CULTURA, MEDIOS DE COMUNICACIÓN, POLITICA Y COMPLICIDADES




*Por Victor Leopoldo Martinez

NECESARIA ACLARACIÓN

Los siguientes son simples comentarios a modo de elucubraciones basadas en experiencias personales sacadas de lo vivencial. Lo escribo al solo fin de ordenar un proceso de aprendizaje propio al que por ahí le faltan condimentos para un análisis más profundo. Tampoco puedo -y menos quiero- intelectualizar mucho la cuestión por temor a caer en conocidas trampas que el sistema te tiende al solo fin de que no alteres sus “lecturas y posteriores acciones” de cómo se construyen “realidades ficticias”. Me remitiré a situaciones y conductas humanas que generalmente parecen inexplicables pero que seguramente tendrán su razón de ser. La cuestión está en si esas razones sirven a no a los intereses políticos nacionales y populares y afianzan nuestra identidad como pueblo, o por el contrario desestructuran día a día y cada vez más esos restos de identidad, visto esto claro está y para que no queden dudas, desde Bs.As.

UBICACIÓN ESPACIO TEMPORAL


Estoy en la C.A.B.A.; vivo en la C.A.B.A.; desde hace 45 años lo hago sin cargo de conciencia porque en el interior de donde provengo me enseñaron a no ser desagradecido. En mi terruño natal, Catamarca, apenas viví 17 años. Ya se!!! Muchos se preguntarán: ¿porque no se volvió a su provincia este tipo? En una de esas tienen razón.

Lo concreto es que a lo largo de todo este tiempo he visto cambiar su fisonomía y también a su gente. Viví con mucha intensidad la vida política de los “70”, padecí la posterior dictadura, me ilusioné con el regreso de la democracia, me desilusione con el gobierno menemista, Temía por la Patria y mis hijos por las consecuencias de aquel lamentable 2001, y finalmente –muy descreído al comienzo- volví a recuperar la capacidad de soñar el 2005 con aquel rotundo No al ALCA y más aún desde el 2007; todo eso en esta ciudad.

Por lo visto y vivido puedo asegurar que muchos porteños (las nuevas generaciones especialmente) cambiaron mentalmente. Pero lamentablemente debo decir que esos cambios mentales en la mayoría de los casos no fueron para mejor; por el contrario, en no pocos aspectos se volvieron más retrógrados. La juventud del PRO es la versión más actualizada de esto que sostengo. Tengo identificada a la responsable de esta desgracia por haber estado dentro del sistema que digita la vida ciudadana en esta mega urbe; más adelante la denunciaré.

Pero quiero compartir algunas sensaciones , en mi caso, muy claras para que juntos podamos pensar y sacar alguna conclusión tratando de entender el por qué de este fenómeno que tiene rasgos muy visibles, que son demasiado evidentes, lógicamente para todos los que quieran o deseen verlos; necios abstenerse.

LA CUESTIÓN CULTURAL

En primer lugar, existe un convencimiento generalizado entre sus habitantes que en esta ciudad hay cultura…

Y puede ser! ¿Definida? Al menos yo no lo viví y vivo así. Soy un producto en crisis en ese tema porque fui víctima, y hasta diría consciente, de la fuerte influencia foránea que en no pocos aspectos y por espacios de vida me resultó dañina. Entonces… ¿Hay cultura? ¡Sí! Muy particular desde ya por la variedad de manifestaciones. No quiero hacer juicio de valor sobre dichas manifestaciones porque esta reflexión apunta al significante cultural de identidad.

Para aquellos que tuvieron la suerte de recorrer aunque sea algunos países europeos o ciudades norteamericanas, no les resultará difícil coincidir conmigo en términos comparativos y en materia cultural que, con solo “relojear” ediliciamente, o en materia de ofertas (con lenguaje extranjero incluido), parado en esta ciudad, nada indica que estas en esa Bs. As. que es la capital de ese remoto país llamado Argentina (más allá de los espectáculos for export, digo). Toda la zona de “Catalinas” (Retiro) y Puerto Madero es un burdo remedo de Manhattan mirado desde el Río y en Buque Bus. El resto es una ciudad con vida cultural expuesta muy similar a cualquier capital europea o ciudad norteamericana; una rara mezcla de “clase” y “fachada” franchute (la “paqueta” Recoleta, Belgrano o Devoto ), y despreocupación yanqui pero puesta en escena y para que todos lo noten. Lo llamativo es que nadie en esta ciudad se pregunta que entiende por cultura, ¿cuál es nuestra cultura como porteño? Hasta yo me lo pregunto porque en cierta forma me siento porteño y tengo familia, hijos que lo son.

