EL TEMOR DE LOS GRANDES CONGLOMERADOS DE MEDIOS A LA DEMOCRATIZACIÓN DE LA INFORMACIÓN

*Por María Silvina Silvestre.

En estos días, en los cuales se obtiene la media sanción de la nueva ley de servicios Audiovisuales, nos da la posibilidad de pensar una nueva comunicación desde el punto de vista de los encierros ideológicos.

Si bien antes se planteaba el marketing como una herramienta de control social, se trata con esta nueva forma de comunicar una posibilidad de sustituir la idea de burdo y masivo por una nueva idea de consumidor mediático.

Debido a que hoy estamos en un proceso de individualización totalmente diferente al de hace unos años donde “solo contaba el exitismo del primer mundo que nunca fuimos”, las producciones se plantean con diversas temáticas que contienen los mas altruistas conceptos de la democracia, la participación y la libertad de expresión.

No es ex profeso que los medios de la década del los 90 estuviesen pensados en la base de la globalización que nos arrastraría hasta lo mas profundo del individualismo desencarnado, transformando los escenarios, culturales, sociales, políticos, institucionales y rectores de una vida de encierro.

Llevando a la ciudadanía a ser apartado de los lugares públicos que por naturaleza le pertenecen y creando lugares de encierro con el traslado del espacio publico a lo privado, pasando así de las plazas o las calles al living de las casas, pretendiendo de esta manera que la pantalla se transforme en el único lugar posible de información, de esta forma se llega a la “no interacción social tan preciada por los mentores de la desterritorializacion que impone la mala utilización de las nuevas tecnologías”.

De este modo y con la democratización de los medios de comunicación, ya no debería ser para los “sociólogos con cierta carga de temor a lo popular “un problema si los medios son o no un oxímoron, debido que al aclarase varios puntos dentro de la comunicación y al aparecer nuevas alternativas de contenidos no seria necesario pensar en como se leen o escuchan las noticias, si por metáforas o por los dichos que plasman la realidad. Si por culturosos programas, culturales o populares.

Cito justamente populares porque, lo que hoy se ve como popular es sensacionalismo que vende raiting y no un planteo serio de las problemáticas sociales, sin reflexión, sin la búsqueda de una alternativa viable para aquellos que tiene un segundo de fama al ser usados para alimentar el morbo de quienes ganan millones mostrando sus desavenencias.

Las clases dominantes ya se verán abatidas por una nueva forma de pensar la comunicación, ya que desde esta nueva ley se valoriza el “verdadero valor” de lo Nacional y Popular, a partir de que la misma es una ley de la democracia, gestada hace muchos años y con un largo trabajo de variados sectores, incluyente y sin temor de los pobres.

Comentarios