ANÁLISIS CRÍTICO

*Análisis crítico del artículo publicado por Alcira Agumedo en la edición de Pág 12 del 27/01/09, realizado por Francisco Berdichevsky Linares

 

Buenos Aires, 27-1-09

Queridos amigos de Carta Abierta y de la Comisión de Medios:

 

No tengo ahora el tiempo- de decodificar críticamente, de manera más organizada, sistemática y desarrollada, el artículo de Alcira Argumedo en Página 12. Mientras tanto:

Sin perjuicio de centrar la labor en amplios sectores populares y en las posibilidades de rescate de una capa ponderable de los sectores intermedios mal llamados "clase media"- multiclasista en realidad, más allá de ciertas tendencias psicosociales y socioculturales comunes o que se trata además de "unificar" vía mediática- creo que es fundamental el debate y los enfoques consiguientes en torno a sectores subjetivamente avanzados, que en mi opinión padecen de la tan crónica como negativa por inoperante "acelaración subjetiva" y adoptan una presunta alternativa a la situación actual, que se torna ilusión táctica inmediata, con respecto a lo que en realidad corresponde y es resultado de un proceso que cuente con una correlación de fuerzas objetiva y subjetiva hoy no existente, en el camino a una posible alternativa estratégica. Convierten la estrategia en táctica inmediata, con lo que invalidan el camino táctico necesario para esa perspectiva estratégica.

De ese modo, esa subjetividad avanzada, en las `personas y grupos sinceros por supuesto, se estanca en esa subjetividad, y por lo tanto en los hechos concretos no avanza, es sólo una subjetividad que no transforma el mundo, como lo señalara C: Marx en su Tesis 11 sobre L. Feuerbach.

En ese camino propio de la "aceleración subjetiva", se pierde nada menos que el juicio de realidad, en nuestro caso de la realidad actual: se evapora el papel de la necesaria correlación de fuerzas, no se mide el alcance muy limitado de las propias fuerzas. Al "saltar" de manera negadora  la realidad actual en ese sentido, en pos de una alternativa superadora como perspectiva de lucha, que se transforma sólo ilusoriamente en camino inmediato, queda en las sombras, como Imagen Cero casi absoluta, el enemigo principal actual, la paleo y nueva derecha económica, política, psicosocial e ideológico-cultural, su gravitación como alienación subjetiva de amplios sectores, ante todo por la vía mediática conjugada con la vertiginosa técnica del rumor. De esa manera, no se propone la máxima amplitud de alianzas contra ese enemigo principal, negando tanto su peligro neogolpista y destituyente como la correlación real de fuerzas, que exige ese máximo nivel de coincidencias con el gobierno constitucional, en primer lugar por serlo frente el neogolpismo intentado con el control de las rutas, el desabastecimiento de los alimentos, de la atención médica, de la Aduana del MercoSur, etc. Y en segundo lugar por sus  logros en cuanto a derechos humanos- cárcel para los genocidas, prohibición del uso de armas de fuego para reprimir las luchas populares- , que con eso solo merece el respaldo más vigoroso, y pasos en cuanto al papel de un estado con rasgos nacionales y populares- por supuesto con límites e insuficiencias a superar críticamente dentro delas coincidencias necesarias-  tan resistido por la vieja y nueva derecha que la aceleración de los sectores sólo subjetivamente avanzados se dedica a ignorar: en el artículo de Alcira Argumedo en "Página  12" de hoy, el riesgo neogolpista  y destituyente desaparece, tanto en cuanto a sus provocaciones concretas conocidas, como en su muy riesgosa orientación a lograr los mismos objetivos por captura mediática de las mentes, donde la hegemonía alienante del enemigo en mi opinión no conoce todavía repliegues positivamente ponderables. 

La falta de percepción del enemigo principal neogolpista, conduce a ubicar como enemigo principal al mismo que es considerado tal por las fuerzas de las serpientes de derecha que intentan fecundarse sin envenenarse: es decir, el gobierno actual y los sectores populares que lo respaldan, con autonomía en las coincidencias y en las críticas- que jerararquizamos pero no callamos, como equivocadamente lo sostiene Argumedo-, como es el honroso ejemplo de Carta Abierta, que nació precisamente en torno a la necesidad de coincidir con el gobierno constitucional y con el res to del campo popular, contra la ofensiva destituyente y neogolpista, lo que incluye colocar en este terreno las críticas necesarias. El rosario de críticas de Alcira Argumedo con respecto al gobierno actual, incluye aspectos con los que coincido, pero por un lado, siempre que se ejerzan dentro de la coincidencia contra el enemigo principal, en un proceso de lucha por profundizar el avance popular y nacional, y no como artillería contra el gobierno como enemigo principal. Y por el otro, sin luchar contra el retorno del real enemigo principal, la derecha vieja y nueva, construyendo la amplia alianza que cito antes, .tales críticas no cuentan con la menor posibilidad de convertirse en cambios reales, con lo que sólo se convierten en modos de ataque sistemáticamente opositor al gobierno actual como si fuera el enemigo principal. 

