FELIZ DIA DE LA SOBERANIA NACIONAL... VIVA LA PATRIA...!!!

*Por Diego Carbone

HOMENAJE A LOS HEROES DE LA BATALLA DE LA VUELTA DE OBLIGADO...!!! EN HONOR A ESTOS GRANDES PATRIOTAS HOY CELEBRAMOS EL DIA DE LA SOBERANIA NACIONAL...!!!

En el marco de la Guerra Grande, una flota anglo-francesa – integrada por 22 barcos de guerra y 92 buques mercantes, fue interceptada por tropas argentinas, al mando del general Lucio Norberto Mansilla. Los europeos disponían de 418 cañones y 880 soldados, contra seis barcos mercantes y 60 cañones de escaso calibre que les opuso Rosas.

Once buques de combate de la escuadra anglo-francesa navegaban por el río Paraná desde los primeros días de noviembre; estos navíos poseían la tecnología más avanzada en maquinaria militar de la época, impulsados tanto a vela como con motores a vapor. Una parte de ellos estaban parcialmente blindados, y todos dotados de grandes piezas de artillería forjadas en hierro, y de rápida recarga, con granadas de acción retardada, Shrapnels, las primeras bombas-proyectiles de fragmentación antipersonales y cohetes Congreve.

La principal fortificación Argentina se encontraba en la "Vuelta de Obligado", donde el río tiene 700 m de ancho, y un recodo pronunciado dificultaba la navegación a vela.

El general Mansilla hizo tender tres gruesas cadenas de costa a costa, sobre 24 lanchones. La operación estuvo a cargo, principalmente, de un italiano inmigrado a la Argentina, de apellido Aliverti.

En la ribera derecha del río montó 4 baterías artilladas con 30 cañones, muchos de ellos de bronce, con calibres de 8, 10 y 12, siendo el mayor de 20, los que eran servidos por una dotación de 160 artilleros.

La primera, denominada "Restaurador Rosas", estaba al mando de Álvaro José de Alzogaray, la segunda, "General Brown", al mando del teniente de marina Eduardo Brown, hijo del almirante, la tercera era la "General Mansilla", comandada por el teniente de artillería Felipe Palacios y la cuarta, de reserva y aguas arriba de las cadenas, se denominó "Manuelita" y estuvo al mando del teniente coronel Juan Bautista Thorne.

En las trincheras había 2.000 hombres, la mayor parte gauchos asignados a la caballería, al mando del coronel Ramón Rodríguez, jefe del "Regimiento de Patricios". Participaron tropas del 2do batallón de Patricios. En el río estaba estacionado un único buque de guerra, el "Republicano" al mando de Tomás Craig, tenía como misión cuidar las cadenas que cruzaban el río.

En las filas argentinas revistaban voluntariamente algunos soldados nacidos en las Islas Británicas; alegaban no estar cometiendo traición alguna, ya que el Reino Unido no había declarado formalmente la guerra a la "Confederación Argentina".

Aprovechando el relieve de la costa del río Paraná en ese lugar, Mansilla dispuso a gran parte de su tropa en la playa baja ubicada antes de las barrancas que en ese punto tienen casi 20 metros de altura; considerando acertadamente que los invasores anglofranceses atacarían con su artillería primeramente a las baterías argentinas ubicadas en lo alto de tales barrancas, de este modo las tropas argentinas ubicadas en la parte baja podían hostigar la aproximación a las costas de los navíos y hacer frente con mayor eficacia a los desembarcos invasores.

El combate se inició al amanecer del día 20 de noviembre, con una escaramuza unos pocos kilómetros aguas abajo del río Paraná cuando tres lanchones Argentinos que patrullaban al río fueron atacados por la artillería de la flota anglofrancesa; a las 8 de la mañana el vapor inglés al mando de Charles Otham comenzó a cañonear las posiciones argentinas sin mucho efecto. A las 10:30h la flota invasora reunida, con su diluvio de proyectiles comenzó a tener eficacia: con un intenso cañoneo y fuertes descargas de cohetes sobre las baterías Argentinas. Éstas respondieron de inmediato, en inferioridad de condiciones, ya que contaban con cañones de mucho menor alcance, mucho menor precisión y notable lentitud de recarga, en comparación a las piezas que poseían los invasores.

Las tropas defensoras los recibieron con un «¡Viva la Patria!» y los sones del Himno Nacional. Al encontrarse la nave capitana francesa de frente a las baterías defensoras, los Argentinos abren fuego matando en el acto a 28 tripulantes del buque y dañando seriamente su arboladura, el intercambio de disparos causó desde un primer momento múltiples bajas en el bando argentino.

Sin perjuicio de la desigualdad de fuerzas, las baterías argentinas logran dejar fuera de combate a los bergantines "Dolphin" y "Pandour", obligando a retroceder al "Comus", silenciando el poderoso cañon «de a 80» del "Fulton" y cortando el ancla de la nave capitana,la cual queda a la deriva aguas abajo.

