GALERÍA DE LOS PATRIOTAS

*Por Demian Konfino
Otro 25 de mayo. ¿Uno más? No parece.
Sin embargo, nuevamente la hosca y gélida lluvia amenazando con aguar concentraciones de pueblo. Esto sí es repetido. Lo sabemos desde que éramos pibes y nos compraban los pósteres de la revista Billiken e imaginábamos la millonada que había levantado el paragüero de la zona dela PlazaMayor.
Los granaderos llevan la bandera que honra la Plaza de Mayo. El che la custodia.
Aquél, el de 1810, inauguró la zaga histórica de esta fecha. Arbitrariamente, esta breve reseña abarca otros veinticincos muy cercanos a la tradición luchadora del Pueblo nuestro.
25 de mayo también fue el día de la plaza dela JP, en el 73, cuando asumió el Tío, y fue la víspera a la amnistía de los presos políticos. Era otoño y se largaba la primavera.
Un 25 de mayo, muchos años después, apareció un desfachatado horadando un discurso prolijo, políticamente correcto en el que sólo prometía un país normal. ¿A quién podía ilusionar ese oxímoron de demagogia?
Pero una frasesita quedó picando. “No voy a dejar las convicciones en la puerta de la Casa Rosada”. Néstor Kirchner hacía su debut, malabareando el bastón de mando y tirándose sobre la gente. Que pingazo parecía, aunque no ilusionaba a nadie.
La Historia, sabiéndose en la soledad científica de un crepúsculo de domingo, sonreía. Ya le asignaba un lugar dilecto en el capítulo de lo mejor dela Argentina.
Y no podía ser de otra manera, 25 de mayo fue el Bicentenario. Esa fue la jornada inolvidable. Selló un recorrido apoteótico iniciado 7 años antes.
No me voy a referir a los multidimensionales logros del kirchnerismo. Tampoco a las cosas pendientes.
En este caprichoso y desordenado recuerdo de 4 fechas y una sola, quiero detenerme en una arista cultural difícil de conmensurar.
Me refiero a la inauguración de la galería de los patriotas latinoamericanos enla CasaRosada.Cumple un año. Se trata de un hecho más simbólico/ emotivo que fáctico o de inserción en la realidad social.
Ahora bien, muchos reconocen en lo gestual la marca de las épocas y así se ha difundido ampliamente que la orden de extraer el cuadrito de Videla, fue la síntesis del gobierno de Kirchner.
Cristina hace pocos días, en la carta dirigida ala CGTpor el día de los trabajadores puntualizó que si no se hubiese sacado aquel cuadro, nunca se hubiese podido colocar el cuadro de Che Guevara enla Rosada.
Estas afirmaciones de la presidenta se perdieron por la alcantarilla de rumores de coyuntura sobre la relación entre la líder política y el líder sindical. No obstante, estas manifestaciones, contemplan la importancia que la presidenta le otorga a la galería de los patriotas. Podríamos pensar –sin temor a equivocarnos- en este espacio como resumen de la presidencia de Cristina.
Y es que así como se ha enfrentado a las corporaciones militares, eclesiásticas, mediáticas, campestres, el Che enla Rosadaes un desafío notable a la cofradía de dueños de la historia., de alabanceros de doctrinas occidentales y cristianas. O de tribunas de doctrina.
José Martí –quien también está en la galería por obsequio de Fidel- decía “ser cultos es el único modo de ser libres”.
A un año de su inauguración, me atrevo a considerar que la galería de los patriotas es el título de una nueva época que se inserta en el plano cultural, pero que acaba incidiendo en políticas públicas claras que ya son bienvenidas por el grueso de la sociedad.

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