PARRESÍA (DECIRLO TODO, HABLAR FRANCAMENTE)

*Por Prof. Ernesto Laserna

Para la salud de los argentinos, sería bueno que alguna vez tuviéramos un Collège de France, ó al menos en las aulas aparecieran mas seguido los análisis de Foucault, en fin seguramente algún día abandonaremos la escuela derechosa y la Universidad monárquica y nos atreveremos  a incursionar en la ciencia en tren de hacerse, y donde los docentes puedan hacer uso del prestigio sin escolarización, llevando a los alumnos a enfrentar el DEBATE y de esa forma modificar los paradigmas de la lectura y del pensamiento, esta estructuración de la educación no esta resolviendo la cuestión de fondo que es a mi entender el DISCURSO, el SABER, de los receptores del trabajo docente.

Volviendo a la “parresía”, Michel destaca tres estados de la misma, la parresía política, la  parresía judiciaria y la parresía moral….porque lo importante es tomar la palabra, porque decirlo todo y hablar francamente, introduce inexorablemente la verdad. Sutilmente vemos que los “des-informadores argentinos” a sueldo del mega imperio de los medios, nos privan de la verdad es decir nos anulan  la parresía, a conciencia y cínicamente, para poder salvar sus bolsillos, propio de los esclavos de una señora, y que ha logrado nefastamente que una mayoría importante sea repetidora de títulos de su medio con logo fachista, a los que desde las letras hemos aprendido a ser libres y cumplir con la premisa de que una vida sin debate no merece ser vida, nos toca la misión de ser los esclarecedores ante tanta ausencia de reflexión y comprensión de los ataques que los medios ejercen en la conciencia popular.

La historia ha demostrado claramente lo que han realizado estos represores del pensamiento, a los cuales, les cabe un juicio más severo que a las juntas militares, así las cosas, pretendo en este papel, poner en valor la voluntad de sumar al DEBATE, a todos mis compatriotas en víspera del bicentenario, y que no sea solo una entrega del gran diario, con su verso abyecto, mostrando fotos y notas de lacayos, un debate que deberíamos darnos en cada plaza de esta República, entre el sí mismo (el sujeto) y los otros ( el político, el déspota, el director de conciencia) y poder entender en la diversidad de los pareceres que  la verdad ya se posee.

Por último debo decir que estamos en presencia de la subjetividad, que será lo que transitaremos de ahora en más.

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