Era tal el el encono con que ambas fuerzas se batían, que en un momento dado Mansilla, sin perder su acostumbrada serenidad, le pregunta a su amigo italiano:

-«Che, Alberti, ¿qué es eso que echan al agua, de aquel barco?»

a lo cual el italiano, luego de observar con su catalejo le contesta:

- «¡Son corpos (‘cuerpos’), usía!».

Luego de más de dos horas de combate, las fuerzas defensoras habían agotado gran parte de sus municiones, por lo que su capacidad de respuesta disminuyó.

El comandante Sullivan ordena el desembarco de dos batallones que avanzan contra la batería sur. El general Mansilla ordena la carga a bayoneta y es herido de gravedad en el pecho por una salva de metralla cuando lideraba la carga. El coronel Juan Bautista Thorne lo reemplaza en el comando de la artillería, Rodríguez asumió el mando autónomo de las fuerzas de caballería. Thorne perdió casi por completo la audición por una explosión de granada muy cercana.

Con la disminución en los disparos de la escuadra defensora, los atacantes vuelven sobre las cadenas encabezados por el buque "Firebrand" y, a martillazos sobre un yunque, logran cortarlas.

Tras varias horas de combate, fuerzas de infantería, principalmente francesas, desembarcaron en la costa, atacando la batería Argentina, que perdió 21 cañones en poder del enemigo. Al no poder transportarlos, fueron inutilizados. Cuando pretendieron sostener su posición, las fuerzas enemigas fueron atacadas por la caballería del coronel Ramón Rodríguez, que las obligó a reembarcarse, pero no pudo repeler un segundo ataque de marinos franceses e infantes de marina británicos.

Aprovechando la defensa que los AArgentinos debían hacer de sus piezas de artillería durante el desembarco, las fuerzas atacantes incendiaron los lanchones que sostenían las cadenas. Perdios el buque "Republican"o, que fue volado por su propio comandante ante la imposibilidad de defenderlo.

Las fuerzas defensoras tuvieron 250 muertos y 400 heridos. Los agresores, por su parte, tuvieron 26 muertos y 86 heridos y sufrieron grandes averías en sus naves que obligaron a la escuadra a permanecer casi inmóvil en distintos puntos del "Delta del Paraná", para reparaciones de urgencia.

Finalmente, los anglo-franceses consiguieron forzar el paso y continuar hacia el norte, atribuyéndose la victoria. Dijo el almirante británico:

-"Siento vivamente que este bizarro hecho de armas se haya logrado a costa de tal pérdida de vidas, pero considerada la fuerte oposición del enemigo y la obstinación con que fue denfendida, debemos agradecer a la Divina Providencia que aquella no haya sido mayor". Samuel Inglefield

Por su parte, el Dr. Sabino O'Donnel, manifestó:

-"Hoy he visto lo que es un valiente. Empezó el fuego a las 9 y media y duró hasta las 5 y media de la tarde en las baterías, y continúa ahora entre el monte de Obligado el fuego de fusil, son las 11 de la noche. Mi tío ha permanecido entre los merlones de las baterías y entre las lluvias de balas y la metralla de 120 cañones enemigos.

Desmontada ya nuestra artillería, apagados completamente sus fuegos, el enemigo hizo señas de desembarcar; entonces mi tío se puso personalmente al frente de la infantería y marchaba a impedir el desembarco, cuando cayó herido por el golpe de metralla; sin embargo se disputó el terreno con honor, y se salvó toda la artillería volante. Nuestra pérdida puede aproximarse a trescientos valientes entre muertos, heridos y contusos; la del enemigo puede decirse que es doblemente mayor; han echado al agua montones de cadáveres (...)

Esta es una batalla muy gloriosa para nuestro país. Nos hemos defendido con bizarría y heroicidad" Dr. Sabino O´Donnel

Esta batalla , pese a ser una derrota táctica, dio como resultado la victoria diplomática y militar de la "Confederación Argentina", debido al alto costo que demandó la operación. La resistencia opuesta por el gobierno argentino, obligó a los invasores a aceptar la soberanía argentina sobre los ríos interiores. Gran Bretaña, con el "Tratado Arana-Southern", de 1847, concluyó definitivamente este conflicto y en marzo de ese año ordenó el retiro de su flota. Francia tardó un año más, hasta la firma del tratado "Arana-Lepredour".

Estos tratados reconocían la navegación del río Paraná como una navegación interna de la "Confederación Argentina" y sujeta solamente a sus leyes y reglamentos, lo mismo que la del río Uruguay en común con el Estado Oriental.

Juan Manuel de Rosas, compartía con los terratenientes bonaerenses la seguridad de que el Estado no podía entregarse a ninguna potencia extranjera. No había tanto en Rosas y sus socios políticos y económicos una actitud fanática que se transformara en xenofobia ni mucho menos, sino una política nacionalista pragmática que entendía como aceptable que los ingleses manejasen nuestro comercio exterior, pero que no admitía que se apropiaran de un solo palmo de territorio nacional que les diera ulteriores derechos a copar el Estado,


GLORIA Y HONOR A LOS HEROES DE LA BATALLA DE LA VUELTA DE OBLIGADO..!!!

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