La ciudad ofrece mega recitales de grandes bandas europeas o norteamericanas, Variette al mejor estilo Music Hall o Vaudeville y hasta con música popular inglesa o francesa. Porque eso es lo que pretendieron para los porteños sus gobernantes de ayer y de hoy ¿Es representativo de nosotros, de nuestra cultura, de algo?

¡Perdón! -dirá alguno. ¿Y el tango?

Dejate de joder! No hay una puta emisora de radio que te pase tango (salvo algún programa en AM y sobran los dedos de una mano para contarlos) ¿Y de folclore? ¡Menos! En la ciudad hay una sola emisora –La Folclórica de Nacional- y encima manejada por unos conductores que también pretenden hacer de nuestra música popular una sesión masturbadora de psico bolchevismo. ¡Dejense de joder! (con perdón de los cultores del pisco bolchevismo quienes están en todo su derecho de serlo pero que no deja de ser eurocentrismo)

Lo anterior es uno de los aspectos. Otro aspecto significativo es el garbo del porteño cuando sale fuera del país. En los distintos países Latinoamericano que visite no se me reconocía como argentino; ni mi forma de hablar, menos de presentarme es porteña, entonces debía aclarar que no era porteño pero sí Argentino. Evidentemente y en la región, al argentino se lo conoce a través del porteño que es quien más viaja. Y lo hace con su mochila cargada de soberbia y arrogancia porque culturalmente se siente “más” que cualquier otro latino de la región; hasta podría decir, según me comentaron en los lugares donde estuve, que se presentan como fiel representante del colonizador-colonizado de antaño, superior por naturaleza y con gen europeo incluido. Como mi perfil no se aproxima a esa forma y estilo, para mis interlocutores latinoamericanos yo no era Argentino. El porteño vive culturalmente dentro de esa hibridez conceptual y se desplaza hacia cualquiera de sus versiones y/o manifestaciones como pez en el agua. Lógicamente lo hace con una rara y no casual habilidad; fueron formados para eso. Para ciertos porteños la cultura es nacional si se la cocina en Bs. As.; el resto es anticultura (barbarie).

En ciertos aspectos Rodolfo Kusch encontró –y a modo de atenuante porque él era porteño pero por suerte uno diferente, demasiado grande y demasiado lúcido lo que lo hizo ser otra, entre las pocas que existen, notable excepción- la punta al ovillo de este entramado fenomenal que de por sí se manifiesta de manera hasta muy contradictoria ya que como lugar de pertenencia, esta ciudad genera mucho apego en el nacido acá; pero esto último solo lo hace visible cuando está afuera de su lugar y extraña. Quizá –como sostenía Kusch- el asunto tenga que ver con esa cuestión de ligazón genético-afectivo con lo americano que en el fondo cada porteño tiene; por ser americano; que transforma, por ejemplo, a un “Café porteño”, sea céntrico o de barrio, en ese espacio cuasi religioso similar a los espacios sagrados de nuestros antepasados originarios donde en soledad o acompañado uno se siente, o es ese Dios que controla su propia vida aunque sea por instantes.

LA GRIETA CULTURAL

El porteño medio se supone culto por el solo hecho de vivir en Bs.As. Ciudad. Y las cuestiones culturales también se ven condicionadas por factores para nada particulares pero que la vorágine que el ritmo ciudadano impone impide percibirlos.

Por ejemplo: la ciudad está partida en dos. Hoy se utiliza el término “grieta”. Lo inventó Lanata, un porteño típico afincado en un de los costados de esa grieta; donde viven los afortunados. La invención terminológica no tuvo otro objetivo que un lavado superficial de conciencia; pero la grieta porteña existe y se la conoce como la “arteria mas larga del mundo”. Tiene nombre que se condice con su historia un tanto cipaya vinculada a un sector social que fue transformado a través de la educación en referente: La arteria se llama Av. Rivadavia.

