2 DE JUNIO DE 1971: RODOLFO WALSH ES INVITADO POR AMÍLCAR GONZÁLEZ A DAR UNA CHARLA EN MAR DEL PLATA SOBRE MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y PODER


*Por Prof. Daniel Chiarenza

El periodista Amílcar González declarando en los juicios por la Verdad y la Justicia.
El dictador Videla y la "Noble Ernestina" demuestran cómo la empresa de medios de comunicación tiene relaciones (de todo tipo) con el poder. Es discrecional y dictatorial.


El periodista marplatense José Luis Pónsico en una dolorosa investigación relaciona a los periodistas Rodolfo Walsh y Amílcar González. La frase inicial del informe pertenece a González: “La ética de los medios de comunicación debería impedir que una empresa tuviera medios de comunicación y al mismo tiempo tuviera relaciones con los sectores de poder”.

Rodolfo Walsh en "Operación masacre" detalló el comportamiento de la “justicia” durante la autodenominada Revolución Libertadora.
Caricatura hecha con respeto y admiración al enorme periodista y escritor Rodolfo Walsh. 

La pesquisa de quien hasta entonces manejaba muy bien el género novelesco policial –Walsh- estuvo centrada en los civiles peronistas fusilados en el ´56 en José León Suárez por una intencionada errónea aplicación de la Ley Marcial. En esos días, Amílcar González contaba 17 años e ingresaba a la Universidad de La Plata.

Walsh en el ´56 era un ignoto joven periodista de 28 años, sin militancia política. El acontecimiento al que Salvador Ferla dedicó un libro denominado “Mártires y verdugos”, transformó a Rodolfo en un consumado investigador político, asistido por su enorme capacidad literaria.

En diciembre del ´56, en La Plata, un amigo se acercó al escritor de novelas policiales en medio de una partida de ajedrez y le dijo "Rodolfo hay un fusilado que vive" ante la desconcertada mirada de Walsh. Éste abandonó el tablero.

Walsh en su medio natural: una imprenta.
Estado Mayor de los verdugos que integraron la revolución fusiladora.

Al dar a luz al libro, Walsh destacaría la acción llevada por el juez penal de primera instancia, Dr. Bernardino Hueyro. Éste produjo una investigación judicial durante el ´57, donde constató con testimonios de damnificados y familiares de víctimas de los fusilamientos de civiles en los días 9 y 10 de junio del ´56, y a los que no les correspondía (aun dejando de lado la inconstitucionalidad) la aplicación de la Ley Marcial.

Rodolfo Walsh creía que con del contundente expediente del juez Hueyro, lleno de declaraciones y varios cuerpos de una tortuosa causa judicial, caería el gobierno de facto de Aramburu y Rojas. Escribió el capítulo de Justicia "ciega".

La opinión pública pudo darse cuenta de la parcialidad de la justicia penal de los llamados próceres del Derecho, como lo era el funcionario de la dictadura Dr. Sebastián Soler, que viendo la investigación del juez Hueyro –simulando que se remitía “objetivamente” a la doctrina penal- declaró laincompetencia del magistrado y produjo dictamen a favor de la Justicia militar, de la cual él era parte.

El investigador periodístico marplatense José Luis Pónsico.
Centro Clandestino de Detención "La Cueva" en la Base aérea de Mar del Plata, protagonista lugareña de "La noche de las corbatas".
La tristemente célebre Seccional Cuarta de la Policía de Mar del Plata.

Walsh en 1971 fue invitado por Amílcar González a dar una charla en Mar del Plata -organizada por el Sindicato de Prensa- ante un centenar de militantes y algunos periodistas, en la antigua sede del club Racing. Era un frío sábado de junio.

En 1976, el compromiso social de Walsh y González llevaban a la justicia marplatense a tener un comportamiento similar al de la “revolución fusiladora”. Los camaristas, los jueces de primera instancia, los fiscales y la mayoría de los abogadosprofesionalistas, tampoco hicieron nada.
Mar del Plata asistió impávida a un sinnúmero de operativos de grupos de tareas, apoyados por la policía bonaerense.

Sólo bastó un par de años para terminar con la vida de unos 200 jóvenes militantes políticos. Amílcar González, periodista y dirigente gremial de Prensa fue uno de los primeros secuestrados, el 25 de marzo del ´76. Torturado y dado por muerto fue alojado en la seccional cuarta de la policía; pero sobrevivió. Un par de años preso y luego su salida del país en agosto del ´78.

González, en abril 2001, ante el Tribunal Oral Federal, brindó un testimonio inolvidable. Entre tantas cosas puso de manifiesto la indiferencia (¿o la complicidad?) de la justicia marplatense ante el horror vivido en el “Proceso”.

Se ventiló ante la Cámara Federal local la acción de la dictadura y su implicancia, lo que llevó a un episodio no muy conocido: la llegada del temido general Camps a Mar del Plata para reunirse con los camaristas y hacerles saber "las reglas del juego".




Ahora, cada vez que se acerca un represor para poder descansar en las playas marplatenses, el Concejo Deliberante de General Pueyrredón se apura a declararlo "Persona non grata".

Amílcar murió el 2 de junio de 2004 y había nacido el 16 de abril de 1939 y logró tener una biblioteca de 4 mil volúmenes. Fue donada a la Biblioteca Municipal de General Pueyrredón por expreso pedido de González, a través de sus hijos y el albacea, Dr. Gustavo Demarchi.

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