tomada de pelo.

Es demasiado evidente que la gente habla y discute únicamente lo que otros quieren que piensen y discutan; difícilmente el ciudadano común de clase media, apabullado por una vorágine informativa impuesta mediáticamente, sea consciente de que es inducido a consumir basura informativa y hablar de ella como si se tratara de información fidedigna. Para cualquier individuo, el solo hecho de descubrirse desnudado en su ignorancia y además usada por su “adicción” a la tecnología para “otros fines”, resultaría desestructurante; de ahí la perversión de un relato prefabricado de Barba.

Con esa supina ignorancia que habilita deducciones lineales (erudición técnica no es un indicador de sabiduría algo esto último que para Duran es poco rentable) Barba hasta intentó una fundamentación histórica: “Los últimos 10 años experimentamos un cambio descomunal con respecto a la opinión pública. El siglo pasado, básicamente teníamos líderes verticales, un candidato que pronunciaba un discurso, la prensa transcribía el discurso, la radio leía ese discurso, la gente hablaba sobre éste y eso era la opinión pública”. ¡Que lo parió! ¡Qué descubrimiento!

Pero Barba no se anda con chiquitas. Con esa rara habilidad propia de los personajes manipuladores mezcló el pasado con el presente equiparando astutamente personajes (Perón, Cristina y Macri) para avanzar en la estrategia que debía desarrollar en una provincia gobernada por el Peronismo: . Cuando hablábamos de Perón, decíamos el General Perón (jugando el papel de un peronista más), ahora es Cristina, es Mauricio, el apellido o el nombre, porque simbólicamente, ahora estamos tuteando al presidente” (Es claro que la distancia intelectual entre Cristina y Macri es abismal a favor de la primera, y al equipararlos “sutilmente” busca igualarlos en altura política. Recordar que a Macri hasta lo hizo inaugurar una estatua de Perón antes de las elecciones para mostrarlo como peronista, juntándolo incluso con Moyano)

Llamativamente y eludiendo cuidadosamente el papel que jugo la televisión en la instalación del valor de la imagen, salta a: “De pronto las masas se tomaron la realidad, (¿?) y ahora son millones de personas las que intercambian permanentemente ideas, opiniones, sensaciones a través del celular. (un no tal sutil anticipo de nuevas modalidades de operaciones de manipulación)

Quizá en las siguientes afirmaciones estén las clave de un retorcido e inconsistente relato plagado de contradicciones y falacias imposibles de sostener salvo frente a una audiencia que está siendo psicopateada y por esto volviéndose torpe y muda, incapacitada de reaccionar. Pero esto a Barba no le interesa.

Primero establece el fin esclarecedor de su papel de disertante, y el por qué está en Catamarca (subrayo los términos):

Esto tiene que ver con las elecciones, porque la opinión públicaque existe ahora no se puede controlar, no se puede destruir, no se puede manipular. De manera manipuladora vende una libertad inexistente. Hacemos política.. y la posibilidad de manipulación se está acabando porque todos hablan con todos…(¿?)

Veamos: ¿De qué hablan todos? ¿De la enfermedad de la nena, de la madre, de lo jodida que es la maestra, de lo hijo de puta que es el jefe? O de la ultima noticia sobre los bolsos de López, las bóvedas de Báez, la efedrina de Fernández, La ruta del dinero”K”. ¿Qué es “hablar con todos”? ¿De lo que todos experimentamos? ¿De la mala imagen de un candidato que a fuerza de preguntas inducidoras realizan las encuestadoras metiéndose en tu teléfono, algo en lo que él es experto? ¿Cuántas operaciones con las redes sociales y “grupos independientes” se hicieron donde se comentan “cosas” con el fin de enganchar y en las que él –Barba- fue ideólogo, algo por todos conocido? se comunican como quieren¿Qué es comunicarse como uno quiere? cuando quieren En mi caso nunca falta algún imbecilizado que se le ocurre wasaperame a las 3 de la mañana para comentarme alguna boludez que se levantó en un Facebook sobre las gansadas que inventa Lanata. y dicen lo que se les da la gana. Falaz! Nadie dice lo que se le da la gana. Dicen lo que otros quieren que diga o lo que el otro quiere escuchar, pero simplemente para no quedar como el boludo del grupo. El chabón (Barba) algo de psicología de grupo maneja; sabe lo difícil que le resulta a una gran mayoría “nadar contra la corriente” de una “opinión pública formada sobre un determinado tema” porque si lo intentara sufriría aún más al pasar por boludo doblemente. Las descalificaciones que se usan en estas operaciones manipuladoras de manera inductiva, todo para deteriorar la imagen de oponentes son tajantes: “chorros”, “corruptos”, etc, etc. Y si hace falta algo, se lo inventa; entonces todos son hechos incomprobables pero sentenciables socialmente aunque no haya actuado la justicia; alcanza con las sentencias de los Lanata, los Majul, los Leucos, en los medios de comunicación hegemónicos.

Hoy por hoy a nadie se le ocurriría discutir algo serio por Facebook o celu; menos la cuestión “manipulación”: El gran desafío de una campaña electoral y de una política de comunicación de un gobierno es impactar en esa opinión pública. (No aclara cómo, pero viniendo de él se entiende que a través de esa manipulación que él niega que existe o es posible) No se puede manipular, sólo se puede surfear(¿?) en la opinión pública, meter su mensaje a ver si la gente lo comenta y entra al circuito de comunicación. Ese “surfear” y “meter” un mensaje (cuidadoso hasta con las palabras que usa) ¿no es manipular? No se puede hacer más. A Barba, esto ¿le parece poco? No se pueden ordenar cosas. ¿Para qué ordenar si con la manipulación alcanza y es más sutil? Lo que hay que lograr, es que la campaña se meta en la conversación de la gente. Esto ¿no es manipulación? ¿En qué quedamos?

