REQUIEM PARA UN MILITANTE



(*) PEDRO VALCI 


La militancia puede ser ¿equivocada o ilusionada? , la utopia es una de las tantas llamas que hacen que la mujer ó el hombre sean atrapados incondicionalmente hacia un ideal que yace en cada uno de nosotros, que siempre es por la recuperación de los derechos y las libertades, en eso desde todas las visiones vamos a coincidir los militantes. Como se juega la condición humana en todo este juego perverso, se habilita un escenario apropiado para los DEPREDADORES, que desde la frialdad misma de su perversión espera agazapado el momento propicio para MATAR la utopia.

Siempre actúa desde la sombra y siempre utiliza a un ESCLAVO que apriete el gatillo, MATAR es el fin, y para eso esta tan preparado y es tan táctico que su estrategia es actuar en el CAOS, porque hay las defensas de los militantes de los bandos están distraídas en su utópica lucha.

Su misión es la SANGRE, no le importa las razones de los bandos en pugna sino saciar su sed de sangre, en la Argentina desde los mismos inicios de la historia hemos sido los espectadores de todos los velorios de estos sátrapas.

Hoy EL ASESINO y su esclavo, tiñeron de sangre el día, a estas horas en las oscuras alfombras de su despacho esta el goce de haber derramado sangre, no han matado como dice le vulgo a un militante del Partido Obrero, nuevamente han matado a uno de los NUESTROS, y nuevamente la escena macabra de todas las opiniones obtusa, lo cierto que una vida de 23 años ha dejado a la utopia para ser parte del botín del ASESINO.

Mañana a lo mejor aparece el esclavo, pero la voz, el pensamiento de este compañero ya cuando la prensa no pueda facturar solo será parte del dolor de los suyos ó de algún homenaje póstumo, paginas y paginas de elocuentes justificaciones, pésames, estupideces que se dicen por compromiso, lo cierto es que pasan los años y el asesino sigue impune y su teoría de enfrentar al Pueblo con el Pueblo cobra cuerpo a su antojo.

Me duele la perdida de este joven compañero, pero mas me duele la estupidez de los que dirigen a estos jóvenes y los mandan al frente la precariedad de una seudo –dirigencia que aun apuesta a la violencia y no al debate de la ideas . Como Pilatos al minuto lavan sus manos, sin saber que en ese acto son los cómplices del asesino.
Todos estamos en la calle porque la calle es nuestra y nuestra vida es del asesino, aca surge una pregunta a los que somos dirigentes ¿sabemos cuidar a nuestros compañeros? …..NO solo sabemos dar el pesame.-

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