¿CÓMO RESPALDAR A CRISTINA?


*Por Alberto Nadra, Presidente de Izquierda Democrática Blog

Rebanadas de Realidad - Buenos Aires, 24/08/11.- O cómo no hacerlo…. En un momento crucial para la sociedad argentina, con octubre presentando la opción de confirmar un modelo nuevo –con avances y conquistas en sectores medios y bajos– o retroceder 10 años en historia económico-política y social, las respuestas son variadas.
Algunos claramente se oponen al modelo, ignoran sus logros y lo denostan con crtíticas destructivas, que plantean un “desde 0” al que no explican cómo llegar. Otros sectores optan por el apoyo. Pero no por un apoyo efectivo, sino con una mera adulación superflua, con la adhesión a la figura de Cristina, pero sin pensar si cada sus acciones ratifican el curso del modelo que ella misma inició. Este seguimiento “incondicional” suele estar acompañado por una postura de abierta intolerancia a cualquier postura, aún de apoyo que tenga un matiz.
Como uno de los dirigentes de “la Che”, afirmo como posición de nuestra organización, que en una sociedad que pretende ser abierta y democrática, el mejor apoyo a Cristina es una valoración concienzuda, analítica y constructivamente crítica de su modelo.

Una Propuesta Central de “la Che”: Apoyamos a Cristina
Cuando, el de este año convocamos a hoy ya más de 2300 compañeros, a participar en “la Che”, tres de los puntos que nos definieron como fuerza política en formación fueron: 1) nuestro apoyo militante al proceso iniciado en 2003 por Néstor y, AHORA, PARTICULARMENTE, NUESTRO APOYO A CRISTINA; 2) que ese apoyo lo hacemos desde una utopía que simboliza el CHE, si se quiere desde una izquierda nacional, popular y latinoamericanista, pero también moderna, adaptada a las necesidades y las formas populares, nacionales y latinoamericanas que ofrece el presente; 3) que nuestro apoyo es sin vacilaciones, pero no implica callar los aspectos que no compartimos, sino ayudar decidida y contractivamente a corregirlos y profundizar todos los importantísimos pasos dados por esta gestión.

Nuestra Utopía
Tenemos los pies muy firmes sobre esta realidad, pero al mismo tiempo, no olvidamos nunca que nuestro sueño apunta más allá, cerca del horizonte. Nuestra utopía es una sociedad donde el hombre no nazca para ser esclavo de otros hombres; una sociedad que supere este capitalismo que desde hace mucho más de 200 años no ha resuelto uno solo de los problemas de la humanidad. La producción social de la riqueza y su apropiación privada, por un puñado de dueños del poder, ha generado la sociedad más injusta que ha conocido el hombre. La que más riquezas produce y la que más injustamente las distribuye, con 2/3 de la humanidad en la miseria en pleno siglo XXI. En la miseria misma: sin salud, sin vivienda, sin servicios sanitarios básicos, con millones de niños muriendo diariamente por causas evitables. Este sistema que no vacila en invadir países y exterminar pueblos para apropiarse de sus riquezas, como estamos viendo en estas horas en toda su crueldad e hipocresía. Póngale a nuestro sueño el nombre que quiera, y sabemos que falta mucho para su concreción, que tal vez no la vivamos; pero no es esta sociedad capitalista.
Néstor y Cristina como iniciadores de un modelo en la dirección que soñamos. La oposición y el falso apoyo al que se enfrenta el modelo nacional y popular
Pues bien, es mi posición y aquella de “la Che” que luchar por esos principios HOY supone apoyar a Cristina. Y esto nos devuelve a la pregunta inicial: ¿Qué significa HOY apoyar a Cristina y el proceso de cambios iniciado en 2003?
Cuando aún era él el presidente de los argentinos, tuve la oportunidad de hablar con Néstor Kirchner. Personalmente, y con toda franqueza, acerca de la necesidad de conformar una fuerza político social de apoyo, que necesariamente debería exceder el peronismo e incorporar otras culturas –entre ellas la izquierda de la que yo me siento parte–, que históricamente conformaron el movimiento nacional y popular en Argentina. La mayoría de las veces, trágicamente divididas, y siempre pagando con su libertad y su sangre la voluntad de cambio por el bienestar de nuestro pueblo.
Seguramente con el aporte de muchos otros, el “flaco” me sorprendió por primera –aunque no por última– vez y, de su inspiración, nació la “transversalidad”; un intento, que mucho tuvo que batallar contra la incomprensión de muchos supuestos “paladines” del rumbo, que agitaban tan fanática como falsamente, la figuras del entonces Presidente de los argentinos para impulsar todo lo contrario a lo que él proponía: la pejotización. Muchos de ellos saltaron la tranquera durante el conflicto con la patronal rural; otros quedaron a resguardo, pero manteniendo su política de “pelear desde adentro” para frustrar el proyecto popular y volver a su manía hegemónica y reaccionaria.
Porque esto es lo que se logra con el fanatismo y la cerrazón, con el mirar para otro lado, cuando fuerzas distintas llegan a sumar manos para el cambio. Se logra un alejamiento del pueblo. Porque no estamos en una sociedad autoritaria y verticalista; estamos en una democracia, donde todos los esfuerzos para sumar deben tenerse en cuenta para ampliar la base de apoyo popular. El fanatismo falso que rodeaba a Néstor también es característico de muchos de los que hoy apoyan a Cristina, y con ese “apoyo” la alejan de la sociedad. Generan la falsa idea de que, para apoyar este proceso, hay que ser peronista.
A todos los compañeros de todas las fuerzas que creen en este modelo, les pregunto: ¿cómo creen ustedes que se defiende a Cristina? ¿Agitando su retrato? ¿Subrayando sus inocultables virtudes con frases a las que no acompaña la acción concreta? Pues es una forma, respetable por cierto, pero no la nuestra, pues la consideramos, al menos insuficiente y, de hecho, nociva para la propia presidenta y su proyecto.
Muchos de quienes integramos “la Che” no somos peronistas. Pero venimos a poner el cuerpo, porque SOMOS PARTE de este proceso desde su inicio. Porque con los avances que logró el kirchnerismo, estamos más cerca de nuestros compañeros del peronismo combativo que de la izquierda tradicional, irracional y mesiánica –para no hablar de la reformista– que oculta su conservadorismo bajo rosas rojas sin perfume y marchitas de ideología.
A muchos peronistas, a su manera, les pasa lo mismo. Por eso trabajamos codo a codo. ¿Por qué creen ustedes que Cristina llama incansablemente a todos los sectores que quieran empujar este modelo, “sin preguntarles partido ni ideología”? ¿Por qué creen que Cristina llama, una y otra vez, a sólo preguntar si están de acuerdo con la Asignación Universal por Hijo, con la Verdad, la Memoria y la Justicia; con la pluralidad de voces que impulsa la nueva ley de Medios; con privilegiar el mercado interno y el consumo de los argentinos como motor del desarrollo; con romper los vínculos de la dependencia con los organismos internacionales; con reivindicar el papel regulador –y protector de los más humildes— del Estado?

