EVITA, ESA MUJER MALDITA DEL PAÍS BURGUES


*Por Pablo A. Vázquez


La joven bonaerense María Eva Duarte nacida un 7 de mayo de 1919: la prometedora actriz Evita Duarte; la Primera Dama Eva Perón; Evita, del pueblo y para todas y todos.

Tomando la referencia de la frase de John W. Cooke sobre que el “peronismo es el hecho maldito del país burgués”, me permito reflexionar a raíz del centenario del nacimiento de “La Dama de la Esperanza”.

Distintos nombres para identificar a quien es símbolo de pasión y emociones que perduran aún hoy en todo nuestro pueblo.

Los primeros años, su inclinación artística en la preadolescencia que se traduce en 10 años de actuación en teatro, radio y cine y su encuentro con Perón signó su vida y, posteriormente, la de su pueblo.

Los sucesos del 17 de octubre de 1945, la campaña presidencial y su actividad como Primera Dama, involucrándose en temas sociales y políticos, marcaron su impronta batalladora.

Su viaje a Europa de ayuda humanitaria, el voto femenino, la labor de la Fundación Eva Perón y la creación del Partido Peronista Femenino reafirmaron su capacidad revolucionaria en favor del humilde.

Fue la primera abanderada de la causa de los trabajadores, los cuales encontraron a su abogada defensora frente a los poderosos. A su vez la CGT apoyó toda la tarea social y humanitaria de Evita logrando una comunión de ideas indestructible en el tiempo y en los sentimientos.

Esa acumulación de poder tuvo su límite con el “renunciamiento” en 1951, impulsado por las mujeres y el movimiento obrero, que marcó la primera derrota popular durante el peronismo. La segunda vino el 26 de julio de 1952, cuando fallece víctima de cáncer.

Los restos de la “Jefa Espiritual de la Nación” fueron velados durante catorce días, tuvo honores de Primer Mandatario y el dolor popular fue el más grande que se vivió en Argentina.

Tras su muerte, el cuerpo sufrió secuestros y profanaciones mientras los trabajadores pidieron por su restitución, hasta su descanso definitivo en el Cementerio de la Recoleta.

Estas etapas, difíciles de condensar en palabras, son tomadas por el corazón del pueblo dándole sentido, sinceramente, a través de sentimientos perdurables de generación en generación.

Quizás hoy, frente al neoliberalismo apátrida imperante en nuestra tierra nos de la fuerza vital para derrotarlo!

Ni pañuelo verde ni celeste, sino multicolor, amparando al semejante, velando por la familia y el hogar cristiano, pero compasiva, inclusiva y tolerante con el diferente, en una época muy machista y prejuiciosa.

Ella sólo fue sectaria con los vendepatrias y oligarcas.

Sensibilidad y furia, puños crispados y caricias delicadas, elementos de la complejidad del carácter de Evita, que hoy viven en cada joven, en cada mujer, en cada obrera, en cada argentina y argentino que busca transformar la realidad con su la pasión y vitalidad.






*Lic. en Ciencia Política; Docente de la UCES; Miembro de los Institutos Nacionales Eva Perón y secretario del Juan Manuel de Rosas

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Evita...una mujer extraordinaria e inolvidable. Un ser de luz que iluminó e ilumina al pueblo argentino...de ayer...de ahora y siempre. "Volverá y sera millones"
Pablo Adrian Vázquez ha dicho que…
Coincido con tus palabras. Abrazo