INFANCIA, JUGUETES Y PERONISMO. LA REVISTA MUNDO PERONISTA


Por Pablo Adrián Vázquez*


La revolución llevada a cabo por el primer peronismo: pleno empleo, alza de salario, expansión del consumo, y solidaridad social se reflejó en los las pequeños, y en sus objetos más preciados: sus juguetes.

Desde juguetes importados para los sectores más acomodados o la industria de juguetes locales de Matarazzo de los años ’30, estos objetos del deseo infantil fueron prohibitivos.

Con la llegada del peronismo, la atención a la infancia, la acción de la Fundación Eva Perón (miles de pelotas de fútbol, y miles de muñecas para los más necesitados, junto a millones de juguetes para las fiestas de Reyes Magos, con la viñeta con las caras de Perón y Evita “obsequio a mis queridos descamisaditos”) se conjugó con las posibilidades de compra de juguetes un obrero argentino para sus hijos.

Desde las páginas de la revista Mundo Infantil, de editorial Haynés, perteneciente al ALEA dirigido por Carlos Aloé, se buscó impartir conocimientos al público menudo, atendiendo a las necesidades de la currícula escolar, más historietas (desde Alicia en el País de las Maravillas, Tarzán y Periquita)con una fuerte adhesión al gobierno.

Se publicitaban, además, juguetes de empresas argentinas e indumentaria infantil, junto a propaganda oficial y publicidades de otros productos más para consumo de los adultos (por ejemplo Fernet Branca).

Entre sus secciones se encontraban datos históricos, fechas patrias, la acción de los Campeonatos Infantiles Evita y la confección de juguetes artesanales, entre otras.

Desde muñecos y muñecas de trapo y de papel; barcos, trenes, aviones y autos, con sus modelos y diseños, con madera balsa; maquetas de edificios (escuela, hospital, et.) hasta saber trenzar, hacer pizarras, ver las dimensiones de un velerito para una fuente de agua.

Se intentó integrar en las manualidades al infante en un marco de sociedad industrializada, donde los vehículos (aéreos, fluviales y terrestres) no estaban sólo en la imaginación del infante o en las películas, sino que podían ser utilizados, o adquiridos, como en el caso de los automóviles, por las familias obreras.

Pero no sólo fue un muestrario de juguetes, sino que dicha publicación intento rivalizar con la revista Billiken, de editorial Atlántida, impresa por Constancio Vigil desde 1919, en cuanto a la atención con el sector de los más pequeños.

Mundo Infantil, fundada el 3 de octubre de 1949, tuvo como director a Oscar Rubio, “también director del Torneo Infantil Evita”, según el trabajo sobre dicha revista publicado en Ideas y debates para la Nueva Argentina. Revistas culturales y políticas del peronismo, de Claudio Panella y Guillermo Korn (compiladores).

En el trabajo de María Bordagaray y Anabella Gorza sobre Mundo Infantil destacaron su rol de “socialización política de la infancia a través de elementos doctrinarios” (por supuesto peronistas) y “la modernización de la infancia a través de estereotipos de infancia y género”.

Entre las secciones se encontró “Energía Atómica, luego llamada “Física Nuclear” y "Energía Nuclear Argentina”, en consonancia con el desarrollo de la misma durante el primer peronismo y en paralelo con el espíritu de la “era nuclear” de la época en la Guerra Fría.

Allí destacaron, sin embargo, que “el mensaje más puramente doctrinario no era leído literalmente por los niños (?). La voz de los niños se filtraba en algunos artículos sobre todo en aquellos en donde se homenajea a algún niño que se ha destacado por alguna virtud que la revista considera importante… Las secciones “Este es mi rincón” y “Primeros pasos de nuestros amigos”, también nos permite tener un acercamiento a la voz de los niños”.

Sin embargo la presencia de informaciones sobre Perón, Evita, la Fundación Eva Perón, el II Plan Quinquenal, el ahorro y las obras de gobierno justicialistas fueron constantes; así como el seguimiento de los campeonatos infantiles Evita.

Aunque las autoras afirmaron que “entre octubre de 1949 y junio de 1952 salieron 141 números, de tirada semanal”, lo cierto fue que la revista se editó no sólo luego de la muerte de Evita, sino que sobrevivió algunos meses al golpe cívico –militar de 1955 contra el gobierno constitucional de Perón.

Su legado aún debe estudiarse como Mundo Infantil sirvió como dispositivo para, de forma amena y con contenido ideológico definido, acercar a la niñez a un proyecto nacional donde se postuló como una de sus “20 verdades” del peronismo, la cual resonaba en los labios de Evita con delicada pasión revolucionaria, que “En la Nueva Argentina los únicos privilegiados son los niños”.



* Politólogo; Docente de la UCES; Miembro de Número de los Institutos Nacionales Eva Perón, Rosas y Manuel Dorrego

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