ENTRE LA FANTASÍA Y LA ESTUPIDEZ, EL ESTADO DE DERECHO

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*Por Victor Leopoldo Martinez (San Fernando del Valle de Catamarca, Argentina, UNASUR-CELAC-EL EMILIO, realidad política)

Todo se desmadró. Solo requirió un año y medio para que la fantasía de aquel CAMBIO prometido por gente de color “blanco”, de ojos claros que venían a traer “transparencia”, respeto por las instituciones republicanas; que venía a respetar los derechos que como ciudadanos y habitantes de estas tierras, los argentinos tenemos; que decía llegaban para hacer respetar la Constitución, “promoviendo el bienestar general, asegurando los beneficios de la libertad para todos los hombre del mundo que quieran habitar suelo argentino” (por lo menos eso dice el preámbulo de la Constitución Nacional que recitaba el ex presidente Raúl Alfonsín) se desplomara. El tiempo y la desmedida ambición de los actores (aquel “equipo de lujo”) se encargó de desnudar su miserable cuerpo corrupto. El gobierno PRO se quito la careta para mostrar su perversa alma incolora y apátrida (dejé de usar la palabra “negro” hace largo tiempo porque gracias a Dios deconstruí conceptualmente la asociación de lo “negro=malo”).

Solo la estupidez congénita permite a ciertos seres -mediocres e ignorantes- sentir que su teñido pelo rubio, por osmosis, también tiñe su alma del mismo color(“Soy rubia por fuera y por dentro”), como si esa diferencia fuera -en lo sustancial- algo con valor alguno más allá de su condición de maquillaje.

Y todo fue –y es- maquillaje. Primero en la C.A.B.A.; ahora en el país. Orinaban sobre el pueblo argentino y con la ayuda de los medios favorecidos en negocios te lo vendían y venden como “lluvia” (de inversiones). Trajeron de los pelos al apellido Belgrano para un “plan” que nunca existió como tampoco existió un plan de gobierno más allá de los posible y multimillonarios negocios que la oligarquía agro ganadera (devaluaciones y quita de retenciones mediante) y los empresarios amigos están haciendo gracias al control y manipulación de los resortes legales del Estado.

El ropaje PRO con el que se había disfrazado cierta dirigencia política (Radicales, liberales de derecha e izquierda) metamórficos gestos muy habituales en todos estos oportunista personajes, una costumbre muy enraizada en los que nacieron para ser sirvientes de los poderosos, operan para que la estupidez sembrada en el inconsciente colectivo de por lo menos tres generaciones –con fecha de parto el 24 de marzo de 1976-, se fuera cayendo producto de la ambición que los lleva a actuar con notoria torpeza. Y ahí están; con sus gansadas argumentales justificando el desalmado accionar de la misma derecha codiciosa de siempre que tomó nuevamente y por asalto los resortes económicos del Estado para -con total impunidad- hacer sus negocios.

Una vez más todo quedó al descubierto. El Estado de Derecho desapareció. La vida humana que hoy es de Santiago Maldonado, pero que mañana puede ser la tuya, poco significa para la Ministra de Seguridad de la Nación que hasta tiene tiempo para cenar con la rubia por “fuera y por dentro”, y hablar del tema como si se tratara de buena o mala calidad de cierta “carne” humana.

Vidal, en un desliz freudiano (acto fallido), le pidió en algún momento –y lo sigue haciendo- a la sociedad CAMBIAR FUTURO POR PASADO. Ahora todos sabemos a qué pasado se refiere. Sin duda es aquel pasado asociado al “fraude patriótico”, al “por algo será que se lo llevaron”, pasado asociado al endeudamiento externo para el enriquecimiento de unos pocos; pasado asociado al “acomodamiento judicial” para que la realeza de ese poder discipline a la nobleza de la toga y la impunidad sea esa ley que permite todo tipo negociado espurio sin consecuencias futuras que pudieran llegar a afectar el buen nombre y honor de la corrupta oligarquía vacuna y empresarial.

La pregonada meritocracia no es otra cosa que una carrera que solo premia a los eficientes en “servilismo del perverso sistema neoliberal”; los premios consuelos quedan para el medio pelaje acostumbrado a vivir con las migajas que recogen del piso luego que estas caen de los pantagruélicos festines de los poderosos. La dignidad humana –su propia dignidad- es lo que menos importa a los competidores meritocráticos.

Las pruebas de estas afirmaciones están al alcance de cualquier ser con una media de sentido común, pero de nada sirven porque la idiotez está instalada. La clase media argentina solo entiende de maquillaje y su erudición se nutre de los espejito de colores que los medios les venden mientras le invisibilizan la realidad y le fabrican mundos inexistentes al cual solo podrán acceder en un futuro incierto (“En los colegios hay que educar para que aprendan a vivir en la incertidumbre” Estaban Bullrich- Ministro de Educación PRO).

El presidente Macri puede sostener en esos arrebatos de sinceramiento y como muestra de su torpe visión de lo que debe ser el Estado y/o una Nación: “Para qué queremos tener tantas universidades”. A 1150 km de distancia uno de sus álter ego sostiene en su habitual columna “hablemos de educación” del 28/08/17: “…los gastos en Educación desde que se aprobó la Ley 26.206 (Ley nacional de educación) son del 6% del PBI, lo que convierte a nuestro país en uno de los que más gasta en educación.”. (la educación como gasto y no como inversión). Una clara concepción mercantilista de aquella herramienta que supuestamente venía a liberar al hombre. Encima lo dicen seres que siempre vivieron del Estado.

El Presidente Macri modifica por decreto artículos de la ley de blanqueo aprobada en el congreso (ley para evasores fiscales –delincuentes-) con el fin de beneficiar a su familia y amistades y llama a ese “blanqueo” de plata negra: “aportes que hicieron aquellos que evadieron” entre los cuales se encuentra él mismo con su off shore, pero con el agravante de reconocer explícitamente su grado delincuencial. Y todo es normal en el país PRO preocupado –ficticia o realmente- por los “corruptos K” pero que entre los corruptores beneficiados con obras publicas conseguidas en el anterior gobierno están los propios “empresarios PRO”. Se investigan las rutas del “dinero K” que siempre terminan en cuentas de “dinero M”; y todo “está bien”, es “normal” en el mundo empresario.

El 16 de diciembre de 2015 el Estado de Derecho comenzó a desaparecer y con el los derechos de cualquier ciudadano. Las fuerzas de seguridad solo están para garantizar los bienes y derechos de los poderosos de estas tierras del fin del mundo. El Pasado volvió con ropaje democrático y a los Argentinos nos quieren domesticar bajo una sola egida: solo serás derecho y humano si no osas cuestionar el espurio manejo de la cosa pública que hoy ya se maneja como bienes privados; porque eso es el estado de derecho para el gobierno PRO. En el país PRO solo tienen derechos los poderosos, el resto solo debe cumplir sumisamente con sus deberes y obligaciones. Esta es la Nueva Argentina, la Argentina del CAMBIO; la Argentina PRO.

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