*Por Daniel Mancuso
Cuando la Presidenta anunció el envío al Congreso del proyecto de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, los cineastas DAVID BLAUSTEIN y OSVALDO DAICICH salieron a rodar a la calle, con la idea de que se estaba ante un hecho histórico. Todo el debate posterior, las historias y los sueños está en la película...
A partir del 25 de mayo de 2003 -y en consonancia con la historia contemporánea de América Latina- nuestro país inició un proceso político transformador para unos, populista, y autoritario para otros. Derechos humanos, Suprema Corte de Justicia, integración latinoamericana, renegociación de la deuda, son parte de una política que encontró resistencia en sectores conservadores e intereses económicos concentrados.
En el año 2008 este enfrentamiento alcanzó dimensiones violentas al resistirse los productores agropecuarios a la decisión de Cristina de Fernández de Kirchner de aumentar las retenciones a la producción sojera.
La derrota de “la 125” en el Senado parecía amenazar la estabilidad institucional.
Sorpresivamente, el gobierno decidió “salir” de la crisis con la reestatización de Aerolíneas Argentinas, la instrumentación de un fallo de la Corte que beneficia a los jubilados y la estatización de las jubilaciones privadas que le permite -por primera vez- articular una estrategia parlamentaria con diversos bloques progresistas y de centro izquierda.
En las elecciones del 28 de Junio de 2009, el Gobierno sufre una derrota en la Provincia de Buenos Aires en la cual, más importante que las matemáticas -apenas dos puntos de diferencia-, duele el castigo de sectores populares de los cordones suburbanos. A la derrota en Capital Federal se suman diversos traspiés en las principales capitales de provincias.
Nuevamente, cuando el escenario post 28 de Junio amenazaba el horizonte institucional, el PEN decide enviar al Congreso una nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que ya había presentado el 18 de Marzo, con la aprobación y simpatía de vastos sectores del mundo académico, organizaciones no gubernamentales, sectores sociales y gremiales y vastísimos representantes de la comunicación que venían bregando hace más de 20 años por los valores de esa Ley.
La llegada de la Ley al Congreso desata una batalla mediática notable. Los multimedios asociados con sectores políticos ponen en juego una vasta campaña de desprestigio del proyecto sin animarse a debatir ni una coma del mismo.
Al mismo tiempo, la Coalición de los 100, ampliada por aliados y simpatizantes de diverso origen inicia una campaña que parece desproporcionada y nimia frente al poder concentrado.
El papel de las telefónicas y el organismo de control aparecen comos los ejes más cuestionados por la oposición más seria que se anima a debatir. El gobierno sorprende satisfaciendo la demanda sobre el poder de las compañías telefónicas y, en el recinto de la cámara, esta modificación y otras permiten quórum, tratamiento y modificaciones importantes ante la ausencia de los bloques que venían expresando los intereses de los multimedios.
En el Senado, los opositores al proyecto deciden cambiar de estrategia. Ahora ya deciden debatir y exigen cambios la proyecto. Pero con las mismas palabras dicen todo el tiempo que el gobierno presiona a propios y ajenos y que “no les da el número”.
El tratamiento gráfico y televisivo sigue siendo notable: pocas veces la ciudadanía estuvo tan manipulada en la información y negada en sus posibilidades de acceder a datos veraces, si éstos existieran.
Finalmente, Senado, aprobación, acto en la Plaza, final apoteótico y promulgación por parte de Cristina Fernández de Kirchner. Ahora sí, un final redondo.
Si bien la ley se aprobó en octubre de 2009, solo recientemente ha podido comenzar a implementarse.
La Cámara Federal de Apelaciones mendocina había emitido una orden judicial en la que suspendia la aplicación de la ley, en respuesta a un amparo del diputado Enrique Thomas. Por este motivo, las 300 organizaciones que componen la Coalición por una Radiodifusión Democrática (CRD) convocaron a una marcha para el jueves 15 de abril de 2010, en apoyo a la Ley y en contra de la "malversación de la voluntad popular". Alrededor de 70.000 personas respondieron a la convocatoria.
El Procurador General de la Nación, Esteban Righi, emite un dictamen donde aconseja revocar la medida Cautelar. Finalmente el fallo de la Corte Suprema resuelve a favor de la aplicación de la Ley.
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DAVID BLAUSTEIN (Director, Productor) y OSVALDO DAICICH (Director, Guionísta)
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El rodaje se realizó por diversos sitios de nuestro país...
En la localidad de Máximo Paz, en Santa Fe, para contar la historia de la Federación de Cooperativas de Telecomunicaciones (Fecotel), que desde hace muchos años comenzó a operar en el mercado de la TV por cable y actualmente incursiona en el servicio de Internet.
En la ciudad de Córdoba, la experiencia de FM La Ranchada, fundada en 1989 por la Mutual Carlos Mujica, una entidad dedicada al trabajo de base en los barrios carenciados de la capital cordobesa.
En el Canal 10 de Tucumán, una señal de TV abierta, provincial y universitaria.
En la provincia de Neuquén, para documentar el trabajo cotidiano de una radio de la comunidad mapuche, en el lago Ruca.
En La Pampa, en la redacción de LA ARENA, uno de los medios que con experiencia, tradición e historia, participó en el debate por la ley de medios.
En la ciudad de Viedma, Río Negro, donde Néstor Busso, referente de la Coalición por una Radiodifusión Democrática, tiene su radio comunitaria...
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-¿Qué denominador común encontraron en estas experiencias?
-Otra manera de comunicarse. Otro modo de vivir la estética de la comunicación. Una forma más plural, más diversa. Una Argentina que mira y se mira de manera distinta. Una manera diferente, también, de gestionar los medios, con una participación más directa de la comunidad.
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Baje la película gratuitamente desde el sitio web
http://www.lacocinadelaley.com.ar/
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