9 DE OCTUBRE DE 1967: ASESINAN EN LA HIGUERA, BOLIVIA, AL COMANDANTE ERNESTO “CHE” GUEVARA


*Por Prof. Daniel Chirenza

Aunque parezca mentira estaba muerto, asesinado, pero esa mirada tan viva marcaba el camino de la Liberación en América Latina.



Así estamos
consternados
rabiosos
aunque está muerte sea
uno de los absurdos previsibles

da vergüenza mirar
los cuadros
los sillones
las alfombras
sacar una botella del refrigerador
teclear las tres letras mundiales de tu nombre
en la rígida máquina
que nunca
nunca estuvo
con la cinta pálida

vergüenza tener frío
y arrimarse a la estufa como siempre
tener hambre y comer
esa cosa tan simple
abrir el tocadiscos y escuchar en silencio
sobre todo si es un cuarteto de Mozart

da vergüenza el confort
y el asma da vergüenza
cuando tú comandante estás cayendo
ametrallado
fabuloso
nítido

eres nuestra conciencia acribillada
dicen que te quemaron
con qué fuego
van a quemar las buenas
buenas nuevas
la irascible ternura
que trajiste y llevaste
con tu tos
con tu barro

dicen que incineraron
toda tu vocación
menos un dedo

basta para mostrarnos el camino
para acusar al monstruo y sus tizones
para apretar de nuevo los gatillos

así estamos
consternados
rabiosos

claro que con el tiempo la plomiza
consternación
se nos irá pasando
la rabia quedará
se hará más limpia

estás muerto
estás vivo
estás cayendo
estás nube
estás lluvia
estás estrella

donde estés
si es que estás llegando
aprovecha por fin
a respirar tranquilo
a llenarte de cielo los pulmones

donde estés
si es que estás
si estás llegando
será una pena que no exista Dios

pero habrá otros
claro que habrá otros
dignos de recibirte
comandante.


Mario Benedetti, Consternados, rabiosos. Montevideo, octubre 1967.

Un golpe militar en Bolivia, en el que participa René Barrientos, derroca a Paz Estenssoro, asumiendo aquél en elecciones fraudulentas. La junta militar disolvió al sindicalismo. Es el año de la intervención militar estadounidense en Santo Domingo. La reacción que provocó esa medida llevó a los Estados Unidos a promover la formación de una fuerza militar panamericana cuyo objetivo fundamental sería liquidar todo intento de revolución socialista en América Latina.
En 1966 se reúne en La Habana la Conferencia Tricontinental (Asia-África-América). Mientras, en Argentina, un golpe militar derroca al gobierno semi-democrático del doctor Illia, inaugurando un régimen dictatorial, antipopular y represivo, más conocido como “onganiato”.

El dictador argentino Juan Carlos Onganía

La vida de Ernesto Guevara, rosarino, médico, revolucionario, economista, teórico, fue un proceso evolutivamente racional de condiciones y de actos; él se tomó como modelo para trazar una trayectoria consustanciada con su ideología. Este marxista riguroso, frío examinador de las realidades (que demostraría que los factores que condicionan al habitante del mundo dependiente, en su desarrollo dialéctico, pueden elevarlo a la claridad y universalidad que alcanzó el mismo Che como ser humano), transgrede dos veces ese proceso dialéctico en actos voluntarios que fueron necesarios para que el paradigma llamado Che existiera.
Uno, cuando en la adolescencia, su individualismo lo lleva a desclasarse para identificarse con los pobres de la Tierra. El otro, cuando (convencido de su soledad y falta de futuro autónomo) decide iniciar la guerrilla en Bolivia, que terminaría en su segura inmolación. Si esto fuera cierto tendría un valor político que alentaría a la “santidad” a todos los revolucionarios latinoamericanos a futuro.

Monumento al Che Guevara en la escuela de la Higuera, lugar donde se lo asesinó. 

El 23 de marzo de 1967 se provoca imprevistamente el primer choque entre la guerrilla y el ejército boliviano. El resultado es el triunfo de los guerrilleros. El 10 de abril se produce otro triunfo guerrillero. Salen del campamento Regis Debray y el argentino Ciro Bustos. El 20 de abril el ejército apresa a Debray, Bustos y el periodista George Roth. El 14 de mayo las tropas bolivianas toman el campamento guerrillero de Ñancahuazú, pero éste había sido previamente evacuado.

Ernesto Guevara antes de marchar para el campamento de Ñancahuazú.


Luego del 31 de agosto en que el ejército regular desarticula a la guerrilla, el Che quedó completamente aislado, tan solo con 17 hombres. Su equipo de comunicación no funcionaba, dejándolo sin contacto con el mundo exterior. Los campesinos le desconfiaban y, por lo tanto, eran reacios a los guerrilleros. Los militares bolivianos rastreaban a su grupo en un terreno escabroso y poco familiar para los insurgentes. Ya habían capturado las provisiones de los guerrilleros, inclusive los medicamentos para el asma de Guevara.

El Che detrás del árbol donde llevará a cabo su último combate. 


El 8 de octubre, a las 3:00 pm, Ernesto Guevara se sienta detrás de un árbol, en la Quebrada del Yuro, a combatir a conciencia –como siempre lo hizo- hasta que su fusil fue inutilizado de un balazo; el 9, esperará atado en el salón de clase de la escuelita de La Higuera, a que el suboficial Mario Terán –en superlativo estado etílico, para darse valor- entre con su carabina de ráfaga para terminar con un mito que duró doce años.
El 9 de octubre el gobierno de Bolivia anuncia oficialmente haber dado muerte al Che.
El 15 de octubre, Fidel Castro acepta oficialmente la versión de la muerte de Ernesto Che Guevara.El Che –recién comenzada a vivir su eternidad a partir de su asesinato-, aunque sabía que estaba condenado cuando entró a la selva, por lo cual Terán, Ovando, Barrientos y los agentes de la CIA que embalsamaron su cadáver fueron solo instrumentos que el mismo Guevara había trazado. Solitario, pero a la vez, consciente de estar integrado entre los grandes de la humanidad “que ha echado a andar”, se quedó a morir en Bolivia, porque esa era la parte final y decisiva para comprenderla, de una grandiosa utopía que soñó como todo joven pero que, entre los pocos elegidos de la Historia, pudo llevarla a cabo como hombre.

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