Como dice el periodista Navarro de C5N “Este tipo te está tomando de boludo”.

Si el lector pretende que yo sea más claro hacia dónde quiero ir, aquí tiene:“…a mí no me importa lo que dice Macri, sino lo que van a entender los otros, la gente, la opinión pública de lo que dijo Macri”. ¿Por qué le importa lo que van a entender los otros? Los argentinos ¿Son todos tan tontos? ¿Con qué finalidad? ¿Evitar el riesgo de saber si es verdad o mentira lo que Macri promete buscando que el valor de falsedad sea secundario? ¿Lo importante es qué “debe comprar” la gente? ¿Un candidato como producto? A la gente ¿No le debe interesar saber si lo que dice Macri es cierto o no, simplemente comprarlo? En fin… ¿Queda claro ahora?

8 meses de un gobierno que eligió priorizar los intereses de los ricos, que comenzó a endeudar nuevamente al país, que genera diariamente desocupación, miseria y desolación, etc, etc. y que llegó al control del poder político nacional en base a una estrategia construida con falsas promesas y sloganes (¡Vamos que podemos!!! ¡Claro que podemos “CAMBIAR”!!!), Barba lo corrobora sin que se le caiga la cara de vergüenza: “…nuestro grupo viene ganando muchas elecciones cuando se preocupan por los problemas de la gente, y esto no es un slogan, es auténtico” O sea, y traducido al buen criollo, el grupo manipula el discurso del candidato (en este caso Macri) para que la gente crea que las soluciones vienen de la mano de ese candidato. Ahora queda claro el por qué la gente escuchaba “pobreza cero”, “eliminación del impuesto a las ganancias”, “eliminación del cepo al dólar”, “un millón de viviendas” (como los 10 km de subte por año que nunca se hicieron), “generación de fuentes genuinas de trabajo”, “la devaluación es un invento de 678”, etc, etc. “; hay gente que vota por necesidades, y piensa que tal candidato va a hacer algo para satisfacer esa necesidad(Jugar con la necesidad y la ilusión de la gente); o por miedo, porque piensa que un candidato lo va a defender de algo malo”. ¿Y que puede ser eso malo? ¿Existe ese algo “malo? ¡¿No?! ¡Pues inventemos a los malos!!! ¿Cómo la gente descubrió que Cristina y los que la rodeaban eran los Malos? “…la gente vota por bronca, y es legítimo tener bronca, hay gente que votó a Macri para que se vaya Cristina.”Evidentemente el hombre tiene tal soberbia que hasta se da el lujo de decirle a su audiencia: “Ustedes son tan brutos que les inventé una bruja, les vendí un príncipe y ustedes lo compraron sin darse cuenta que era una fantasía.” Porque sino cabe preguntarse, la gente ¿Se puso sola en contra de Cristina, del Kirchnerismo? ¿Por qué Duran Barba no explica esto? En eso ¿No hubo manipulación? ¿Cómo explica Barba que la corrupción del gobierno anterior sea “comidilla” de las redes sociales y celus y la corrupción del personaje que él llevó a la presidencia y la de todos los que constituyen su séquito de interesados alcahuetes no signifique ni siquiera tema de interés para esa misma “opinión publica”? Estamos hablando de evasión fiscal, lavado de dinero, cuentas Off Shore ¿Lo de Boudou es corrupción y lo de Michetti es un simple “ilícito” por error cometido por una pobre y buena vice presidenta lisiada?

Es claro que el hombre sabe de publicidad y básicamente de manipulación incluso utilizando la negación de la misma. Fríamente, los dichos de Barba se ajustaron a una realidad cultural que predomina en los “clase media” argentinos producto casualmente de una manipulación realizada desde hace 40 años y que desde hace 20 se la desarrolla con nuevas tecnologías comunicacionales para el mismo fin pero donde se aprovechó el individualismo ya sembrado en las dos décadas anteriores. Simplemente ahora las formas y los modos de manipulación centran su accionar en el marketing haciendo de el la herramienta más útil en cuanto a la formación de una imagen que llamativa y mágicamente borra las acciones pasadas de un candidato.

Duran Barba logró que ese pasado de evasor compulsivo y corruptor-corrupto que viene acompañando al Clan Macri poco le importe a esa particular “opinión pública” a la hora de votar. No se le puede quitar méritos; Barba estudió detenidamente las aspiraciones socio-culturales de los clase media y los aspirantes a integrarla, básicamente sus particularidades –muy evidentes y fácilmente detectables (individualismo y consumismo de cualquier basura) sin necesidad de conocimiento académico alguno ya que son notorias a simple ojo de buen cubero-, y en base a ello armó un producto comprable (Macri); luego salió a venderlo en los centros urbanos más poblados.

Tampoco se le puede adjudicar mucha erudición al susodicho. En todo caso desnuda la mediocridad y la ignorancia de su audiencia y compradores. El mayor acierto de Duran Barba fue descubrir que en este país existen muchos provincianos que les encanta parecerse a los porteños. Los medios hegemónicos sacaron de “circulación” la mediocre y espantosa gestión del Ing como gobernador de la C.A.B.A.; y Barba se encargó de venderla como exitosa al resto del país.

Por lo que cuentan, el tilingaje catamarqueño salió de “pipon” por la brillante explicación de un disertante que se explayo de cómo ser “picaro” para ganar elecciones engañando a la gilada.

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