EN EL PRINCIPIO

*Por Violeta Paula Cappella

1 En el principio era el Verbo y el Verbo era con Dios.

2
Del Verbo emanaron el Sustantivo, el Adjetivo y el Adverbio y Dios creó todas las Preposiciones y Conectores y otras categorías. Y vio Dios que eran muchas y que el Inglés era lengua astuta, hija de la Serpiente Capitalista.

3 Y dio Dios a la humanidad, a través de uno de sus Grandes Profetas, un idioma perfecto llamado Esperanto.

4
A cierta porción de la humanidad le sedujo la idea y habló y habla en Esperanto; a otra porción la subsumió el Inglés, una tercera porción se entretiene entre varios idiomas o el propio y otros, no se interesan ni por el propio ni por los ajenos.

5 Mirando Dios a su creación, lanzó nuevamente los Mandamientos y uno más, pero esta vez usó lo que todo hombre o mujer que lee y escribe, tiene: Facebook y Tweeter.

6 El 11º Mandamiento dice: “No cometerás errores de ortografía y si los cometieres, una hora de tu vida te será descontada por cada error”. Firmado: Dios. En el Tweeter le sobraron caracteres, mas Dios decidió no utilizarlos.

7 La humanidad recibió la advertencia en todos los idiomas del mundo e incluso en Esperanto y hombres y mujeres de todas las edades creyeron que se trataba de un virus, por ejemplo, un poderoso Troyano que habría sido lanzado por algún hacker al servicio de Microsoft o Apple.

8 Los más fieles a los mandamientos de Dios, se decidieron por utilizar diccionarios on-line o desempolvar los diccionarios que estaban allá arriba en algún estante perdido; los menos creyentes, pero con cierta aprehensión a la palabra divina, instalaron software de corrección automática y a los que todo les entra por un oído y les sale por el otro, éstos, siguieron escribiendo en sus muros y “tweeteando” como si nada hubiese pasado.

9 Los diccionarios de la Real Academia Española tuvieron récord de ventas en menos de una semana, del mismo modo que los Duden, Wahrig, Oxford, Larousse y tantos otros.

10 Esa misma semana, un muchachito de unos treinta y tantos años falleció inesperadamente en una oficina de la Bolsa de Comercio de Rosario frente a su notebook, cuando durante el almuerzo escribió en el muro de su Facebook un largo comentario con más de 500 errores de ortografía y en una semana había cometido exactamente 350.400 errores ortográficos. Y fue este triste acontecimiento en la tarde del Primer Año.

11 De un día al otro dejaron de funcionar los diccionarios on-line y las ventas de diccionarios en papel y CDs de instalación aumentaron junto con sus precios. Las compañías telefónicas ofrecieron unos programitas para celulares con Android de autocorrección. Dios miró y vio que era malo y los hackeó.

12
A alguien se le ocurrió reinventar un diccionario portátil del tamaño de una calculadora de bolsillo para que los hijos e hijas de Dios no tuviesen que andar transportando en sus bolsos, maletines, mochilas y carteras los pesados diccionarios. Volvió Dios a mirar y vio que era comodidad humana y también los hackeó. Y Dios hizo todo esto en las mañanas y tardes del Segundo Año.

13 Entonces Dios endureció la madera de todos los árboles para que no se talaran más para la fabricación de pasta celulosa y el Grupo Clarín se vio en la obligación de usar papel reciclado para sus diarios y revistas, hasta que finalmente quebró.

14 Dios vio que eso era bueno, porque salieron de circulación diarios y revistas con contenidos banales, mas vio también que tanto en el Facebook como en el Tweeter, sus hijos e hijas ya no hacían comentarios sino que subían fotos y todo el mundo marcaba sólo “me gusta” o “favorito” y nadie opinaba.

15 Intervino Dios nuevamente y anuló de ambas redes sociales, de otras menos usadas y de todos los chats, la posibilidad de subir fotos o responder con íconos. Y Dios vio que esto era bueno. Y aconteció todo esto en las mañanas del Tercer Año.

16
Los más astutos “googleaban” palabras y frases enteras y las “posteaban” o “tweeteaban” en sus muros. Y vio Dios que esto era malo, pues era copia, y enredó la palabras.

17 Los precios de los SMS aumentaron porque eran más largos y daba lo mismo escribir un SMS que hablar veinte minutos, por lo que la gente comenzó a llamarse más por teléfono.

18 Un total de 12.795.364 hijos e hijas de Dios murieron de “faltas de ortografías” y otros tantos habían reducido sus vidas a escasos días. Y Dios vio que esto era malo y envió una carta a Papá Noel en el mes de abril para que regalase diccionarios a los niños en edad escolar, estudiantes secundarios de todas las modalidades e incluso adultos que, por alguna razón de fuerza mayor, debieron abandonar sus estudios y dedicarse a trabajar. Y niños y niñas se regocijaron, leyeron y estudiaron.

19 Ante la masiva y divina intervención, los diccionarios debieron bajar sus precios en las librerías pues ya nadie los compraba.

20 Cuando Dios vio que se multiplicaron en todos los países del mundo las clases y cátedras de “Ortografía” y que los docentes, lingüistas y doctos en lenguas tenían trabajo, juzgó que esto era bueno y reestableció la posibilidad de subir imágenes a las redes sociales. Y todo esto sucedió en las mañanas y tardes del Cuarto Año.

21 Y Dios dijo a la humanidad desde el cielo y con voz de truenos: “Aprenderéis a escribir leyendo.” Y lo dijo también en Esperanto.

22 Los hombres y mujeres desafiaron a Dios y quisieron llegar al cielo construyendo una nueva Torre de Babel con las palabras más usadas a diario en cada idioma, mas Dios los dejó porque sabía que fracasarían en el intento y así fue, ya que las palabras eran tantas que nadie sabía si pertenecían a su propia lengua o a una extranjera y abandonaron el proyecto. Y Dios vio que esto era bueno. Y todo esto acaeció en las mañanas y tardes del Quinto Año.

23
Y vio Dios al Sexto Año de su intervención en el mundo de los hombres que muchos de sus hijos e hijas se ufanaban de estudiar Latín y Griego y los convirtió en estatua de sal. Y vio Dios que esto no era bueno e hizo descender el Espíritu de Zamenhof, el creador del Esperanto, a todas las escuelas y universidades y les dio a sus hijos e hijas el don de lenguas para que hablasen y escribiesen correctamente en su propia lengua y en Esperanto; y el Inglés, como lengua dominante en el mundo y transgresora de pautas culturales y lingüísticas, cayó en desuso. Y vio Dios que esto era bueno y se regocijó en su creación.

24 Mas vio Dios que muchos docentes castigaban a sus alumnos con látigos y punteros cuando cometían un error ortográfico y secó la mano, derecha o izquierda, de los docentes torturadores. Y vio Dios que esto era bueno.

25 Y viendo Dios que entre los hombres y mujeres del mundo reinaba la paz ortográfica, dijo al Séptimo Año de su irrupción en el mundo de los hombres con voz de trompetas: “Habéis cumplido con el 11º Mandamiento; os devuelvo los diccionarios on-line y os agradezco que hayáis plantado árboles de buena madera para futuros libros. Mas no los talaréis y deberéis utilizar libros electrónicos.” Y los ecologistas de todo el mundo se regocijaron y alabaron con cánticos e himnos la creación de Dios.

26 Y Dios miró por última vez su creación y pensó: “No daré de baja el 11º Mandamiento porque mis hijos e hijas son esencialmente holgazanes ortográficos.” Y vio Dios que esto era bueno y reposó de toda la obra que había hecho.

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