Al sur de ella viven los pobres; muchos pobres y algunos no tanto (estos últimos tratando de saltar la grieta para zafar de ese estigma cambiando de residencia); al norte viven los otros, los que se siente diferentes y exclusivos y por ende símbolos de una porteñidad cuasi europea aunque sea poco original ¡Y a mucha honra! Dicen.

Frente a estos últimos, el resto de los argentinos somos ignorantes. Hoy no puede asombrar que esos sectores medios (gran mayoría en esta ciudad) hayan recuperado el término “cabeza” para el trato despectivo y peyorativo hacia cualquier que no piense o sienta como ellos, o simplemente provenga del interior del país o de alguno limítrofe. El porteño medio que habita desde Rivadavia hacia el norte de la ciudad se siente más europeo que Argentino, y se deslumbra con las luces de Nueva York, La Vegas y Hollywood, Paris, Londres; o llevar a sus hijos a Disney Word. Son sus sueños.

EL ROL EDUCATIVO DE LOS MEDIOS

¿Se los alimentan cotidianamente? ¡Claro que sí; desde los medios de comunicación! Y en esto está, en gran parte, la responsabilidad de esa hibridez cultural porteña. El porteño se cree un Argentino culto porque se siente sabio en tanto es conocedor del mundo; pero ignorante de las cosas más elementales que atañen a su país. Esta realidad tiene cierta lógica porque su país no está en ese mundo vendido mediáticamente. Se lo repiten a cada instante y el lo acepta con total naturalidad y como una constante histórica de verdad revelada. Es un erudito en música internacional, se siente un intelectual y discute sobre los principales intelectuales y pensadores europeos, conoce la serie de la NBA y los nombres de los principales jugadores de cada equipo, conoce todo lo relacionado con las principales ligas de futbol europeas; pero su erudición llega hasta ahí; con eso le alcanza y sobra para creerse culto y parecer tal. Poco le importa saberse ignorante de todo lo que tenga que ver con la cultura del resto de nuestro país y de Latinoamérica, la que generalmente desconoce en su totalidad; y no por casualidad. Repito, el porteño es educado para buscar los modelos de vida y de pensamiento afuera del país y despreciar todo lo que venga o provenga de sus entrañas. Es una vieja pero vigente cultura portuaria que nace con la “organización nacional” pergeñada por Bartolomé Mitre y ejecutada hasta nuestros días por toda esa caterva de chupa mortajas que este triste pero obstinado cipayo personaje sigue teniendo y que se suceden interminablemente enquistándose por derecho hereditario en cuanta “Academia Nacional(¿?)” exista, para de ahí subir y bajar el pulgar de lo que se entiende por cultura y conocimiento.

SOBRE CHAUVINISMO Y ZONZERAS
Como el chauvinismo es un categoría mal usada por pseudos intelectuales cuando los desnudas en sus zonzeras, poca importancia tendrán en este caso las observaciones que en ese sentido puedan venir desde esa dirección y en relación a los ejemplos que a continuación iré mostrando.

Los medios radiofónicos y televisivos de esta gran ciudad solo conocen y pasan -o musicalizan con- melodías extranjeras ( regla que cumplen rigurosamente hasta los ya no tan jóvenes pero “progres políticamente” que hoy hacen radio). No me siento un estúpido al suponer imposible ir a Nueva York, San Francisco, París, Berlín, Roma, etc, etc (menos aún Londres), sintonizar una radio o un canal de TV y escuchar música de chacarera, chamame o tango. ¡Claro! Me dirán ¡Cómo lo van a hacer si lo nuestro no es música! Típica desvalorización de un porteño. Ni siquiera se percata que escupe para arriba hasta en términos de negocio; su “viveza” no le da pa’ tanto.

Es por eso que resulta natural -y ni siquiera lo supone paradójico- que un conductor –y otros que juegan de periodistas- radial “progre” lea en su programa un fragmento de un libro de Galeano que hace referencia al proteccionismo Ingles con marcada admiración en un momento de masturbación ideológica y luego vaya a un tema musical, no con un candombe uruguayo, ¡No! Te sale con el último éxito de la banda rockera norteamericana (o inglesa, o finlandesa) del momento anunciando su próxima presentación en Bs. As. y sugiriendo que podes adquirir tus entradas por… Esto es Buenos Aires; así funcionan sus medios de comunicación; así son, piensan y sienten los porteños de marras (No todos, claro está, pero son tan pocas la excepciones que en momentos desmoralizan).

