EVOCACIÓN A UN SOLDADO SANMARTINIANO

*Por José Luis Muñoz Azpiri

Acaba de entrar en la Vida Eterna, Fernando Baldrich, Cnel. (R), quien inculcó el amor a la Patria, a la familia, a las F.F.A.A., a la Historia,  pero más que nada, a sacrificar todo por la verdad y la justicia.
Formó parte del Regimiento de Granaderos a Caballo y  de diversos Regimientos de Caballería del Ejército Argentino.

Sacrificó su carrera por sus convicciones, enfrentando al entonces Gral. Alejandro Agustín Lanusse, a quien consideró doblemente vil: *por levantar el Regimiento de Granaderos contra un Presidente y *por participar en el latrocinio en el caso "Aluar", jamás investigado con posterioridad. Lideró el "Levantamiento de Azul y Olavarría", a sabiendas de la inferioridad de sus condiciones para triunfar en ello, acompañado por el Padre Julio Menvielle y numerosos civiles. Sufrió el exilio sin manifestar desesperanza.

Con personalidad polifacética, repetía, que su simpatía por el Club San Lorenzo de Almagro, del que llegó a ser Presidente, se originaba en el hecho de ser una institución que llevaba el nombre del primer combate del Gral. San Martín y del Santo mártir. Fue Vicepresidente de la A.F.A., por lo cual aún es recordado como una persona de bien, que jamás se enriqueció, ni obtuvo ventajas a costa de este deporte.

Trabajó en P.A.M.I., con eficiencia inusual, por los desvalidos, haciendo propia esa causa, como si en ello se le fuera su propia vida.  

Fue hombre de grandes pasiones, historiador, erudito en materia de artes plásticas, de intensa vida social y cultural.

De noble estirpe catalana, generó el amor a sus antepasados remontando sus orígenes hasta Roger de Lauría, Almirante de la Armada Aragonesa, cuya hija se casó con el primer Baldrich del cual se tienen datos fehacientes que datan de 1.270.

Fernando defendió la Causa Federal, llegando a ser un experto dentro del Instituto Juan Manuel de Rosas, con numerosas publicaciones y prólogos de obras, en diversos temas.

Acostumbraba a relatar cómo sus tíos de apellido Coronel, urdieron el plan de secuestrar de la prisión de Manresa al Padre Leonardo Castellani, para traerlo a la Argentina.

Fue miembro activo del Círculo del Plata, y partícipe del intercambio cultural con Marcelo Sánchez Sorondo, Ricardo Curutchet, Ricardo Paz, José María Rosa y muchos otros miembros notables del Círculo, a quienes unía el amor a la Patria.

Honró y acompañó la historia de su familia: *Al Cnel. Juan Amadeo de Baldrich, historiador, que cursó la Escuela de Guerra en el Imperio Austro-Húngaro y fue agregado militar en España. *Al Gral. Alonso Baldrich, Ing., egresado del Imperio Austro-Húngaro que nacionalizó nuestro petróleo, enfrentándose a los intereses de la Standard Oil; *Al Dr.  Alberto Baldrich, Prof. Honoris Causa de diversas universidades europeas, Ministro de Justicia durante el Gobierno de Edelmiro Julián Farrell, entre otros cargos;  * Al Dr.  Ricardo Baldrich, Ministro de Primer Orden en Relaciones Exteriores, Cónsul Argentino en Holanda, defensor de nuestra soberanía en los lamentables sucesos del Plebiscito  por el Beagle y la insostenible suposición de la colaboración norteamericana con nuestra Patria durante la Guerra de Malvinas, hecho que lo enfrentó a Nicanor Costa Méndez. * A Alexis Nogaets, piloto de la Fuerza Aérea Argentina, veedor en la Guerra de Argelia, hijo de Eugenio de Nogaets, oficial en la Guardia del Zar Nicolás II. * A Iván Alexis Baldrich, co juez,  abogado -defensor de pobres en su práctica privada- quien nunca quiso que se diga que fue Secretario de Gobierno de Mendoza, lector incansable y callado artífice de una alegría substancial que compartió Fernando, iniciándolo en la inmanente tradición de apreciar la calidad del vino.

Acuñó una afectuosa relación con sus tías y tíos Coronel,  de la calle Virrey Olaguer. Así como con la gran familia de su mentor, el Gral. Alonso Baldrich: los Toranzo Montero, los Domínguez Baldrich, los Sustaita Seebers, en la antigua casa de la calle Coronel Díaz y impregnada por el recuerdo del Gral. Enrique Mosconi.

Carismático, franco, leal, de valores imperecederos, fue un ejemplo para sus soldados, subordinados y conocidos. De él se conserva, su magistral forma de afrontar la amistad, las convicciones y el afecto. Es un recuerdo insondable en la memoria de sus hijos, nietos, primos y sobrinos.

Fernando, caballero de la defensa del Nacionalismo Argentino, entrañable ser que la Providencia nos obsequió, que nuestras lágrimas se unan al Agape…

"En el final de los tiempos seréis juzgados en el amor"...La muerte te ha elevado a la trascendencia, que solo Dios otorga a los nobles de espíritu. Los que lo acompañamos en su larga y penosa enfermedad, le acercamos los Sacramentos en una de sus últimas horas, damos testimonio de ello.

BEATUS ILLE (Feliz de él)

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