LA DEFENSA "MEDIOCRIDAD"

*Por Violeta Paula Cappella

En Ajedrez, sabemos quienes solemos jugar, que existen múltiples formas de defensa y que llevan, por ejemplo, los nombres de quienes las crearon o también, los de algunas zonas del mundo. Estas pintorescas denominaciones conllevan tras sí, una marca psicológica ineludible, pues nos dan la pauta del tipo de jugadores que las supieron idear, como también de una idiosincrasia que deja a la vista características propias geográficas; una suerte de descripción sobre el tablero de los paisajes y sus habitantes.

Leyendo en el Facebook una ironía a Clarín, (a pie de página encontrarán la foto) me sorprendí con un comentario tan desacertado como torpe, a saber:

“No murió ayer sino hace ciento sesenta y tres años, es erróneo publicarlo con una fecha cuando Clarín no existía, se había casado, que haya sido menor de edad o no, no importa… No se hizo famoso por desobedecer a nadie sino por el combate de San Lorenzo. No fue a pelear a Chile y Perú, se trató de campañas meticulosamente preparadas en ambos casos, no era un peleador, sino un oficial. Es cierto que le regaló su sable a Rosas, no por tirano, sino por su acción en favor de la soberanía nacional…”

Por supuesto, este comentario me ha llevado a una reflexión: o las ucronías no se entienden, o hay demasiada medianía girando en el centro mismo de ese tablero maravilloso llamado “mente”. Por eso, a esta defensa tan poco luminosa de la clarinidad le puesto el nombre de “Mediocridad”.

Llevando este desacertadísimo comentario a una partida de ajedrez, me encontraría frente a un jugador, cuya única obsesión sería defender al Rey del tablero de otra mesa. Sí, aunque parezca insólito, sería así, ya que no defendería a sus propios trebejos; es verdad que tomaría a los míos como enemigos, pero al mover los propios, lo haría según lo que sucediese más allá de nuestro propio tablero: ¡está perdiendo alevosamente la capacidad de defensa de sus propios trebejos por defender a los mediáticos, que irrebatiblemente, ni le pertenecen, ni le pertenecerán nunca!

La presión indudable que están ejerciendo algunos medios de comunicación privados sobre las escasas inteligencias, es alarmante, pues estos ejecutan sucesivas clavadas sobre ese punto de vulnerabilidad que se llama “librepensamiento”. Triste es, que muchos crean, que lo están ejerciendo (me refiero al librepensamiento) al aferrarse con uñas y dientes a lo que el otro dictamina y así elucubren que se están defendiendo a sí mismos, cuando en realidad y frente a sucesivas clavadas mediáticas, están perdiendo material y corren riesgo de Jaque Mate.

Claro queda, frente a las ironías ucrónicas como las de la foto, que hay quienes son capaces de demostrar impúdicamente con semejantes comentarios como los del contertulio, que la caducidad de la capacidad de librepensamiento es un hecho. A su vez, que una imagen implique estallar de esta forma, me da la sensación de que se está demostrando el ineluctable ingreso al fangoso terreno de alguna psicopatología…

Que un medio de comunicación dirija qué debo decir y cómo debo pensar es supremamente grave: todos los sentidos quedan irreversiblemente subsumidos a una única línea de pensamiento dirigida desde un canal comunicativo ajeno al uno mismo y donde el “uno mismo” que lo está "corporizado", se va a su vez desgranando, desintegrando y degradando, tal que incorporando (haciéndose carne y huesos) en el medio de comunicación. Esto me recuerda, que en las profundidades de los mares existen unos peces llamados “Cryptopsaras couesii”: el macho de esta especie, tiene la capacidad de dejar de funcionar como organismo independiente, su boca se sella a la piel de la hembra y hasta llega a unir a ella sus sistemas vasculares. Al realizar semejante sacrificio de sí mismo, ya no se puede alimentar como individuo autónomo, sino que depende de la sangre de la hembra para su nutrición. Este macho, pierde a su vez, algunos órganos que ya no necesita, como por ejemplo, los propios los ojos… Se ha convertido en un mero apéndice de tres centímetros que sobresale del cuerpo de la hembra. (No creo que sea necesario aclarar a qué medio de comunicación estoy simbolizando en la hembra del Cryptopsaras couesii.)

Volviendo al post, este desafortunado contertulio de la web, que aún no ha entendido que hay 64 escaques en su propio tablero sobre los que debe vivir, moverse y tener su ser, está insultando gravemente a la razón, la equidad e indiscutiblemente, al General Don José de San Martín: asiéndome de la ucronía y no dejando de apelar al ajedrez, imagino que al dueño del infeliz comentario, nuestro Ilustre Prócer jugando con blancas, le habría demostrado su carencia de juicio en las siguientes jugadas:

1.e4 e5

2.Dh5 Re7

3.Dxe5++


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