Nunca ha sido sencillo ser mujer en este mundo, pues el peso de la presencia masculina nos ha obligado, a independizarnos de las estructuras establecidas en todos los órdenes que componen a una comunidad.
Sin embargo, en la Argentina dimos un primer paso hacia la equidad de los géneros, gracias a la compañera Eva Duarte (un ejemplo de MUJER), quien instauró el voto femenino en nuestro país; de allí en adelante, podemos decir, que las mujeres ocupamos un rol preponderante en la historia, pese a que la sociedad, incluso los diccionarios nos etiqueten como: mujer.
(Del lat. mulĭer, -ēris).
Para los que no se enteraron, no sólo somos mujeres por nuestra contextura física, por la etapa de la vida en que transitamos, ni por hacernos cargos de un hogar, o por ejercer una profesión non santa, para nuestra sacra sociedad, sino porque somos seres humanos, con la capacidad suficiente como para ponernos a la par del otro, o para sobresalir en lo que hacemos.
Un modelo a destacar, es nuestra presidenta…si Cristina Fernandez!!!, la mujer mas amada y odiada de nuestros tiempos; aquella que se enfrentó a las multinacionales, a los gobiernos que piensan que somos colonia por retener aún a nuestras Islas Malvinas, incluso a nuestra “oposición”, a quienes tuvo la humildad de decirles que si tienen una idea mejor, que la iba a poner en marcha…aunque es como pedirle peras al olmo.
Por todos esos motivos y muchos más, la nuestra es una lucha constante por la superación personal y por ocupar el lugar que nos corresponde en el mundo; tarea complicada si las hay!. No obstante, seguiremos peleando, porque si hay algo que nos caracteriza es la perseverancia.
Desde este espacio, quiero dedicarle estas líneas a todas las mujeres que bregan diariamente por modificar su realidad, y a nuestros “opuestos”, para refrescarles la memoria, y que no se hagan los distraídos.
*Directora Revista Ida & Vuelta
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