REPORTAJE AL PRESIDENTE DE FARO DE LA COMUNICACIÓN

COMISION NICOLAS CASULLO DE

MEDIOS AUDIOVISUALES EN CARTA ABIERTA

Informa


Barcia: “Es necesaria una CGE de la comunicación”

Así lo afirmó en declaraciones radiales a FM La Boca.


Barcia sostuvo, además, que el proyecto de ley de Servicios Audiovisuales constituirá una bisagra histórica que cambiará sustancialmente el mapa del poder en la Argentina y caracterizó a esta etapa como “el 17 de octubre del siglo XXI para la Argentina”.


En un reportaje radial en FM La Boca, Hugo Barcia, Presidente del recientemente organizado FARO de la Comunicación, que nuclea a la Agrupación de Periodistas Los 100, a la Federación de Trabajadores de Prensa (FATPREN), a la Comisión de Medios Audiovisuales Nicolás Casullo en Carta Abierta y al Movimiento de Blogueros Peronistas, afirmó que: “El proyecto de Ley de Servicios Audiovisuales presentado al Congreso es una bisagra histórica, porque es la llave del cerrojo que tenía silenciados a los argentinos y capturados bajo el imperio del discurso único”.

Barcia sostuvo que “la sanción de esta ley, cuya gestación se inició hace más de cinco años con la elaboración de los 21 puntos de la Coalición por una Radiodifusión Democrática, es el 17 de octubre del siglo XXI para la Argentina”.

Más adelante, el periodista consideró que “después de la sanción de la ley nada va a quedar igual porque se va a modificar sustancialmente el mapa del poder en nuestro país”.

Al referirse a la ingerencia que los medios han adquirido en la conformación de la opinión pública, Barcia hizo una breve reseña histórica sobre el tema: “en los años 80, la instauración de la vídeo-política modificó los usos y costumbres de la política argentina. Cuando los protagonistas políticos de aquella década notaron que si concurrían a un programa de televisión obtenían una audiencia que superaba ampliamente a la que se podía juntar en un gran estadio de fútbol, comenzó un proceso que anuló las poleas humanas que existían entre la política y el pueblo. Dejaron de tener importancia los cuadros políticos, y los militantes, y comenzaron a adquirir una relevancia inusitada los operadores políticos que facilitaban la relación con los medios”.

“Se perdió -consideró el titular de FARO- el ida y vuelta dialéctico entre los dirigentes y sus representados. Perón, en el balcón de la Casa Rosada al hablar con el pueblo, obtenía la inmediata respuesta de éste, expresada en cánticos y consignas. En los años 80, muy por el contrario, se abrió una brecha de la mano de la vídeo-política entre dirigentes y dirigidos. Cuando los dirigidos veían a los dirigentes en las pantallas de televisión, los escuchaban por la radio o los leían en los diarios no podían manifestar en ese acto ni su aprobación ni su rechazo. Se convertían en consumidores pasivos”.

En la entrevista, Barcia estimó que la consecuencia de ello fue “la adecuación de los discursos de los dirigentes a los intereses mediáticos, aun no tan concentrados como ahora. Los discursos, entonces, perdieron densidad política e ideológica. Y en los años 90 se pasó a la pérdida de la calidad democrática, cuando los medios, a partir de la reforma del Estado aplicada por Menem, iniciaron un proceso de oligopolización y, en muchos casos, de concentración monopólica”.

En cuanto a las respuestas de los distintos sectores comprometidos con el proyecto de Ley, Barcia sostuvo: “Así como los periodistas y comunicadores, tanto a nivel gremial como profesional, hemos dado un gran paso político al crear Faro de la Comunicación, que no es otra cosa que una decisión político-estratégica que acompaña la voluntad de transformación de este gobierno, sería fundamental que los sectores empresariales vinculados a la comunicación y con una verdadera vocación democrática, den un paso similar. Y agregó: “Creo que deberían reunirse, no para defender legítimos intereses sectoriales, sino para establecer un acuerdo político estratégico que facilite y sostenga el proceso abierto con esta nueva ley”.

Barcia consideró que “el sector empresarial mediático será un protagonista principal en esas nuevas relaciones de poder que la ley establece. El nuevo marco legal requerirá de un nuevo empresariado, con vocación nacional y firme respeto a la voluntad popular. Está haciendo falta una especie de CGE de los medios”.

Buenos Aires, 2 de septiembre de 2009

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