Hay que reconocerles que en oportunidades –solo momentos porque el segundo de publicidad cuesta guita-, hasta tienen esos gestos de ternura para con los desdichados “negritos pobres” del interior de nuestro país ante una desgracia. Por ahora resulta casi imposible que se den cuenta que siguen repitiendo el mismo trato compasivo y psedo misericordioso de aquellos poderosos porteños que denunciaba el “tano” Piero allá por los “70 y 80” del siglo pasado cuando por ejemplo en su chámame “La inundación” decía “Y que se vaya la Televisión, no somos circo ni domador, acá no hay nada para ofrecer, ni somos monos para vender”.

En Buenos Aires los medios de comunicación tienen un rol “deformativo” mucho más eficaz en materia educativa que la formación impartida en establecimientos educativos. Acá está la madre del borrego.

Voy a tomar casos recientes para que se entienda de que estoy hablando:

Filmus, por tomar un ejemplo, siendo funcionario de educación en el Gobierno de Ibarra y fiel sirviente del centralismo porteño salvó a Bs. As. que se aplicara en su ámbito la Ley Federal de Educación (cuestionada con fundamentos en sus formas y modo de aplicación pero no así en su visión de los contenido que no era del todo mala). Bs. As. siguió con la vieja ley -mas reaccionaria aún- gracias a un “progresista” que, reitero, salvó a los porteños de que se los igualara al resto del país “educativamente”, país que sí se vio obligado a aplicarla en las peores de sus formas.

Este Lic de la FLACSO decía defender la educación púbica pero mandaba sus hijos a escuela privada donde se forman los futuros dirigente; como cualquier porteño de clase media alta “progre”.

VOS SOS MACRI PORQUE MACRI ES BS. AS.


Macri quiso y quiere dar continuidad a la tradición de hacer de Bs. As. una ciudad europea o en todo caso yanqui. ¡Y lo está logrando para placer de esos porteños! No es difícil inferir que si es presidente de Argentina querrá repetir la experiencia a nivel país. Sus sucesores van a continuar el mismo camino. Buenos Aires no es Argentina, es Buenos Aires. Sus gobernantes vivieron y viven en un imaginario limbo creado culturalmente y alimentado pedagógicamente desde sus claustros de estudio desde hace siglo y medio. El centralismo porteño no es casual como tampoco lo es su pensamiento eurocentrista. La ignorancia sobre como piensa y siente el resto del país puede resultar exasperante, pero está. Esto lleva al porteño medio a pensar y exigir políticamente que esa porción extensa de territorio y los que ahí habitan, ¡porción que le fue adosada a ella (a Bs. As.)!…, o se avienen a mimetizarse con el estilo porteño (que es una mezcla de aire de globos y la nada en materia de proyecto ya que los proyectos los hacen y manejan los ricos y poderosos de adentro y/o los de afuera del país, con la venia desde ya de Dios quien tiene su oficinas en esta hermosa y gloriosa ciudad), o sentirán el rigor por desobediencia y a puro castigo mediático y mafioso de los detentadores del poder económico (cuyas residencias administrativas están en esta ciudad).

Pero existe un detalle muy llamativo. El porteño medio es loco pero no come vidrios. Presiente que vive en una ciudad parásita; no sabe el por qué de esa condición pero intuye que es así. Entonces quiere un Macri o a alguno de sus alter ego en el gobierno de la ciudad pero desconfía de ellos para el manejo de la cuestión nacional. Saben las posibles consecuencias porque los saben ignorantes; pero repito, no comen vidrio. Ya los chorearon en el 2001 y siempre tienen presente que entre chorros no es leal quitarse las víctimas. Necesitan del gobierno nacional como el ternero la ubre de la vaca. Su mitomanía no es más que otro producto de la educación mediáticamente deformadora recibida por décadas; pero de ahí a ser boludos hay una distancia. Pueden no ganar los candidatos del FPV, pero a la hora de votar a nivel nacional optaron por Cristina.

Que Macri sea un mal administrador (no puede ser bueno alguien que vende gestión eficiente mostrando obras superficiales a costos sobre valuados; que utiliza al Estado C.A.B.A. como botín para que sus amigos hagan negocios, endeudando a futuro a ese Estado.) poco les importa porque les alcanza con que alimente su mitomanía de ser únicos y diferentes al resto.

