26 DE JULIO DE 1953: SE PRODUCE, CONDUCIDO POR FIDEL CASTRO Y OTROS COMPAÑEROS, EL ASALTO AL CUARTEL MONCADA EN CUBA

*Por Prof. Daniel Chiarenza

Aspecto de la fortaleza, luego del frustrado Asalto al Cuartel Moncada.

Después de dar el golpe de Estado contra el proceso electoral que posicionaría al Partido Auténtico Cubano –al cual pertenecía el joven Fidel Castro- en el gobierno efectivo de Cuba, el dictador Fulgencio Batista –autor de la acción terrorista- pasó unos primeros meses que se caracterizaron por una sospechosa tranquilidad que preludiaría la tormenta política que se avecinaba. En 1953 Fidel proyectó una operación revolucionaria suicida, el asalto al Cuartel Moncada, que tuvo lugar ese día.

Los prisioneros (el primero de ellos es Fidel) luego de aquella primera derrota que en pocos años devendría en el triunfo de la Revolución Cubana.
Grupos de civiles armados, encabezados por Fidel Castro y contactados con otras células similares que atacaron que atacaron otros puntos estratégicos de la Isla, asaltaron el Moncada, plaza fuerte del ejército batistiano en Santiago de Cuba. El fracaso se patentizó aún antes de arribar al cuartel puesto que las caravanas de automóviles y camiones que transportaban a los efectivos rebeldes fueron detectadas casualmente por una patrulla del régimen, siendo atacadas de inmediato.

Inmediatamente se asocia el ataque al Cuartel Moncada con la frase de Fidel: “¡La Historia me absolverá!”.

De esta manera se extravió parte del material y un grupo valioso de hombres, Pero los demás se lanzaron alocadamente al ataque. Las armas cortas de los rebeldes (las largas iban en uno de los camiones extraviados) poco pudieron frente a las ametralladoras y el material artillado de los defensores de la fortaleza. Igualmente, el combate se prolongó durante cinco horas, aunque terminó con una aplastante derrota de los atacantes. Treinta y tres muertos sobre el terreno y otros al ser rastrillada la zona luego de la intentona andictatorial, fue el resultado final de la frustrada operación. Fidel y Raúl Castro fueron hechos prisioneros y condenados por el régimen. Fidel, sometido a juicio, desde el banquillo de los acusados encaró su propia defensa –convirtiéndose en fiscal del régimen- pronunciando un célebre alegato contra la dictadura de Batista y que constituirá el programa nacional y popular de la futura revolución: “La Historia me absolverá”.

Ese día la ciudad oriental de Santiago de Cuba se entregaba a la diversión en los carnavales, cuando un grupo de jóvenes atacó el Cuartel Moncada, segunda fortaleza del Ejército, con el joven revolucionario Fidel Castro al frente. 

Denunció los crímenes y los criminales, denunció el golpe de Estado batistiano, denunció la injusticia social y para su remedio propuso un programa de reforma agraria, nacionalizaciones e industrialización, contra la desocupación y el analfabetismo, por la salud y la vivienda del pueblo, junto con la conquista de las libertades públicas y la democracia política”.


ARCHIVING MOMENTARY SET-BACKS FOR FUTURE PROMOTIONAL MATERIAL - FIDEL CASTRO 1953

“En cuanto a mí, sé que la cárcel será dura como no lo ha sido nunca para nadie, preñada de amenazas, de ruin y cobarde ensañamiento, pero no la temo como no temo la furia del tirano miserable que arrancó la vida a setenta hermanos míos.
“¡Condenadme! ¡No importa! ¡La Historia me absolverá!”.

"La Historia me absolverá", en versión ilustrada por Guayasamín. 

Fue condenado a cumplir una severa pena en la Isla de Pino, de 15 años de prisión.

Mientras tanto, los comunistas estalinistas cubanos condenaban el asalto al cuartel Moncada, porque sostenían que la solución de los problemas de Cuba no podía superarse con la violencia y buscaban otra forma de influir sobre Batista.

Un cubano contemporáneo opina: “La victoria revolucionaria actual de Cuba ha tenido lugar, en mucho porque Fidel en vez de beber ejemplos extraños a nuestra realidad concreta, supo, partiendo de la experiencia universal teórica, aplicarla a las condiciones cubanas sin hacerle concesión a la fraseología de moda en Europa, ni mucho menos aplicar remedios con fórmulas que no fueran tan cubanas como sus palmas”.El programa de Fidel Castro el 26 de julio de 1953 es coincidente con las formulaciones liberadoras de Martí durante la guerra de independencia, cosa que el mismo Castro se encarga de explicar en el célebre alegato: “De igual modo se prohibió que llegaran a mis manos los libros de Martí; parece que la censura de la prisión los consideró demasiado subversivos. ¿O será porque yo dije que Martí era el autor intelectual del 26 de julio? Se impidió, además, que trajera a este juicio ninguna obra de consulta sobre cualquier otra materia. ¡No importa en absoluto! Traigo en el corazón las doctrinas del Maestro y en el pensamiento las nobles ideas de todos los hombres que han defendido las libertad de los pueblos”.

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