La coincidencia entre estos sectores sólo subjetivamente avanzados en el plano declaratorio y declamatorio y las derechas  en actual movimiento febril, se expresa no sólo en su ataque coincidente al gobierno constitucional, sino que en los hechos han coincidido con esa derecha, tanto en la votación de la 125 como en acuerdos y diálogos que merecen por lo menos la crítica severa, sin insultos y argumentada, en torno a de cuál lado están en la vida política concreta. Sobre la base de las coincidencias necesarias contra el riesgo neogolpista, que Alcira Argumedo desconoce-  Imagen Cero de su artículo- con una falta tan grande de percepción óptica que penetra en las proximidades máximas de la no videncia de lo esencial, caben todas las propuestas críticas, entre ellas la que Argumedo cita, siempre que sean resultado de un debate en el seno de las amplias coincidencias con el gobierno y con el conjunto de los sectores populares que deberían cerrar filas contra el neogolpismo y el MacroPoder del enemigo principal que lo encarna y alimenta en la vida y en los medios. En los hechos, en su artículo y en las posiciones de los que coinciden en esa vía, el centro está puesto en todo aspecto considerado negativo por parte del gobierno, lo que puede ser o no así, y que merece debates  profundos en el seno de la coincidencia necesaria. 

Ya los que se retiraron de Proyecto Sur, expresaron su crítica a las posiciones que levanta Argumedo, junto con  los  que coinciden con ella en la direccióna actual de esa agrupación  y en otros sitios coincidentes, por su no consideración del neogolpismo destituyente y más aún, su coincidencia concreta con el mismo en ocasiones decisivas de la vida política del ´país. 

Cuando no se tiene en cuenta la correlación real de fuerzas, cuando no se percibe la realidad del enemigo principal que hoy despliega todas las armas que posee para recuperar el poder, entonces reaparece la arcaica tendencia de uan seudovanguardia iluminada, que se autoproclama como la alternativa avanzada y única. De allí a la división del campo popular no hay muchos milímetros de distancia. Y muy poca distancia también de la tendencia a lograr puestos de poder como representantes de la verdad superior, que se puede transformar en lograr puestos de poder como objetivo en sí mismo,, como lo muestran experiencias repetidas, lo que a menudo lleva a coincidencias con el enemigo principal en los resultados divisionistas, para no hablar de coincidencias en los hechos, y en algunos casos lamentables, coincidencias en los significados y objetivos mismos con el entramado de las derechas.

Estoy de acuerdo en que corresponde el debate argumentado y no injuriante, cosa que señala Argumedo. Le falta recordar casos de su entorno, como cuando Pino trata al gobierno de "antinacional y antipopular" sin la menor seriedad argumentativa para tamaño ataque. Y más aún, creo en la eficacia del diálogo como sostén de las grandes coincidencias necesarias contra el enemigo principal, en cuyo caso, repito, todas las críticas que podrían ser válidas, sin esa coincidencia sólo se convierten en oposición sistemática equivocando al enemigo principal, mientras que ese enemigo, bien a la derecha, es muy coherente cuando considera como su enemigo a un gobierno que repudia sus métodos antidemocráticos y represores hasta el genocidio, y reclama un papel más protagónico del Estado con sentidos nacionales, populares  y redistributivos, aunque la batalla por la redistribución del ingreso necesita de profundos pasos dentro de la coincidencia necesria, como superación crítica. 

Junto con otras vías de trabajo necesarias, creo que corresponde una política de diálogo y debates con el sector influenciado por las posiciones de avance sólo subjetivo, izquierda sólo subjetiva, alternativa avanzada como deseo sólo subjetivo e incapaz de transformar la situación concreta actual, por negar la correlaciónd de fuerzas necesaria, la presencia del enemigo principal y la necesidad de amplias alianzas que se desprende de esas condiciones. Se trata de un sector que no cuenta con un poder de incidencia alternativa de cierta dimensión ponderable  en la sociedad, pero sí  puede revistar en las filas de una amplia alianza realmente alternativa. De lo contrario, no hace más que dividir, restar y confundir. En este caso, los medios están y estarán a su servicio. Las imágenes que muestran juntos a importantes dirigentes de esa tendencia desde distintos lugares, en publicaciones y en la tevé, exhalan un aire apenas oculto de regocijo ante la división del campo popular, en lugar de construirse como un movimiento  capaz de ser en realidad subjetiva y objetivamente avanzado, si actúa de conjunto contra la derecha neogolpista y por un avance nacional y popular.   

 

Francisco Berdichevsky Linares      

 

Gentileza de: Maby Maidana - Medios en Carta Abierta

 

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