1 DE MAYO DE 1890: ARGENTINA - PRIMERA CELEBRACIÓN DEL DÍA DE LOS TRABAJADORES EN EL "PRADO ESPAÑOL"

*Por Daniel Chiarenza


"La guerra de clases ha comenzado. Ayer, frente a la fábrica McCornick, han fusilado a los trabajadores. ¡Su sangre pide justicia!".


Decía un periódico obrero de Chicago, el 3 de mayo de 1986, por la matanza de huelguistas hecha por la policía dos días antes. Los trabajadores, cumpliendo una resolución del Congreso de la Federación Americana del Trabajo (AFL), de imponer la jornada de ocho horas desde el 1 de mayo de ese año, fueron atacados a tiros por la policía y los matones de la McCornick. Seis muertos y más de 50 heridos fue el saldo de la masacre. Otra muestra de protesta, al día siguiente, también fue atacada por la policía, con una nueva cantidad de muertos y heridos. Varios dirigentes obreros fueron detenidos y juzgados, por una "conspiración" (así le llamaban al simple petitorio de derechos sociales); y cinco de ellos, fueron condenados a muerte.


Uno de los jurados del juicio puso en claro los motivos por los que se asesinaba a los "mártires de Chicago": "Los colgaremos lo mismo. Son hombres demasiado inteligentes y demasiado peligrosos para nuestros privilegios". En noviembre de 1884, la AFL había resuelto que desde el 1 de mayo de 1886 todos los trabajadores abandonasen la tarea una vez cumplida la jornada. En este marco se produjo la "masacre de Chicago". En 1889 –a cien años de la Revolución Francesa- los obreros socialistas, reunidos en un Congreso de la Segunda Internacional, decidieron realizar una manifestación internacional en una fecha fija, por las ocho horas y otras reivindicaciones. El recuerdo del sangriento y triunfal 1 de mayo obrero de los Estados Unidos, hizo que eligieran el 1 de mayo como “la fecha”. El 1 de Mayo de 1890, por primera vez en la historia, los trabajadores de todos los países hicieron huelgas, marchas, etcétera. Así nació el Día Internacional de los Trabajadores.




Los finales del siglo XIX, fueron los años del nacimiento de la clase obrera argentina. Fue una de las primeras del mundo en cuanto al desarrollo de su conciencia. La clase obrera argentina fue una de las pocas que tuvo secciones en la Primera Internacional (1871). Y –como vimos- por decisión de la Segunda Internacional reunida en París, se decidió celebrar en todos los países del mundo una jornada de lucha los 1 de Mayo, para plantear las distintas reivindicaciones obreras y en homenaje a los trabajadores masacrados en Chicago. En esa reunión de París, la Argentina estuvo representada por Guillermo Liebknecht, padre de Carlos [uno de los líderes de la revolución "espartaquista" en Alemania] y amigo de Marx, quien aceptó el pedido que le hicieron los integrantes de un club de socialistas alemanes residentes en la Argentina, el Vorwärts [¡Adelante!]. Se celebró el 1 de mayo de 1890 en el Prado Español de Buenos Aires (actualmente Recoleta). Los oradores se dirigieron a la concurrencia en cuatro idiomas: alemán, francés, italiano y español.


El proletariado argentino ya contaba con una historia: el 2 de septiembre de 1878 se declaró la primera huelga en el país. Los tipógrafos paraban ante la reducción de los salarios y el aumento de las exigencias laborales. El diario El Nacional calificó a la huelga de "recurso vicioso, inusitado e injustificado", la atribuía a la influencia europea -aunque la mayoría de los tipógrafos eran criollos- y concluía afirmando "el socialismo usa las huelgas como instrumento de perturbación, pero el socialismo es una necedad en América".
Luego, en 1882 se realizó una huelga de albañiles y yeseros; en 1883, carpinteros, telefónicos y peones de La Plata; en 1885, panaderos de Rosario; y entre 1888 y 1890 se registraron 36 huelgas.
El 1 de mayo de 1909 la FORA (Federación Obrera Regional Argentina, anarquista) movilizó hacia Plaza Lorea. Antes de iniciado el acto, el coronel Ramón Falcón ordenó abrir fuego contra la multitud de 30 mil obreros. La represión jamás logró frenar el avance de los trabajadores. El 1 de mayo siguió siendo el día en que los trabajadores argentinos se unían a sus hermanos de clase en todo el mundo, la fecha nunca perdió su carácter internacionalista. El 1 de mayo de 1938 se realizó la mayor manifestación en nuestro país, en solidaridad con los obreros españoles en lucha contra el fascismo.
Lo del peronismo revolucionario fue fabuloso, porque enseguida la voz clasista de Evita en contra de la oligarquía y el imperialismo, entendió lo universal de la contienda de trabajadores contra capitalistas en busca de elementales conquistas, que no se regalaban, sino que se luchaban.

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