12 DE DICIEMBRE DE 2010: MUERE LA MILITANTE DE DERECHOS HUMANOS, ADRIANA CALVO DE LABORDE

*Por Prof. Daniel Chiarenza

Adriana Calvo de Laborde, una luchadora por los Derechos Humanos.


La militante de los derechos humanos, Adriana Calvo de Laborde falleció en la CABA. Adriana Calvo estuvo detenida desde principios de 1977 y salió en libertad en abril de ese mismo año. Desde entonces participó de las campañas de denuncias contra los represores. En especial se suma las denuncias en las causas sobre menores secuestrados por la dictadura cívico-militar. Fue la primera sobreviviente de los centros clandestinos de detención que declaró en el juicio a las juntas en 1985.

Adriana, primera sobreviviente de los centros clandestinos de detención que declaró en el juicio a las juntas.

En 1977 Adriana Calvo era militante del gremio de los docentes –que se mantenía en la semi-clandestinidad- de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata, pues allí era docente e investigadora. En la mañana del 4 de febrero un grupo de diez hombres de civil, armados y con anteojos negros irrumpió en su casa de la localidad platense de Tolosa. Adriana estaba embarazada de seis meses y medio y la secuestraron junto a su otra hija de un año. Pero cuando salieron de la casa, una vecina le arrebató a la chica de las manos a un oficial y la tuvo con ella hasta que su madre salió en libertad. Aunque después el juez Bagnasco dijo haber comprobado que la criatura fue entregada por las fuerzas armadas y policiales a la familia biológica, en una declaración demasiado justificadora de los grupos de tareas salida de los labios de un juez.


El exjuez federal Adolfo Bagnasco, luego sería asesor de Menem en el caso de las armas.

La mantuvieron ilegalmente en cautiverio en la Brigada de Investigaciones de La Plata, en el Destacamento de Arana, en la Comisaría 5ª y en el Pozo de Banfield.
Cuenta Adriana que una vez en el Pozo de Banfield y de haber parido en el piso del patrullero a su hija, se asomó por una mirilla de la puerta del baño. Le habían dicho que desde allí se podía ver la celda de los hombres y quería hablar con su esposo. Lo que observó, según relató, era “lo más parecido a un campo de concentración nazi: cuerpos apilados y lastimados que despedían olor a miedo”.
Además, fue una de las fundadoras de Asociación Gremial Docente (AGD) de la Universidad de Buenos Aires y una de las primeras sobrevivientes en conformar la Asociación de ex detenidos-desaparecidos.
“Desde entonces, se convirtió en una incansable luchadora por la causa de los derechos humanos a favor de la Memoria, la Verdad y la Justicia”.


Centro Clandestino de Detención El Pozo, de Banfield.

Calvo recordaba que el día que se leyó la sentencia, el 9 de diciembre de 1985, “fue importante para hacer historia, pero no para hacer justicia", debido a las absoluciones que ya en aquel entonces había dictado el alto tribunal contra cuatro represores.
Juicio "virtual" a las Juntas Militares.

Adriana, que tuvo a su hija en cautiverio mientras la policía la trasladaba al Pozo de Banfield, narró ante los jueces su calvario por tres centros clandestinos de detención. Al ser reubicada a ese centro clandestino de detención (Pozo de Banfield), Calvo dio a luz a su hija en el piso de un patrullero policial, siendo asistida por el médico represor Jorge Bergés.
Declaró en la CONADEP en 1984, ante las Causas 13 de los Comandantes y 44 de La Plata, ante la Cámara Federal de la capital de la provincia, entre 1985/86, finalmente ante el juez Bagnasco desde 1998.


Miguel Etchecolatz y Jorge Bergés, el médico de la Policía en aquellos días.

Calvo también aportó, en la primera audiencia del año del juicio en el que se intenta averiguar lo ocurrido con más de dos mil desaparecidos, datos recopilados por la Asociación de ex detenidos-desaparecidos.
Calvo relató ante los camaristas Leopoldo Schiffrin, Julio Revoredo, Alberto Durán, Carlos Nogueira y Antonio Pacilio su “recorrida” por el circuito represivo a cargo del COT (Comando de Operaciones Tácticas). Según pudo establecer Calvo posteriormente, la Brigada de Investigaciones de La Plata era la “central” del grupo de tareas conocido como “La Patota”. De allí se derivaban a los prisioneros. Este hecho fue corroborado por Graciela Liliana Mercioni, otra ex detenida, que declaró después.



El círculo muestra la ubicación de la Brigada de Investigaciones de La Plata, lugar de donde salía el grupo de tareas "La patota".

La Secretaría de Derechos Humanos expresó su "profundo pesar" por la muerte de Adriana Calvo de Laborde, titular de la Asociación de ex detenidos-desaparecidos.El deceso de Calvo de Laborde se produjo en la tarde del 12 de diciembre, luego de una larga enfermedad.

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