25 DE MAYO DE 2015: MASIVO CIERRE DE UNA SEMANA DE FESTEJOS POR LA REVOLUCIÓN DE MAYO ¿ESTÁBAMOS TAN MAL, CUANDO ESTÁBAMOS MAL?
*Por Prof. Daniel Chiarenza
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La presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró el 25 de Mayo de 2015 que no tenía nada de qué avergonzarse
y tampoco poseía "ninguna cuenta en el exterior".
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La presidenta se presentó a las 18:30 rodeada por gobernadores, ministros y artistas, cantó el himno nacional. Los cantos desde la plaza demoraron el inicio del discurso. Cristina recordó la asunción del ex presidente Néstor Kirchner 12 años atrás y reiteró la frase en la que aseguró "no dejar sus convicciones en la puerta de la Casa Rosada” y en aquel "discurso fundacional" dejó "otro concepto que adquiere dimensión simbólica 12 años después. Él dijo que 'cambio' era el nombre del futuro".
"Él dijo que los dirigentes íbamos a ser juzgados por conductas, acciones, eficiencia, pero fundamentalmente por los resultados de los políticas que aplicáramos en el país y aquí estamos a 12 años" y dejó al descubierto a los dirigentes que quieren volver a los años '70 y '90, a quienes calificó como "los que quieren retroceder a un pasado de gobierno sin pueblo".
La presidenta repasó los actos de gobierno, por ejemplo, la Cumbre de las Américas y la reestructuración de la deuda, finalizada durante su gobierno en 2010. "Hoy el 93% de los acreedores están dentro de la reestructuración de deuda soberana más importante de la historia del mundo, aunque quedaron aleteando afuera unos pocos buitres, que son poderosos y manejan medios de comunicación". Recordó que "decían que íbamos a arreglar porque tenían secretos que iban a revelar" y respondió: "No tengo nada de qué avergonzarme, no tengo ninguna cuenta que me pueden descubrir, por el contrario le descubrieron cuentas en el exterior a otros".
Destacó los 12 años continuos de discusiones paritarias y Consejo del Salario, y aprovechó para dirigirse a los sindicalistas: "Yo espero que a partir del 10 de diciembre, los mismos dirigentes sindicales pongan las mismas fuerzas y las misma enjundia para defender los derechos que los trabajadores argentinos han conseguido en estos años". Porque si no ella misma se encargaría de "decirles a los trabajadores que cambien de dirigentes".
Cristina se refirió a los medios de comunicación que describieron los momentos de bonanza económica como "un veranito" y subrayó: "Vamos por 12 veranos para la Argentina, queremos también el verano número 13".
Luego, la presidenta enumeró la obra pública, las universidades, los kilómetros de ruta, los satélites Arsat, la reestatización de YPF, Aerolíneas Argentinas, la asignación universal y remató: "No se trata de irse o de quedarse, este es un proyecto colectivo, no puede depender de una sola persona, depende de ustedes para que sea ejecutado, profundizado y llevado adelante".
Cristina también se refirió a la política de derechos humanos como una "contradicción insalvable" que el peronismo adeudaba respecto del juicio y castigo por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar y reconoció la pelea de los integrantes de las organizaciones de Derechos Humanos: "A ellos y a ellas les debemos la memoria de los argentinos".
La presidenta diferenció a "el movimiento peronista" que mantenía una paradoja que debía ser aclarada, porque "de un lado había una víctima, jóvenes que se identificaban con Perón y Evita, y entre los victimarios había algunos que se decían o que eran de nuestro movimiento"."Hemos forjado una nueva identidad democrática. Ya no se es democrático porque haya elecciones libres, porque se tenga que redistribuir los ingresos, los derechos humanos se han incorporado, forman parte de nuestra identidad, es patrimonio de la nación y orgullo de la patria", enfatizó Cristina.
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