23 DE MARZO DE 2004: HISTÓRICA VISITA DE KIRCHNER AL COLEGIO MILITAR

*Por Prof. Daniel Chiarenza

Querido compañero presidente Néstor Kirchner: bajando un cuadro, creaste miles

En el Colegio Militar el presidente Néstor Kirchner, acompañado por el gabinete casi en pleno, ordenó al jefe del ejército retirar los retratos de Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone, que alguna vez se desempeñaron como directores de esa escuela. Dos generales y un coronel mayor pidieron el retiro en disconformidad con el acto.

Precisamente el momento en que el presidente-comandante en jefe de las fuerzas armadas, Néstor Kirchner, le ordena a Bendini que baje los cuadros de los genocidas

“Proceda”, ordenó. El jefe del Ejército, Roberto Bendini, se subió a una escalerita y obedeció. Descolgó los retratos de los genocidas Videla y Bignone. Los cuadros fueron ocultos rápidamente en el despacho del director del Colegio Militar. Los “bajados” eran los mismos que elucubraron el último golpe de Estado. “Nunca más tiene que subvertirse el orden institucional en la Argentina”, dijo Kirchner frente a los cadetes y les pidió que “las armas nunca más puedan ser direccionadas hacia el pueblo”. Se esperaba una reacción adversa de los militares, pero la tensión se canalizó pasivamente.


Un mural pintado por la Juventud Peronista de San Pedro -a quienes tengo el gusto de conocer- en Boulevard Paraná, entre Mitre y Pellegrini, ilustra un recordado gesto de Néstor Kirchner, durante su Presidencia

“Bajando un cuadro, formaste miles” indica la leyenda, al lado de una pintura que ilustra el momento en que se descuelga el cuadro del dictador Jorge Videla del Colegio Militar.

Reuniones sorpresivas del ministro de Defensa, José Pampuro, con Bendini y su plana mayor adelantaron el acto. El descontento por la decisión de Kirchner –quien asumió una solicitud del CELS– de descolgar los cuadros despertó rumores. “La verdad es que después del desbande, Bendini salió fortalecido: estuvieron casi todos los generales. Les dijo a los demás que era lo último que pedían para superar el pasado y los convenció de no hacer escándalo”, decía un alto oficial, enojado, “esto de meterse en nuestra casa”, dando evidencia de no haber interpretado la Constitución que dice que el presidente de la Nación es el comandante en jefe de las fuerzas armadas, por lo tanto temporalmente es el dueño de la casa.

Pampuro, ministro de Defensa y Bendini, jefe del Ejército, tuvieron reuniones en aquellos días previos

Había tensión en el Patio de Honor del Colegio Militar. Antes del aterrizaje de los helicópteros que trasladaron a Kirchner y su comitiva, se ubicaron sobre el estrado 27 generales y cinco coroneles mayores. Así, entraron Kirchner con Pampuro, el jefe de Gabinete Alberto Fernández, el vocero Miguel Núñez y Bendini.

El traidor, Alberto Fernández, tratando de endulzarle los oídos al presidente Kirchner

Un mural pintado por la Juventud Peronista en Boulevard Paraná, entre Mitre y Pellegrini, ilustra un recordado gesto de Néstor Kirchner, durante su Presidencia.
“Bajando un cuadro, formaste miles” indica la leyenda, al lado de una pintura que ilustra el momento en que se descuelga el cuadro del Dictador Jorge Videla del Colegio Militar.

saludaría a los cadetes. Éste era uno de los generales que se había asegurado que habían pedido el retiro. Pero, para los que conocen los códigos de los muchachos la confirmación de que nada pasaría fue el énfasis con que los estudiantes vociferaron: “Buenos días señor presidente”.
Tras el saludo, Kirchner, Pampuro y Bendini subieron las escalinatas rumbo a la galería de los cuadros con los retratos de los exdirectores del Colegio Militar. En la estrecha galería, las cámaras registraron ese momento histórico en que el jefe del Ejército subido a una escalerita descolgaba los cuadros.

Bendini bajando el cuadro del represor Bignone.

Kirchner le había pedido a Bendini que fuera él en persona el encargado de esa tarea. Alguien habían informado que iba a ser un “teniente coronel o un mayor” el elegido para ejecutar la decisión que provocó la resistencia castrense y que quedará grabada en la retina de la historia.
Bastaron cinco minutos para bajar los cuadros y Kirchner les habló a los cadetes: “Recordar el 24 de marzo del ‘76 es una de las instancias más dolorosas y más crueles que le ha tocado vivir a la historia argentina. Tenemos que terminar definitivamente con los mesianismos. Definitivamente debe quedar bien en claro que el terrorismo de Estado es una de las formas más injustas y sangrientas que le puede tocar vivir a una sociedad. No hay nada que pueda habilitar el terrorismo de Estado y menos en las Fuerzas Armadas que deben ser el brazo armado del pueblo”.

Otra toma del único inútil que sirvió para algo, un acto simbólico enorme: bajar un cuadrito
“Hoy, junto a los generales, venimos a rescatar el espíritu sanmartiniano para que juntos podamos reconstruir un país con democracia, pluralidad y una convivencia plena”.

Hoy todos siguiendo la marcha hacia adelante de la Patria Grande, desde el Comando Celestial: San Martín-Kirchner, Bolívar-Chávez

“El retiro de los cuadros marca una clara decisión del país todo, las Fuerzas Armadas, el Ejército, de terminar con esa etapa lamentable de nuestro país” y “estoy convencido de que nuestro Ejército va a colaborar con este proceso para salir del infierno y reencontrarse con su historia sanmartiniana. El 24 de marzo se debe convertir en la conciencia viva de lo que nunca más debe suceder”.

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