Porque estos labios saben a despedida, a vinagre en las heridas, a pañuelo de estación: “Expropiar YPF estuvo muy bien”. Porque lo peor de la pasión es cuando pasa, cuando al punto final de los finales, no le quedan puntos suspensivos: “Mi patria no es una empresa multinacional, sino mi lengua, y mi lengua es igual en Argentina y en España”. Porque lo nuestro duró lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks: “Menem vendió este país, privatizándolo todo”. Porque las mejores promesas son esas que no hay que cumplir: “La reacción del gobierno español fue una pataleta de niño nuevo rico, que está dejando de serlo, porque hace unos años miraban a la Argentina por encima de los hombros y ahora, que no es así, les molesta que les toquen los cojones”. Porque no hay noticia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió: “Cómo no voy a ser un indignado, si vivo en un país que ha rescatado a los bancos con dinero público”. Porque de qué hubiera servido deshacerle las maletas al olvido: “Lo que hicieron con el juez Garzón, es una vergüenza nacional”. Porque soñamos que los que matan, se mueran de miedo: “No quiero fotografiarme con la bandera actual de mi país, porque es la de Franco y la Monarquía”. Porque no existe una vida más lujosa que vivir sin teléfono y sin coche: “Yo soy villero, de corazón”. Y porque el amor, cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren: “El fuego de la revolución cubana renacerá y jamás se apagará”. ¡Nos sobran los motivos!

Ahora más que nunca, para seguir creciendo y avanzando por América Latina, las asambleas de La Poderosa cazamos el surtidor y te llenamos el tanque de adrenalina: ¡La Garganta de Sabina grita en toda la Argentina!
Gentileza de: Prof. Daniel Chiarenza
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