PATRONES MORALES DE LA PRENSA OCCIDENTAL

Lo que sucede hoy con los medios informativos británicos semeja la apertura de una Caja de Pandora. 

Según se informó hace unas semanas, la publicación News of the World, del conglomerado informativo del magnate australiano Rupert Murdoch, estuvo implicada en espionaje telefónico en 2006. Desde entonces se han sucedido en avalancha los problemas para el titán de los medios , obligándole a actuar como apagafuegos. 

Murdock tomó la decisión de cerrar el periódico, el de mayor venta en Inglaterra, el pasado domingo, tras 168 años de salida. 

No obstante, el escándalo sigue creciendo. El lunes, otros dos periódicos de la News Corporation de Murdoch, The Sunday Times y The Sun, fueron acusados de espionaje, engaño y violación de la intimidad. Figuras prominentes tales como la reina Isabel II y el ex primer ministro Gordon Brown están supuestamente entre las víctimas. 

El escándalo de espionaje ha despertado la indignación pública y avergonzado al Gobierno británico, pues uno de los ex redactores principales de News of the World trabajó para el ex primer ministro David Cameron, como su director de comunicaciones. 

El suceso se hace público además en momentos sensibles, cuando Murdock aspira a adquirir la propiedad completa de la lucrativa televisora pagada BskyB de Gran Bretaña, al precio de $14.000 millones. 

El escándalo podría convertirse en golpe demoledor para el imperio informativo de Murdoch en Gran Bretaña. 

También supone un cuestionamiento a las obligaciones legales y éticas de los medios de prensa. Si se comprueba su culpabilidad, los periódicos británicos y los profesionales de los medios implicados en los escándalos, no sólo habrían quebrantado la ley, sino que habrían asimismo violado seriamente la ética universal que se aplica a los medios de información masiva. 


El apego a la ley y las normas éticas son fundamentales para las operaciones de los medios. Es una obligación legal y ética que los profesionales de los medios obtengan la información por canales apropiados. De lo contrario, la credibilidad de la profesión y del sector entero estará en juego. 

Desafortunadamente, los años recientes han atestiguado un declive en los estándares éticos de algunas organizaciones periodísticas occidentales. Bajo el impacto de un ambiente social cada vez más inclinado al mercado, el amplio uso de las nuevas tecnologías y la llegada de nuevos medios informativos, la competencia se ha hecho mucho más feroz. Bajo tales circunstancias, algunas organizaciones de prensa han optado por el sensacionalismo como forma de ganar la atención de la audiencia e inncrementar su circulación o acceso por parte del público. 

La libertad de palabra y el derecho a saber - que protegen la divulgación de las investigaciones por el bien del interés público – han sido utilizadas en procura del mencionado sensacionalismo. 

La negligencia de las organizaciones mediáticas ha deslustrado la imagen de los medios como entidades para la vigilancia objetiva, generando amplio rechazo del público. 

Los escándalos británicos deben llamar a reflexión a las organizaciones y profesionales de los medios, haciéndoles ver la necesidad de apegarse a su deber.(Pueblo en Línea)

13/07/2011

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