*Por Alí Matar
La urgencia por promulgar una nueva ley de radiodifusión se debe básicamente a "una cuestión tecnológica", pero lo fundamental para nosotros los Peronistas es que hay "razones políticas - doctrinarias" detrás de la urgencia. La ley de radiodifusión es la madre de todas las batallas. No es casualidad que desde hace 28 años no se pueda tratar una ley de radiodifusión. No es casualidad que actores de poder en la comunicación vean que una ley de la democracia es una amenaza. La amenaza es la ley de la dictadura. Sabemos que hay muchas presiones, pero también sabemos que este umbral tecnológico les llega también a quienes no quisieron tratarla antes.
Hoy, todos los actores necesitan una ley de radiodifusión. Y el Estado tiene que poner un grado de racionalidad para garantizar los principios del Pacto de San José de Costa Rica, que son la libertad de expresión y la pluralidad de voces.
Cuando el mercado mediático local es oligopólico (para ser suave) y es prácticamente nula la presencia de otros oferentes simbólicos, salvo los que pertenecen a la categoría “privados con fines de lucro”, estamos en problemas. El lucro no debería ser el único objetivo de las industrias de la información, la cultura y la comunicación. Cuando el objetivo de lo comunicacional es únicamente el lucrativo, los procedimientos de producción de los contenidos a comunicar estarán diseñados para arribar a tal fin.
Los productos a comunicar serán sometidos a las “x” y las “y” del rating y la pauta comercial. Estas son las condiciones de posibilidad de existencia del producto comunicacional que a su vez “produce” nuestra percepción de la realidad (realidad entre comillas también).Para que estas “x” y estas “y” existan tendrá que afinar los mecanismos de producción pertinentes a tal fin: evitar rispideces entre sujeto y objeto comunicante, homogeneizando los discursos, condicionando las miradas por los encuadres y ediciones y estableciendo ritmos comunicantes.
Esta es una de las claves: el ritmo como tiempo de codificación. El pensamiento “pensante” requiere tiempo y estas coordenadas de rating y pauta no lo admiten. Se prioriza el relato de sucesos como hechos que interesan a todo el mundo, obturando los temas que no son “amesetados”, con la consiguiente carga de violencia simbólica que esto trae aparejado.
Flaubert hablaba de “pensamientos preconcebidos”, como de estas cosas que son comunes a todos y no causan problemas en el código de comunicación porque todos lo compartimos. Hoy se plantean nuevos paradigmas historicos, pero en esencia la lucha sigue siendo la misma, Liberación o Dependencia; lo novedoso son la formas de dependencias, su praxis y pragmatismo mucho mas dinámico y con una entrega y compromiso de los cipayos quienes ya alcanzan poder propio. Una de las armas mas poderosas y de mayor peso de penetración esta justamente dada en la comunicación, la recuperación de estos espacios para la causa nacional es un paso vital en todo proceso de liberación, este nuevo esfuerzo por devolver un espacio que sin dudas pertenece y hace a la soberanía política, restando poder a los monopolios cipayos que además comprometen la independencia económica y la nación y están intrínsicamente enfrentados con los sectores nacionales y populares.
Decíamos, este esfuerzo y esta pelea que hoy se nos plantea es sin dudar un mandato doctrinario a todos y cada uno de los compañeros que militamos, desde nuestra posición ideológica, en los medios de comunicación. “La doctrina Peronista que tiene como finalidad suprema alcanzar la felicidad del Pueblo y la grandeza de
En los últimos años ha sido aceptada hasta por viejos funcionarios del sistema capitalista una dialéctica: la de Centro-Periferia. Como es notorio, en el segundo término de esa dialéctica se encuentran los países hoy llamados en vía de desarrollo, donde –siempre en el orden puramente económico- el excedente de los bienes es captado por el sistema central. Con más exactitud, por las oligarquías locales y las burguesías de los países desarrollados, con su modelo de consumo, al que aparecen asociados los grupos dominantes de las naciones subdesarrolladas.
Esta relación es inseparable de la propuesta, y a veces imposición, de un determinado Modelo de Desarrollo, que en el marco latinoamericano es el modelo de la sociedad de consumo, que no induce a imitar. Perón señala sabiamente y marca el incremento artificial de “un consumo voraz de productos inútiles”. Y ese sistema “es incompatible con la forma nacional y social a la que aspiramos, en la que el hombre no puede ser utilizado como un instrumento de apetitos ajenos sino como punto de partida de toda actividad creadora”. Ese consumo artificialmente estimulado desestima las potencias creadoras, en desmedro del arte y de la ciencia, dice el líder, al tiempo que se coloca en una problemática de vanguardia como es la de los “límites del desarrollo” y esto es claramente visualizado en la constante Tinelizacion de los medios como producto inútil y el voraz crecimiento de de oligopolios de la comunicación so pretexto del desarrollo Nacional.
En el mejor de los casos, quienes “se desarrollan” son los estratos superiores de nuestras sociedades, con alguna participación en los beneficios de los estratos medios, pero ninguna de los trabajadores. Otro debe ser el posible modelo de desarrollo de nuestras comunidades, no éste, concentrador, imitativo y limitativo, con sus imperativos antinacionales y antipopulares. En su Modelo Nacional, absolutamente vigente, el teniente general Perón atiende primordialmente al hombre argentino, agredido por modelos economicistas de desarrollo y por nuevos factores de dependencia, entre ellas las corporaciones monopólicas, gigantescos eslabones de poder sin patria, sin nacionalidad, dueños de la potencia tecnológica, que pretenden reducirnos a ser enanos lacayos de estas nuevas formas de colonialismo.
Contaba el General Perón en el Congreso Mundial de Filosofía
“En una célebre fábula de Goethe le acontece a un hombre desdichado verse compelido a una elección extraordinaria. Melusina, reina del país de los enanos, le invita a reducir su tamaño y compartir con ella su elevada jerarquía. Le ofrece amor, poder, riquezas, sólo que en un grado inferior: será rey, pero entre enanos. Trasladados al país donde las briznas de hierbas son árboles gigantescos, este hombre, el más mísero de los mortales, añora su forma anterior. Y la añora, suponemos, porque su escala de magnitudes le advierte que en la prosperidad o en el infortunio su estado anterior era inimitable. En el hecho complejo del existir, el hombre es, sin más, una entidad superior”
En esta lucha por recuperar los espacios inalienables de los hombres y Mujeres de nuestro amado país buscamos ir devolviendo el convencimiento de cada uno de ellos es una entidad superior.
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