EL PUEBLO HA IMPREGNADO AL JUSTICIALISMO DE LAS CONSTANTES BÁSICAS DE NUESTRA NACIONALIDAD


*Por Gabriel Erviti


El peronismo como proyecto gobernante tiene un objetivo, pero es un objetivo que compartimos todos los peronistas, la concreción de la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación.

¿Qué significa eso?

La búsqueda del bien común.

¿Y cómo llegamos al bien común?

Gracias al profundo sentimiento de solidaridad de los peronistas.

Es necesaria la organización popular, es necesario organizar la comunidad para bien disponer los esfuerzos, para concretar la justicia social, armonizando a nuestro pueblo, dándole el mayor de los sentidos en este punto a la solidaridad peronista.

"Lo que nuestra filosofía intenta restablecer al emplear el término armonía es cabalmente el sentido de plenitud de la existencia. Al principio hegeliano de realización del “Yo” en el “Nosotros”, apuntamos la necesidad de que ese nosotros se realice y perfeccione por el “Yo”. Juan Perón.

En este punto nos aparece una idea muy importante para nuestro movimiento, que es la idea del Hombre y la comunidad,

"Es necesario que ofrezcamos a los pueblos la posibilidad de que trabajen felices con un grado suficiente de dignidad para un progreso técnico y científico de la humanidad que quizás no sea tan grande como el que ha venido asegurando el capitalismo, pero por lo menos que no sea sobre el sacrificio de nadie. Pueblos felices trabajando por la grandeza de un mundo futuro pero sin sacrificio y sin dolor que eso es lo humano, que eso es lo natural y que es también lo científico.

Entonces debe haber una tercera posición que es la que concibe el justicialismo, donde el hombre en una comunidad que se realiza, pueda también realizarse él como ente humano. Esa es la verdadera concepción justicialista". Juan Perón.

El hombre se realiza, es decir, encuentra su mayor satisfacción, su mayor goce, en la medida en que la comunidad también lo haga. Y la comunidad se desarrolla en la medida en que el hombre también se desarrolle. La búsqueda de este equilibrio dinámico es fundamental, es la base del sistema político peronista.

"Yo sé, yo sé, que hay muchos que quieren desviarnos en una o en otra dirección. Nosotros conocemos perfectamente bien nuestros objetivos, y marcharemos directamente a ellos sin influenciarnos por los que tiran de la derecha ni los que tiran de la izquierda". Juan Perón.

Los peronistas no somos ni yanquis ni marxistas. No queremos el imperialismo liberal, es decir el imperialismo del capital, ni queremos el imperialismo del Estado, que es el imperialismo comunista. Queremos una comunidad organizada de tal forma que el hombre, que es solidario por naturaleza, que es un ser social, se desarrolle de la mejor manera, se realice, que el hombre no pierda su individualidad, pero solo puede bien desarrollarse en la medida en que la comunidad toda lo haga. Queremos un hombre protagonista de su historia y de la historia de su país, nuestro país, queremos el protagonismo de nuestro pueblo forjando su propio destino.

"Que el individuo acepte pacíficamente su eliminación como un sacrificio en aras de la comunidad, no redunda en beneficio de ésta. Una suma de ceros es cero siempre". Juan Perón.

Pero de ninguna manera éste busca ser un orden impuesto. Al sentido de comunidad, ha dicho Perón, se llega desde abajo y no desde arriba.

"Lo que caracteriza a las sociedades sanas y vigorosas es el grado de sus individualidades y el sentido con que se dispone a engendrar en lo colectivo. A este sentido de comunidad se llega desde abajo y no desde arriba, se alcanza por el equilibrio no por la imposición". Juan Perón.

Porque es lo natural. El hombre, ser social y solidario, se relaciona con sus vecinos, se hace amigos, y encuentra en su relación social parte importante de su felicidad. Y es ahí donde comprende que la vida es mucho más profunda y hermosa en comunidad.

Se incentiva y fortalece la solidaridad, la comunión. El hombre que vive con el corazón a flor de piel quiere claro, su propia realización, pero enseguida comprende que su realización se da en la medida en que su vecino, el otro, en fin, la comunidad, se realice, y eso es además lo que desea.

"Nuestra comunidad, a la que debemos aspirar es aquella donde la libertad y la responsabilidad son causa y efecto de que exista una alegría fundada en la persuasión de la dignidad propia. Una comunidad en la que el individuo tenga realmente algo que ofrecer al bien general, algo que integrar, y no solo su presencia muda y temerosa.

En cierto modo, uniendo al símil, equivale a liberar al centauro estableciendo el equilibrio entre sus dos tendencias naturales. Hubo épocas de exclusiva acentuación ideal y otras de acentuación material, la nuestra debe realizar sus ambiciosos fines nobles por la armonía. No podremos restablecer una edad centauro solo sobre el músculo bestial, ni sobre el solo cerebro. Sino una edad suma de valores por la armonía de esas fuerzas simplemente físicas y aquellas que obran el milagro de que los cielos nos resulten familiares". Juan Perón.

Cuando forjamos ese sentido de comunidad producto del protagonismo popular es natural la representación, este ida y vuelta entre la representación y el representado inmortalizado en las dos manos de nuestro escudo, dos manos estrechándose, abrazándose. La mano de arriba tendiéndose en ayuda a los más necesitados, el subsuelo de la patria sublevada, como decia Scalabrini , y la mano de abajo representativa de la fe popular, en una ayuda mutua trabajando juntos por la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación.

Las dos manos que dan sentido y consolidan la idea de nuestra comunidad organizada.

"El mundo moderno empuja incesantemente a sus víctimas pero sin conducirlas a ninguna parte. Que la medida de la grandeza de la humanidad esté en sus recursos materiales es un insulto al hombre". Juan Perón.

El peronismo es un ideal de vida, que permite definir y sostener la identidad del pueblo, la identidad de nuestra gente.



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