NUEVOS FRANKENSTEIN, POLÍTICA Y COMPLICIDADES

Los medios de comunicación monopolizados son los nuevos Frankenstein. Crean monstruos políticos condicionados mediáticamente; y los manipulan diariamente. Una porción más que interesante del periodismo de esta ciudad se denigró a ser sirviente de los propietarios de medios de comunicación. Estos señores están convencido que “el cuarto poder” está por encima de los otros tres (o sea por sobre el conjunto de las instituciones republicanas), y que la sociedad se tiene que regir por sus bajadas de líneas porque son ellos los que tienen la verdad en nombre de la libertad de prensa y el libre pensamiento. Entonces se sienten con super poderes y todo el derecho para instalar candidatos y/o bajarles el pulgar a otros, o decirle al ciudadano común que le conviene y que no políticamente. Y ciertos periodistas están chochos con su rol profiláctico; dentro de ese papel cabe todo, hasta la extrema complicidad con el perverso juego. Se acuerda previamente con el entrevistado lo que va a decir, luego se pone el micrófono y ¡cuidadito con repreguntar algo fuera del guión!!!

Retomemos el ejemplo anterior: Macri.

Diario Crónica (mi preferido), Viernes 15 de mayo de 2015, recuadro: “Macri en Jujuy”; texto del cuerpo: El líder del PRO ratificó (¿?) que de ser Presidente llevará adelante “Un amplio programa de obras para mejorar la conectividad de todo el norte argentino” para que la zona pueda desarrollar todo su potencial (solo lo entrecomillado y en negritas es textual de Macri, el resto es interpretación agregada del cronista). Pero ni el cronista –ni ninguno de los otros que seguramente estaban presentes al momento de las declaraciones- intentó repreguntar. Ninguno se animó a preguntarle que entendía él por “mejorar la conectividad” porque sabían que era ponerlo en aprieto. Macri ignora los verdaderos problemas que existen en el norte y lanza generalidades. Macri no conoce el tendido de rutas nacionales ya existentes que todo el norte tiene. “Nosotros desde la presidencia y Morales Gobernador vamos a generar mucho trabajo para los jujeños”. Ningún periodista le pidió precisiones, que cuente cómo lo haría. Luego recitó un fragmento sin tener la más remota idea de lo que estaba diciendo. “hay que terminar con el aislamiento en el norte(¿?), necesitamos trenes de larga distancia y caminos para llegar a los puertos, para salir al pacífico y para multiplicar nuestra capacidad de exportar y vender” Ningún periodista le pregunto de qué estaba hablando, cuales son los rubros de la economía jujeña que se verían beneficiados con estas ideas. Macri no tiene idea de cuales son los resortes económicos de Jujuy.

Pero estos niveles de complicidad periodística para con los intereses mediáticos no se acotan tan solo a los candidatos de la oposición que nada tienen para ofrecer más allá de lo que les fijen por agenda política los medios; menos aún tienen esos candidatos un cacho de ética para siquiera honrar los cargos que actualmente ocupan. Lo lamentable es que ese mismo periodismo también lo hace con los candidatos del oficialismo a quienes saben con cierto poder y de quienes depende la cuota de publicidad oficial.

Gracias al periodismo y a la TV, la política se redujo a un diminuto valor farandulezco y quedó acotada a la simple enunciación de generalidades vacías de contenido dentro de un gran show para consumo masivo. Lo creó Bs. As.; el porteño en su gran mayoría lo compró y lo quiere imponer en todo el país para que ese resto de país entre, aunque sea con forcet, en la cultura consumista mundial y así no quedar afuera de la globalización cultural y política(¿?).

Dura pero triste realidad. Los medios porteños lograron coaptar al resto de los medios del interior del país y las clases medias de sus centros urbanos siguen a pies juntillas sus bajadas.

Esta es otra cuestión que, como la educación, merecerá en su momento un gran debate porque también es algo pendiente: el país sujeto a Bs.As., o Bs. As. como una simple parte más del país. Política y culturalmente propongo trabajar para hacer realidad la segunda opción. Es una deuda que tenemos para con la verdadera Argentina.

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