30 DE JULIO DE 1973: DISCURSO DE PERÓN ANTE LA CGT "TODO EN SU MEDIDA Y ARMONIOSAMENTE"

*Por profesor Daniel Chiarenza

Luego del 20 de junio de 1973, para Perón era necesario encuadrar a los jóvenes combativos para poner en marcha lo que él llamaba el "gobierno de emergencia" e iniciar la construcción de la alianza policlasista para iniciar, según "el General", el plan de liberación y reconstrucción.

Tapa de Crónica que anuncia la renuncia de Galimberti y Abal Medina.

La situación internacional, favorable hasta hacía poco tiempo, presentaba -ahora- un cerco de dictaduras hostiles. A la brasileña, que ya contaba con nueve años, se sumaba el gobierno títere de Bordaberry en Uruguay; Morales Bermúdez -quien en unos días estaría en el poder- estaba lejos de ser Velasco Alvarado en Perú; el golpista general Banzer había terminado con el gobierno popular de Torres en Bolivia y pronto Pinochet haría otro tanto con el gobierno democrático de Allende en Chile.

General Juan Velasco Alvarado.

General Francisco Morales Bermúdez.

Le urgía a Estados Unidos, luego de la bochornosa derrota en Vietnam, prestar atención a todo lo que estaba ocurriendo en su "Patio trasero" (América Latina del río Bravo hacia el sur).
Todo esto parecía suficiente para no intentar otra cosa que no fuera el camino de la gradualidad y la moderación para poner en marcha un proyecto liberador; aunque también sería ilusorio. Perón pensaba que alcanzaba (cuando todo estaba decidido desde otro centro de poder) consolidar cada etapa antes de avanzar sobre la siguiente.

América Latina del Río Bravo hacía el Sur (el Patio Trasero de EE.UU.)

"Perón temía para sí mismo un destino similar al del chileno Salvador Allende si de dejaba arrastrar" por el entusiasmo revolucionario de los jóvenes "apresurados". "Creía que el golpe de Estado de Chile había sido provocado por la 'irresponsabilidad' de la ultraizquierda" [Julio Godio,
Perón, regreso, soledad y muerte]. No otra cosa había pasado en Bolivia.

Retrato al lápiz de Perón en 1973, cuando se refirió a los "apresurados".

Era necesario no provocar a la bestia -aunque las gestiones más auspiciosas hubieran fracasado, ante la determinación del Imperio y sus generales del Cono Sur de implementar el "Plan Cóndor"-. "Hace pocos días, en Medio Oriente amenazaron a Estados Unidos con cerrarle el grifo del petróleo [que]... es el 80% del petróleo del mundo, de manera que si ellos cierran la canilla, la industria norteamericana... tendrá un sacudón muy fuerte... El Senado de Estados Unidos contestó que... ocuparían el Medio Oriente. Y lo van a hacer, no sólo con los árabes: ¡Lo van a hacer con nosotros el día que necesiten y no tengan!" (Juan Perón.
Discurso del 30 de julio de 1973, Obras Completas).

Crisis del petróleo de los ´70.

En ese mismo discurso y apelando a los griegos, como lo había hecho tantas veces en su vida, el viejo General, definió en forma ateniense lo que era revolución en el sentido de transformación y comparándose con el avance civilizatorio de la sociedad helenística, imprecó a los muchachos con aquel inolvidable:
"Todo en su medida y armoniosamente".

Perón, como siempre, saliendo exitoso de todos sus discursos.

Los sectores juveniles y revolucionarios que tenían tanta "chispa" como Perón no tardaron en contestarle:
"¡Vamos a hacer una patria combatiente / en su medida y armoniosamente!".

Los cruzados también decían "vamos a hacer una patria combatiente, en su medida y armoniosamente"

Perón se inquietó. Había que detener a los "apresurados", pero también había aprendido "al llegar a la Argentina que el 'hueso montonero' era duro de roer. No deseaba expulsarlo en bloque" [Godio,
Perón...], sino encuadrarlo, desmovilizarlo y mantenerlo como amenazante reserva para tener preocupados a quienes sólo confiaban en él para contener a la guerrilla.

Capacidad de convocatoria de Montoneros y la Juventud Peronista en determinado momento.

Sin embargo no era este el pensamiento de los sectores internos que creían oportuna la ocasión para destruir a la Tendencia Revolucionaria.

Gentileza: Mónica Oporto

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Malísimo análisis. Perón no tuvo que contener a los desaforados Montoneros, Perón engaño a la juventud peronista combativa desde el exilio, hablando de la legitimidad de la violencia del pueblo y dejando en Argentina A John Willam Cooke, que había unido al peronismo con la lucha de liberación nacional del Che Guevara (y no veo que Perón se haya ofuscado por ello). Cuando llegó a la Argentina demostró que no era ningún zurdo sino todo lo contrario: era la reacción a cualquier movimiento revolucionario. Nunca las revoluciones son armoniosas; eso es reformismo, no revolución. Perón no llamó las cosas por su nombre porque sabía que había ganado a la base popular peronistas con mentiras y que eso se iba a caer (como ocurió finalmente el 1 de mayo de 1974).
Esta declaración era más que clara para ver cómo el peronismo de izquierda era ilógico porque su líder era un reaccionario; sin embargo el culto a Perón pudo más y hubo que esperar la muerte de Rucci, el 1/05/74 y el pase voluntario a la clandestinidad de Montoneros para que se viera lo que las posturas de izquierda no peronistas, como el ERP, venían diciendo desde el Cordobazo.
Kaid ha dicho que…
anónimo: dada la concepción movimientista del peronismo cabían en él diversas visiones y Perón desde el exilio maniobró para volver,y es cierto nunca fue "un zurdo" (pareciera que el adjetivo está aplicado de manera peyorativa) de hecho él habló de la Tercera Posición. El peronismo significó una revolución desde otros aspectos: hasta el peronismo ningún partido clasista le dio al trabajador el lugar que el peronismo sí. Es más, la reivindicación del papel de la mujer trabajadora vino de la mano del peronismo (cf. Jorge Halperín: Las muchachas peronistas)y no desde otros sectores políticos.
Salutes!