LOS 70 ENTRE "LA NUEVA" DERECHA Y "LA IZQUIERDA"


En los últimos dos años se produjo un boom de cierta literatura politica y varios libros publicados en torno a los comportamientos ideológicos gestados fuertemente en la Universidad de los años´60 que impactaron en la lucha armada de los´70. Uno de los autores más leídos es el periodista Juan Bautista Yofre, ex "Am-bito Financiero"

El que fuera titular de la SIDE. en la primera parte del gobierno de Carlos Menem, conocido como "Tata" Yofre elaboró dos trabajos durante varios años. El primero de sus libros se tituló: "Nadie fue". Estuvo referido al golpe militar del´76 y a la complacencia de
vastos sectores de la clase media y especialmente los medios periodisticos.

Yofre, cuyo hermano Ricardo fue funcionario de la dictadura y más tarde cercano al gobierno de Raúl Alfonsín -el "Tata" mantenía estrechas relaciones con gente de la Cancillería durante el régimen del general Jorge Rafael Videla- hace un año editó otro libro, a la
saga del primero. Lo tituló: "Fuímos todos". La "vieja izquierda" acusa a la "nueva derecha".

Ahora, el abogado marplatense Nicolás Márquez acaba de publicar "El Vietnam argentino" cuyo título está basado -dice- en "la guerrilla marxista en el monte tucumano a mediados de los´70 a cargo del ERP Ejército Revolucionario del Pueblo. El debate está instalado desde hace dos o tres años en los medios.

Para los sectores "progresistas" que remiten al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner -el importante grupo de "los 100" intelectuales que mantuvieron una asamblea abierta con el ex Presidente de la Nación, Néstor Kirchner, en pleno conflicto del gobier-
no con el Campo- lo que se publica "remite a la nueva derecha", según dicen.

A su vez, los investigadores de la tragedia de los´70 -los citados- entre otros el periodista ex Redactor de "Clarín", Ceferino Reato, ya aparece como autor del próximo best seller si se piensa en "Operación traviata". Allí, Reato recopila la participación de la organi-zación "Montoneros" en el asesinato de José Ignacio Rucci el 25 de setiembre del´73.

El libro de Reato se agotó en dos semanas. La primera edición se consumió también la polémica que molestó a varios funcionarios del gobierno por un pasado "setentista" ligado al grupo guerrillero que fundó Fernando Abal Medina, ex estudiante del Colegio Na-
cional Buenos Aires, a fines de los´60.

En Mar del Plata, hace unos días el colega Alberto Castagnoli produjo otro testimonio de la guerrilla de aquellos años. Recordó en su blog político el secuestro y cautiverio del coronel Ibarzabal, a cargo del ERP. el 19 de noviembre del´74. Lo que sigue es una
síntesis.

"El 19 de noviembre de 1974, luego de estar secuestrado en las denominadas "carceles del pueblo" durante 11 meses, fue asesinado el coronel Jorge Roberto Ibarzabal. Antes en el intento de co-
pamiento del cuartel de Azul, cayó un soldado de guardia (Daniel
González) y fue herido de gravedad el teniente Carullo". Casi nadie
se acuerda de ellos.

Las crónicas de la época dan cuenta que el militar fue secuestrado "en el intento de asalto y copamiento del Regimiento de Caballeria de Tiradores Blindado 10 y Grupo de Artillería Blindado 1 (Azul, provincia de Buenos Aires) ocurrido a las 22,30 horas del sábado 19 de enero de 1974", revela la recopilación.

"El lugar fue atacado por la compañía “Héroes de Trelew” del Ejercito Revolucionario del Pueblo (ERP)" se añade. La inmediata consecuencia política fue el endurecimiento del gobierno constitu-cional de Juan Domingo Perón. En horas se promulgaron las leyes que aumentaban penas "para los actos terroristas",. se recuerda.

Asimismo, debieron renunciar en pocas horas los gobernadores
que ganaron con el FreJuLi y respondían a la "Tendencia Revolucio-
naria", brazo político de la organización guerrillera "Montoneros"

En 48 horas se fueron Oscar Bidegain, gobernador bonaeren-
se, Ricardo Obregón Cano, mandatario cordobés y Alberto Martínez
Baca, jefe del gobierno mendocino. Fue una crisis política severa y
el principio del fin del gobierno de Perón en sus relaciones con el lla-
mado "camporismo".

"Ibarzabal habitaba una casa frente al cuartel y había ingresado a ella ante los primeros disparos. Se dirigió a la residencia del jefe de la guarnición, que a su vez era el Jefe del Regimiento de Caballería, coronel Camilo Arturo Gay. Este se alojaba en una vivienda, ubicada detrás del cuartel, separada por el arroyo Azul", se lee ahora.

"Una vez allí ambos se dirigieron al cuartel, dejando el coronel a su familia en su residencia. En la marcha de ambos jefes al cuartel fueron interceptados por el grupo guerrillero, sector del puente, sien-do ejecutado el coronel Gay y tomado como rehén el teniente coro-nel Ibarzabal", añade.

"Amenazada su familia, fue secuestrado.Lo subieron a un auto,
alejándolo de sus soldados. La familia de Gay fue conducida al
sector del cuartel destinado a la herrería, donde la esposa del mi-litar fue cruelmente asesinada. Estaba sentada en el piso con la cabeza de su hija apoyada sobre su falda. La hija, Patricia Gay, de
14 años, sobrevivió y contó como ocurrieron los hechos", continúa.

Nunca se recuperó de ese cuadro de dolor. Al cabo se suicidó el 5 de octubre de 1993. El hecho pasó casi inadvertido.

"El 19 de noviembre de 1974 en la localidad de Quilmes, una pa-trulla control de ruta de la policía provincial advirtió el paso de tres vehículos sospechosos -dos automóviles y una camioneta- que se desplazaban aparentemente en saga. Al advertirlos, efectivos poli-ciales iniciaron la persecución. Emprendieron la fuga", describe.

"Se produce la detención de la camioneta y quién se encontraba a cargo de la misma extrajo una arma corta y efectuó un disparo al interior del armario metálico que transportaba en la caja del vehículo, Arrojó el arma al suelo y se entregó con los brazos en alto, sin ofre-cer resistencia. Cuando los policías lo detuvieron, comprobaron que había dado muerte al teniente coronel Jorge Roberto Ibarzabal",dice

"El militar secuestrado presentaba un impacto de bala en su ros-tro y el fallecimiento se produjo en forma instantánea. Los testimo-
nios de la época revivieron el alarmante estado fisico del oficial del Ejército. "Era deplorable", decían las crónicas,.consecuencia del prolongado encierro en las denominadas “cárceles del pueblo”, en las que se lo hacía rotar periódicamente para evitar su localización.


Autor/Fuente: Jose Luis Ponsico (Diario El Atlantico de Mar del Plata)

Gentileza: Prensa Marplatense

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
compañero, bueno y muy objetibo su articulo.
juan martin