DECLARACIÓN FINAL DEL CONGRESO DE LA REFOMRA "LATINOAMERICA EDUCA"



La Plata, 11 de octubre de 2008

            Los más de 2000 estudiantes latinoamericanos reunidos entre los días 9 y 11 de octubre en la ciudad de La Plata, en el marco de los 90 años de la Reforma Universitaria de Córdoba de 1918, reafirmamos la gesta histórica de la juventud argentina y latinoamericana que forjó el ideal de nuestra universidad. Su espíritu democrático instituyó reformas históricas: la introducción del cogobierno, la autonomía universitaria, la libertad de cátedra y el necesario compromiso de la educación superior con la sociedad. La voz acallada de los estudiantes emergió como mágico torrente en contra del modelo oligárquico, enclaustrado, autoritario, clerical y liberal que impregnaba a la universidad de la mediocridad funcional al dominio de los intereses imperialistas en nuestro continente.

Tal como se afirma en el manifiesto del XVIII, en estos días podemos decir que “estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana.” Vivimos un nuevo momento histórico, una nueva oportunidad de los pueblos de Nuestra América para integrarse y emerger con un proyecto propio que solucione definitivamente las tareas irresueltas de nuestra real independencia. La crisis del proyecto financiero neoliberal, la crisis de la hegemonía imperial que se encuentra en el corazón mismo del imperio, da cuenta de que se transita de un mundo unipolar a un mundo multipolar. En este escenario Latinoamérica vuelve a levantarse pensándose como una misma Patria Grande,  avanzando con procesos populares de transformación.

El proceso de transformación en Nuestra América no es homogéneo, posee tiempos sociales diferentes en cada uno de los países y en algunos casos el proyecto neoliberal sigue siendo lo dominante. Este es el caso de Colombia y Perú, en donde se intenta avanzar con tratados de libre comercio y profundizar las relaciones carnales con EEUU, priorizando la subordinación imperial sobre la integración solidaria de los pueblos latinoamericanos. No es casual que en Colombia, bajo el gobierno autoritario y militarizado de Álvaro Uribe Velez, se persiga, reprima, criminalice y asesine a los referentes sociales, sindicales, campesinos y estudiantiles. Todo lo que signifique movilización, participación y organización de las mayorías para una sociedad más justa debe ser eliminado ya que es contrario al proyecto Neoliberal.

Por eso convocamos a toda Latinoamérica a solidarizarse con la juventud, los estudiantes colombianos y la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios (ACEU) que sufren el avasallamiento total de sus derechos humanos y sociales, siendo declarados terroristas por el gobierno.

Esta nueva hora americana implica nuevos desafíos y tareas. El proyecto educativo neoliberal se asentó sobre tres pilares fundamentales: la mercantilización, la privatización y la transnacionalización de la educación. El objetivo principal fue destruir a la educación pública, destruir a la educación como derecho humano y social, convirtiendo al conocimiento en una mercancía. Por medio de los Acuerdos Generales sobre Comercio y Servicios de la OMC se definió a la Educación Superior y a la Educación en General como bien transable. La mercantilización garantiza el control, por parte de los que tienen el poder económico, de la producción de conocimiento, la capacitación de técnicos, la capacitación de profesionales, de investigadores y de intelectuales. Los pulpos financieros transnacionales representados por el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Comercio (OMC) deben controlar necesariamente el conocimiento estratégico para garantizarse, en la llamada Sociedad del Conocimiento, la apropiación de la riqueza producida por los pueblos.

Desde la lucha contra la mercantilización de la educación nace la necesidad de construir una Nueva Reforma Universitaria Latinoamericana, que además de reafirmar la reforma del XVIII y actualizar los desafíos, se asiente sobre tres pilares: la educación pública, gratuita e inclusiva; la educación comprometida socialmente; la educación Latinoamericanista.   

La Nueva Reforma exige la generalización y democratización del conocimiento, cuestión imprescindible si queremos vivir en una sociedad inclusiva. La Educación Superior debe ser una herramienta central en la formación de hombres y mujeres críticos, capaces de desnaturalizar lo impuesto.

Debemos incorporar el aprendizaje por problemas para que las necesidades y desafíos nacionales y latinoamericanos sean el motor de nuestra formación. Pensar desde nosotros mismos nos obliga a romper con el individualismo y proyectar una salida desde lo colectivo.

Una universidad autónoma sin compromiso social es una universidad de espaldas a las necesidades de las mayorías, es una universidad autónoma del pueblo y heterónoma de los intereses privados. La autonomía universitaria constituye una conquista solo si se va acompañada de un fuerte compromiso social.

Las tres funciones básicas de la universidad –la investigación, la enseñanza y la extensión- no pueden ser pensadas como compartimentos estancos sino que necesariamente están integradas dentro de un proyecto educativo. Siempre que hay investigación y desarrollo de tecnología, hay una transferencia y existe una articulación. Por lo tanto si queremos una universidad latinoamericana acorde a las necesidades de su pueblo, la investigación debe estar orientada a dar soluciones a los problemas sociales. A partir de esta realidad, la extensión  es entendida como articulación y no como momento excepcional donde los que “saben” –la universidad- transfiere caritativamente sus saberes. La articulación nos define el para qué, para quién y con quién se construye conocimiento, por lo tanto es a partir de aquí que democratizamos verdaderamente la educación y podemos pintar a la universidad de pueblo.   

La Nueva Reforma Universitaria puede sintetizarse en la alianza estratégica pueblo-ciencia, en donde el pueblo es el momento práctico de la ciencia y la ciencia el momento teórico del pueblo.

La juventud debe tomar la responsabilidad histórica que le compete en todo proceso de transformación. A los 80 años del nacimiento del Che, podemos decir junto con él que “un revolucionario es movido por el más profundo sentimiento de amor a su prójimo”. Reafirmamos que nuestra Nueva Reforma y Nuestro Proyecto de Integración deben estar basados en este amor, que opone a la mezquindad, la especulación, el individualismo, la bajeza, la mediocridad y la sordidez de lo Viejo el humanismo, la solidaridad, la entrega y el esfuerzo de lo Nuevo. 

Fuera la OMC de la Educación! Fuera neoliberalismo de la Educación!
Por una Nueva Reforma popular y latinoamericana!

OCLAE
FUA  (Sec. Gral. y Sec. de Relaciones Internacionales)
MILES     

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