40 AÑOS NO ES NADA

*Por Megafon

Esa obsesiva vocación revolucionaria

Si 40 años fueran mucho, no recordaríamos tanto…

Y recordamos, además, porque aquellas consignas fueron carne de tal idea que hasta nuestros días llega el eco de aquellos compañeros.

A partir de ese momento comenzó un camino del que no tendríamos permiso de olvidar nada.

Los días de la gloria militante serían pocos en contraposición con los de la angustia de la proscripción pasada.

Luego la precipitación vertiginosa de la gestación regional de las dictaduras en ascenso, nos fue marcando la caída, no solamente de nuestra democracia, sino también, de nuestros sueños, de nuestra lucha, de nuestra ideología.

Perdimos muchos años de historia política en la sangre de nuestros compañeros caídos. Perdimos mucho de todo lo que había hecho posible poner a un candidato como el tío en aquellas elecciones.

Tanto, 40 años no es nada, que hoy estamos disfrutando de la primavera comenzada entonces.

La paciencia de los pueblos es peligrosa, hace siempre volver a las causas justas.

La memoria popular es activa y nos mantiene a salvo de cualquier amenaza de la memoria individual selectiva.

¿Será esa obsesiva vocación revolucionaria del peronismo?

¿Será que las revoluciones buscan pueblos empeñados en los objetivos sensibles de su historia?

¿Será que la historia popular solamente puede escribirse con letras revolucionarias?

No importa la respuesta, siempre para estos destinos de lucha y empeño, lo único verdaderamente importante, son las preguntas.

Para que los pueblos nunca dejemos de preguntarnos, seguimos echando leña al fuego de la memoria, esa que hoy nos hace muy presente aquel inolvidable 11 de marzo de 1973.

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