FALLECIÓ ERNESTO SABATO, AUTOR DE "EL TUNEL"

*Por Andrés Cárdenas



BUENOS AIRES, 30 (ANSA) - El escritor y ensayista argentino Ernesto Sábato, ganador del Premio Cervantes en 1984 e ícono del retorno de los derechos humanos al país tras la dictadura de 1976, falleció hoy a los 99 años en la localidad bonaerense de Santos Lugares, informó su última compañera, Elvira González Fraga, citada por medios de prensa locales.


Sábato padeció en los últimos días una bronquitis, que derivó en un cuadro agravado, dijo esta mañana González Fraga al confirmar la noticia del deceso en las primeras horas de la madrugada, que de inmediato ocupó la portada de los principales diarios y sitios informativos argentinos e hispanoamericanos.


El autor de "Sobre Héroes y Tumbas", además de recibir el máximo galardón en lengua española, obtuvo otros importantes premios literarios y presidió durante el gobierno de Raúl Alfonsín (1983-89) la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (CONADEP), creada para recibir testimonios sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura militar argentina (1976-1983).


La 37ma. Feria Internacional del Libro, que se desarrolla ahora en la capital argentina, tenía programado para estos días un gran homenaje a Sábato con motivo de sus próximos 100 años.


Ernesto Sábato nació el 24 de junio de 1911 en Rojas, en el interior de la provincia de Buenos Aires, y residía en Santos Lugares, a veinte minutos de la capital argentina en el noroeste del conurbano bonaerense, en una sencilla vivienda suburbana que se convirtió en su lugar en el mundo por décadas y sitio de peregrinaje para miles de lectores y admiradores.


Era el décimo hijo de once hermanos, nacidos de la pareja de Francisco Sábato y Juana María Ferrari, y llevó el mismo nombre de su noveno hermano, fallecido poco antes de su nacimiento.


Sus padres habían emigrado de la ciudad calabresa de Paola y el escritor recibió la ciudadanía italiana en noviembre de 1999 en una ceremonia en la Embajada de Italia en Buenos Aires, en la que se lo otorgó la Medalla de Oro de la Cultura Italiana.


"Este premio me permite recuperar las raíces que con tanta nostalgia me transmitieron mis padres", dijo en esa ocasión.


El escritor era también físico y pintor, pero alcanzó vasta repercusión por su obra literaria, compuesta de un corpus relativamente pequeño, con una trilogía de novelas "El túnel" (1948), "Sobre héroes y tumbas" (1961), que indaga en las raíces de la historia argentina, y "Abaddón el exterminador" (1974).


Asimismo fue autor de variados ensayos, cuya temática recae con frecuencia en la introspección psicológica y el análisis complejo de la condición humana.


En Sábato la plena vocación literaria afloró con la madurez, ya que en su primera juventud se destacó como científico, egresado de la carrera de Física de la Universidad Nacional de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, a la que ingresó en 1929.


Prontamente había ingresado a la militancia política en el movimiento Insurrexit, de tendencia marxista y promotor de la Reforma Universitaria, para pasar a presidir la Federación Juvenil Comunista argentina en 1933, en plena dictadura militar del general Agustín P. Justo, la primera del siglo XX en el país.


Durante aquellos años de formación y militancia conoció a quien sería su compañera y esposa la mayor parte de su vida, Matilde Kusminsky Richter, fallecida en 1998, una mujer poco menor que él, con la que se casó en 1936 y tuvo dos hijos, Jorge Federico y Mario, quien con los años se convirtió en un reconocido director de cine.


Enviado por el Partido Comunista a Moscú en 1934 para que reforzara sus convicciones, ante su creciente visión crítica sobre el estalinismo, se presentó al Congreso contra el Fascismo en Bruselas ese año y luego, en lugar de ir a la capital soviética, viajó a Paris renunciando a sus vínculos partidarios.


Tras doctorarse en Física en La Plata en 1938, fue luego becado a los prestigiosos Laboratorios Curie de Paris y transferido al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Estados Unidos, justo antes la Segunda Guerra Mundial.


Al regresar a Argentina en la década de los '40 tras una severa crisis existencial, que en sus propias palabras lo llevó a "la tentación del suicidio", decidió dejar de lado las ciencias duras y dedicarse de lleno a su pasión por las letras.


Durante su estadía en Francia había frecuentado el ambiente literario surrealista y la bohemia parisina de la inmediata preguerra, que marcarían fuertemente su obra posterior.


Otras influencias directas que el mismo Sábato mencionaba fueron su temprano maestro el filólogo y pedagogo dominicano, Pedro Henríquez Ureña, y en los '50 y '60 la escuela existencialista francesa.


El propio Albert Camus destacó su novela "El Túnel", un asfixiante viaje de introspección en primera persona, y recomendó su traducción en el sello Gallimard.


Con los años su obra, especialmente numerosos ensayos como "Apologías y rechazos" (1979), "Antes del fin" (1998) y "La Resistencia" (2000) se volcaron cada vez más hacia una veta humanista y, cercana a cierto idealismo libertario y filocristiano, como el que abrazara también en la vejez su admirado León Tostoi.


Durante los '90, en plena reconversión neoliberal de la Argentina, Sábato, recordado por su papel en la lucha de los derechos humanos, se erigió en un símbolo de rectitud y compromiso.


Figura polémica y de extendida popularidad aún entre quienes no leían su obra, recibió duras críticas de otros escritores consagrados argentinos como David Viñas y Osvaldo Bayer, que lo denostaron y cuestionaron sus actitudes en el plano político y ético.


ACZ


30/04/2011 17:44

Fuente: Ansalatina

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