Ocupando Espacios y Apoyando Críticamente, pero sin vacilaciones
Ahora bien, hay logros a los que Cristina no puede llegar sola; quizás ni siquiera llevar la iniciativa. Es la presidente de todos los argentinos; debe respetar determinadas relaciones de fuerza. La dirigencia y la militancia estamos para llenar esos espacios: para ayudarla a que se apoye en nosotros para que los Blaquier no sigan eludiendo la responsabilidad en el Terrorismo de Estado, la masacre de sus propios trabajadores de Ledesma; para que los Biolcatti no quieran negociar a costa de los pequeños productores y los obreros rurales; para que los grandes pulpos de la economía no se enriquezcan, aún más, manejando la cadena de formación de precios, se opongan a cualquier control popular de precios, y encima consideren “exorbitantes” los aumentos salariales que solo compensan la pérdida de valor de compra del salario.
Creo, creemos desde la Che, con toda franqueza que se equivocan quienes creen que defender a Cristina es callar que las fabulosas rentas financiera, pesquera, petrolera y minera –con una rapiña descomunal sobre nuestras riquezas y envenenando a nuestros compatriotas– están intactas, o apenas rozadas; que se trata de recursos que necesitamos vitalmente para más salud, más educación, más vivienda.
Nosotros no hacemos política, ni nos jugamos el todo por el todo por este proyecto, silenciando la corrupción y la complicidad en el delito de droga, prostitución o juego, de tantos supuestos “peronistas” –como de tantos otros que no lo son– del conurbano y del país. Nosotros no trenzamos con quienes tienen una historia negra contra el pueblo y ahora pretenden defender a Cristina SIN Cristina, pues acumulan para su proyecto, que no es de ella, empapelando los barrios con declamada lealtad a la Presidenta.
El de los que apoyan ciegamente, sin crítica y sin consciencia es un camino equivocado, que aleja a la sociedad y a toda otra fuerza que puede brindar apoyo, entusiasmo y nuevos espacios para el proyecto nacional y popular.
Por eso nosotros, insisto, apoyamos a Cristina construyendo la fuerza político social que este a su disposición para defenderla del ataque de sus adversarios, y mucho más de los enemigos, frente la presión del insaciable capital rentístico y especulativo local e internacional, la acción de los intereses afectados por cada medida –tomada y por tomar– favorable al campo popular, al ciudadano humilde y desprotegido. Nosotros, con estas banderas, con estas convicciones, sin especulaciones electorales pues no integramos ninguna lista, estamos junto a Cristina, LUCHAREMOS POR REVENTAR LAS URNAS el próximo octubre, y seguiremos apoyando, defendiendo, contribuyendo a corregir y profundizar este modelo, con las fuerzas que sepamos conseguir.

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